martes, 2 de octubre de 2018

Sucker Punch - La caída de Zack Snyder


Zack Snyder es un director cuya carrera a lo largo de los años me ha… decepcionado. Muchos aficionados del cine siempre lo han tenido como un chiste, pero a mi me gustaron mucho sus primeros trabajos: el remake de Amanecer de los Muertos de 2004 es una genial película de zombies, pasé una gran parte de mi adolescencia citando escenas de 300 y Ga’Hoole: La Leyenda de los Guardianes la considero una película mágica incluso teniendo en cuenta que es un downgrade respecto al material fuente. Teniendo esto en cuenta, es natural que tuviera un poco de expectación a la hora de ver su quinta película, Sucker Punch, un film anterior a Man of Steel, el DCU y la subsiguiente “caída” de Snyder. ¿Estaría acaso delante de una joya oculta reflejo de los buenos tiempos de Snyder?

Nah. Lo cierto es que acabo de verla y es un film flojucho, pero sí tiene un par de particularidades que merecen tener un minuto de atención… tanto para bien como para mal.




-AVISO: SPOILERS-

Sucker Punch se presenta al principio como la historia de Babydoll, una chica que se ve forzada a entrar a un manicomio por su padrastro, y las razones que subyacen tras su ingreso y el de otras chicas destapan una historia de abuso de poder y corrupción. Ante ello, Babydoll y otras pacientes se unen para escapar del manicomio, una historia que se nos es presentada mediante una fantasía paralela en la que las chicas son bailarinas y esclavas sexuales en un teatro.

Juzgando la premisa independientemente, totalmente separada de lo que es la película, es un planteamiento que con el guión y director adecuados puede dar un resultado muy bueno. Uno se puede imaginar un thriller psicológico, metafórico-simbólico e introspectivo donde fantasía, realidad, sensualidad y psicosis se mezclan, un tipo de película que podría dar interesantes resultados.

Ok. Ahora mirad el poster de la película.


¿Cómo diablos puedes encajar mechas, katanas, dragones, rifles de asalto y demás en este tipo de película? Fácil: en varios momentos clave de la trama, el guión lleva a las chicas (en su identidad fantástica de bailarinas) en escenas de acción super exageradas para representar sus esfuerzos hacia conseguir la libertad. No sólo estamos ante una fantasía dentro de una fantasía, sino que también estamos hablando de un total cambio de género cada vez que empieza una escena de acción. Esta es una dinámica narrativa con evidentes complicaciones si no se ejecuta bien, y lamento decir que Snyder no está a la altura.

Como que las escenas de acción son un tipo de secuencia producto de la imaginación de los personajes, estas no tienen ningún tipo de peso sobre la integridad de las protagonistas. No hay riesgo o  ni tan siquiera tensión cada vez que ocurren, haciendo que no sean ni interesantes ni importantes dentro del contexto de la historia. La película intenta compensarlo haciendo que estas sean impresionantes desde un punto de vista visual: no tan sólo se ven espectaculares con muchísimos efectos visuales, sino que además cada una tiene una temática diferente (una tiene una temática mitológica oriental, otra es Wolfenstein, otra es El Señor de los Anillos y la última es Binary Domain), y estoy seguro que habrá alguna gente que apreciará el esfuerzo, pero aún y con eso no las encuentro muy interesantes. 

Son escenas con más acento en enseñar un estilo de acción exagerado, donde las protas arrasan con todo lo que hay de pié sin ningún tipo de oposición, acentuando el hecho de que esto es producto de la imaginación de las chicas y que no son nada de importancia. Visualmente sí, puedo notar los millones de presupuesto de la película (aunque en tema de coreografía no es John Wick precisamente), pero si no aportan nada, se alargan y siento que se ponen enmedio del flujo natural de la historia, entonces me cuesta apreciarlas como parte de la película.


Curiosamente Snyder no sería la última vez que cae en este mismo error, y es que en Batman v. Superman hay una especie de flash-forward post apocalíptico que aporta incluso menos a la trama a pesar de que está muy bien dirigido.

Además, siendo cada una de las secuencias de acción temáticamente diferentes e independientes, hace que se sientan aún más metidas con calzador. Si estas estuvieran en el mismo universo con alguna especie de historia o hilo argumental común, el espectador almenos tendría la sensación de que este lado de la película va hacia alguna parte en vez de ser relleno de acción, pero no es el caso.

Y como la película intenta por todas las formas ser una peli de acción, el lado más dramático de la película también se ve resentido, puesto que no tiene mucho tiempo para desarrollar personajes o una trama medianamente elaborada… aunque tampoco es que en este aspecto tenga mucho que aportar desde un principio, porque el guión pasa de ser normalucho y super previsible a directamente pobre o estúpido por momentos. Tiene un final que parece que va a acabar con un buen sabor de boca y con un par de ideas y detalles muy chulos, pero incluso con ello la película consigue autosabotearse.


No sé qué quería conseguir Snyder con esta película. Si quería una excusa para hacer un grupo de escenas de acción con radicalmente diferentes temáticas y tonos, uno puede hacer una historia donde las protas viajan por diferentes universos/lineas temporales que están chocando y superponiéndose o algo por el estilo. Y si quería hacer la historia del manicomio lamento decir que juntarla con esas escenas de acción no fue muy buena idea, especialmente teniendo en cuenta que el hombre ni se molestó en contratar a escritores cualificados y escribió el guión él mismo. Entiendo que era un proyecto que quería hacer desde hace mucho tiempo y probablemente tenía mucha fe en su propio guión, pero el tiro le salió por la culata.

Almenos la película se ve genial, está bien rodada y tiene una buena banda sonora. Definitivamente es material de primera para hacer clips musicales muy chulos, pero personalmente el conjunto no creo que funcione como película con la que sentarse y dedicar dos horas de tu tiempo. La falta de cohesión, la endeble trama y la incapacidad de la película de sentarse y desarrollar alguno de sus aspectos hace que se sienta más como una demo reel que enseñar a productoras para decir “¡Hey! ¡Mirad! ¡Soy Zack Snyder y sé hacer diferentes tipos de pelis de acción con muchos efectos especiales! ¡Y sé hacer drama provocativo también!”, pero la complejidad de este proyecto y sus ambiciones le quedó demasiado grande.


Este es sin duda un punto de inflexión dentro de la carrera de Snyder. A partir de aquí la calidad de sus trabajos empezó a disminuir y su atención y esfuerzos se centraron más en el DCU, pero Sucker Punch también empezó una nueva etapa en la carrera del director en el que también ejerce puestos de escritor y productor, situaciones en las que tiene más control y libertad sobre lo que hace, y Sucker Punch es el mejor ejemplo posible de cómo esto no siempre es algo positivo. Con otros autores, sí, tener libertad artística significa crear mejores películas, pero en el caso de Snyder eso le ha llevado a una posición en la que tiene demasiada confianza en lo que produce y no se le cuestiona lo suficiente, algo que se refleja en el exagerado dramatismo y otras (muy) desafortunadas decisiones de Man of Steel y Batman v. Superman.

Pero quién sabe. Parece que su próximo proyecto como director será una nueva adaptación a película de El manantial, la novela de Ayn Rand. No sé si el hombre estará a la altura teniendo en cuenta que se trata de un trabajo mucho más serio y character driven de lo que está acostumbrado, pero de hacerse sería un gran cambio de aires para su carrera. Crucemos los dedos.


¡Gracias por leer este texto y que paséis un buen día!

-Chato Maltés

Si queréis saber cuando publico más textos como éste y seguirme en general, ¡estoy en Twitter! 

No hay comentarios:

Publicar un comentario