Tercera parte de este pequeño especial de Sin city, siendo de nuevo protagonizado por Dwight. Si recordáis, al reseñar Mataría por ella dijimos que una buena parte de los problemas de ese cómic venían de su personaje protagonista. ¿Habrán cambiado las cosas de un cómic a otro? En breves mi opinión al respecto.
Han pasado unos meses tras lo acaecido en Mataría por ella, siendo este cómic la única "secuela directa" dentro de Sin city (Valores familiares coge personajes de este pero poco más; en cambio aquí se hacen varias referencias al otro). En esta ocasión las putas del Barrio Viejo se meten en un lío tremendo y es Dwight el encargado de sacarlas del atolladero. Suena vago, pero dar más detalles me supondría joderos casi el primer tercio del cómic, y si tenemos en cuenta que son solo 180 páginas no os estaría haciendo precisamente un favor con ello.
En este caso Dwight... en fin. Para qué negarlo, está mucho más soportable, y ha dejado (en parte) ese rollo de "Oh dios no quiero liberar al monstruo que hay en mí, el cual nunca ha hecho nada que no haga de por si y en caso de que lo libere apenas hay diferencia más allá de que me callo y hago un poco más el idiota pero sigo chupando hostias hasta en el DNI", pero sigue siendo un personaje bastante petardo dentro de lo que hay en el resto de Sin city.
Y bueno, poco más puedo añadir sin joder las pocas sorpresas de este cómic. El dibujo está muy bien, Miho mola mucho, en su conjunto el cómic entretiene... y ya. Solo cuesta 12€, pero personalmente no me lo compraría. Si podéis leerlo de gorra no lo dudaría mucho, pero en el momento en que toque pagar... yo pasaría del tema. Hay cómics mucho mejores dentro de la colección, como por ejemplo el que reseñaré el próximo día.
Han pasado unos meses tras lo acaecido en Mataría por ella, siendo este cómic la única "secuela directa" dentro de Sin city (Valores familiares coge personajes de este pero poco más; en cambio aquí se hacen varias referencias al otro). En esta ocasión las putas del Barrio Viejo se meten en un lío tremendo y es Dwight el encargado de sacarlas del atolladero. Suena vago, pero dar más detalles me supondría joderos casi el primer tercio del cómic, y si tenemos en cuenta que son solo 180 páginas no os estaría haciendo precisamente un favor con ello.
En este caso Dwight... en fin. Para qué negarlo, está mucho más soportable, y ha dejado (en parte) ese rollo de "Oh dios no quiero liberar al monstruo que hay en mí, el cual nunca ha hecho nada que no haga de por si y en caso de que lo libere apenas hay diferencia más allá de que me callo y hago un poco más el idiota pero sigo chupando hostias hasta en el DNI", pero sigue siendo un personaje bastante petardo dentro de lo que hay en el resto de Sin city.
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