lunes, 9 de junio de 2014

Kingdom Come


¿Sabéis qué día es hoy? ¡Sí, en unas horas empieza el E3! ¿Y sabéis qué blog no escribirá ninguna entrada en relación a la feria de videojuegos más importante del mundo? ¡Sí, este! No sé por parte de Anti, pero a menos que anuncien No More Heroes 3, TWEWY 2 o una nueva IP que no sea de tiros ni deportes no pienso hacer nada relacionado con el tema. Y sí, sé que hará casi un mes ya publicamos nuestra quiniela de cara al E3 de Nintendo, pero da igual, si buscáis material nuevo a ese respecto iros a otra parte, pues aquí no lo encontraréis. ¿Que de qué se supone que hablaremos hoy si no es del E3 de marras? Pues de un cómic, que ya hace tiempo que no os daba la chapa con alguno. Chicos, os presento Kingdom Come.


En un futuro cercano, los superhéroes de toda la vida se han retirado para dejar paso a una nueva generación de prodigios, los cuales tienen una mentalidad un poco distinta respecto al mal: el único villano bueno es el que está muerto. Habiendo erradicado a los malvados de la faz de la tierra, estos nuevos héroes se aburren, por lo que empiezan a usar sus poderes ya no por el bien común, sino simplemente en batallas campales por diversión, interesándose poco o nada en el bienestar de los ciudadanos. Es en este idílico panorama donde el Espectro, una especie de ángel vengador de Dios que los habituales de DC seguramente recordarán, se presenta ante el reverendo Norman McCay con una misión: presenciar los inminentes acontecimientos causados por el retorno de los viejos héroes tras una década de silencio y juzgar llegado el momento oportuno quién deberá ser castigado por todas las desgracias que ocurran en consecuencia.

Sí, repetimos la jugada de Marvels de contarnos una historia de superhéroes a través de los ojos de un personaje de la calle, solo que esta vez el protagonismo recae enteramente en los supers y no en la gente de a pie como sucedía en la competencia de DC. A decir verdad la comparación no es casual, pues como habréis notado al ver la imagen de cabecera el dibujante es el mismo en ambos casos, el adalid del hyperrealismo Alex Ross, pero creo que esta vez el guión está bastante por detrás del dibujo. Dicho de otro modo: en Marvels sentía que leía una historia con un dibujo apabullante, pero en Kingdom Come veo un dibujo genial con una historia entretenidilla de fondo. Es una lástima esto, pues la premisa de Kingdom Come no está mal, pero creo que el guionista (Mark Waid) no termina de desarrollar todo su potencial. Eso sí, ni de lejos es tan aberrantemente insustancial como el Batman: Barcelona que firmaría algunos años después.


Y bueno, vamos con los precios. ECC lo ha reeditado en tapa blanda por 20 pavos, precio tremendamente elevado si tenemos en cuenta la calidad del papel y el formato de encuadernación, a lo que se suma una historia entretenida pero que no es precisamente Watchmen. Ahora bien, la vieja edición de Planeta era una Absolute de 30 pavazos, de la cual casi todo eran extras de fichas de personajes y demás. Personalmente no compraría ninguna de las dos, pues ambas me parecen excesivamente caras en su campo, pero si la veis más barata o lográis tenerlo de gratis no es una mala lectura.

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