domingo, 14 de febrero de 2016

Short Peace: Ranko Tsukigime's Longest Day


Short Peace: Ranko Tsukigime's Longest Day es un... ¿Plataformas? ¿Un beat'em up? 
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¿Ranko es un runner? ¿De Grasshopper? Mi madre... ¿A quien se le ocurrió esta idea? Me imagino las oficinas, un lunes por la mañana, entrando alguien por la puerta con cara de "no he dormido porque dormir es de débiles" y gritar "¡Eh chicos! ¿Por qué no cogemos todos estos cachitos de papel que dibujé cuando las anfetas y montamos un juego? ¡Y esta noche me monto yo la historia en la disco!" ¡Es que tuvo que ser algo así, no existe otra posibilidad! ¿Y quien le dio su visto bueno? Es decir, alguien tuvo que revisar esto, alguien tuvo que firmar un certificado que lo calificara de apto para el consumo. Pero, eh, por mí, estupendo, y no bromeo.


Drugs.



Lo mejor de "analizar" Ranko es que puedo soltar expresiones tipo "Ranko es muy la risa" y no quedar mal, porque... Joder, ¿habéis visto este juego? Y no hablo de que tenga un título tremendamente largo que pienso pasarme por el forro de ahora en adelante, hablo de que Ranko va de una chica, Ranko, que vive en una red universal de aparcamientos, que es fan de Big Boss, que la persiguen manos de zombies, que revienta dibujitos de anime, que lucha con un violín, que ese violín dispara láseres y que los enemigos explotan en onomatopeyas en alta definición. Y es un runner. On drugs.



More drugs.


Empezaría hablando del argumento, pero me marco un Infamous y me lo salto. El juego va de correr sin parar hasta llegar al final de la fase. Hay caminos alternativos, coleccionables y un montón de enemigos que al morir explotan y encadenan con los demás bichejos de su alrededor. Mientras nos flipamos con los colorines, los zombies nos van atrapando y debemos disparar para ganar más ventaja. Las balas se recargan haciendo combo con los enemigos y chocar contra alguna pared nos frenará, pero no hay mucho más que tener en consideración.



A waterfall of drugs.


Esto es frenético, y me da que las puntuaciones pueden picar bastante; eso si, no tiene un modo infinito, todo son fases prediseñadas con un principio y un final, y esa es la razón por la que no voy a comprarlo. En total tiene... ¿Cuatro fases de correr? ¿Cinco? Y muy cortas, además. También están los jefes, que cambian la mecánica del juego, pero os evitaré los spoilers, sobretodo porque con lo poco que dura en nada os estropearía cualquier cosilla inesperada que os pueda ofrecer Ranko. Lo jugamos en casa de Chato y me divertí mucho con él, pero es corto, extremadamente corto, con una hora se termina, y eso contando cinemáticas. Si hubiese incluido el susodicho modo infinito en fases aleatorias os lo estaría recomendando como un juego arcade de los que enganchan, pero no es así.


Tokio Jungle on drugs.


Aun con todo, jugadlo aunque sea alquilado, y si lo veis a cinco euretes yo no dudaría demasiado. Es muy loco, es absurdo y se guarda unas buenas sorpresas. Me extendería más con el texto, pero acabaría siendo más larga la entrada que el juego. Eso si, no le busquéis demasiada lógica a nada, o no más que a la física de Tengen Toppa Gurren-Lagann. Ah, y no olvidéis bailar.








¡¡¡ RANKENGARD !!!



P.D.: Para saber qué tal los cortos anime (porque también incluye varios cortos anime, si) haced click aquí y Sudit os contagiará su haterismo.




Acerca de Anti

Su nombre real es Albert, pero como no tenéis ninguna foto
sigue siendo inmune las Death Note. Estudiante de
ingeniería industrial, gamer, amante y gamer otra vez,
tiene la ridícula esperanza de que alguien en alguna parte
se fije en sus textos. Quiere dominar el mundo para poder
destruirlo sin impedimentos.

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