Lucifer

Sandman es la hostia. Punto. Es uno de los cómics más redondos que he tenido el placer de leer nunca, así que como comprenderéis el hecho de intentar hacer un spin-off de él requiere, además de ser muy bueno, tener el valor suficiente para intentarlo a saber que van a comparar tu obra con la historia de Gaiman sí o sí. Tal y como supondréis por cómo inicia esta entrada, hoy hablaremos de uno de los dos spin-off más famosos de Sandman, Lucifer.

El argumento se sitúa tras el final de Sandman, así que si pensáis leerlo igual preferís saltaros este párrafo. Basicamente, tras abdicar del trono del infierno por voluntad propia Lucifer regenta un club nocturno hasta que un día recibe una visita de un ángel, el cual le ofrece una Carta de Paso a cambio de que cumpla determinada tarea para el Cielo. ¿Qué puede ser esa carta para que Lucifer acepte volver a ponerse a las órdenes de su Creador? ¿Qué clase de tarea le encomiendan? ¿Habrá 2x1 en ese bar alguna vez? Bueno, las respuestas a todo esto se saben bien pronto, pero ya he plantado el germen de la curiosidad. 

A partir de aquí la historia sigue su propio curso y, la verdad, no está mal, aunque en algunos momentos el autor (Mark Carey) parece perder un poco el norte. Es decir, está bien que en algún momento introduzcas capítulos "algo más distentidos", pero tienes que saber cómo y cuando hacerlos si no quieres cagarla. ¿Que a qué me refiero? Que al finalizar una de las sagas más dramáticas de la serie se larga un cap que dices "Vaaaaale, te has cargado la tensión y el respeto que le tenía al personaje más carismático de tu serie tras el protagonista, bien, bien". Asimismo, en algunos momentos la serie puede volverse extremadamente lenta, en especial la primera vez que vemos a los Basanos y en los tomos finales, cuando prácticamente se tiran 8 capítulos de "Va a montarse un follón impresionante, ya verás ya". Que ojo, luego pasan cosas y tal, pero no hacía falta tanto tiempo allanando el terreno.

A modo de consejo, antes de ponerse con Lucifer yo intentaría leer el 4º tomo de Sandman, Estación de nieblas.

En el apartado gráfico tenemos una de cal y otra de arena, pues al igual que Sandman aunque en líneas generales mantenga un buen nivel el baile de dibujantes le pasa factura a la larga. Ojo con esto, pues el estilo preponderante es el de la imagen superior, ese estilo que aparece en los 3 primeros capítulos no se repite en ningún momento de la obra. 

Y bueno, creo que eso es todo. No es para nada un mal cómic, pues tiene algunos capítulos que directamente están a la altura de Sandman, pero en su mayor parte se sitúa bastante por detrás del trabajo de Gaiman, siendo en su conjunto un cómic algo por encima de la media con repuntes de genialidad, pero ni con esas os diría que fuéseis de calle a comprarlo. Sí, Lucifer es uno de los protagonistas más badass habidos y por haber, los personajes que recupera de Sandman aparecen bastante bien tratados y todo lo que me quieras contar, pero que son 7 tomos de 25 euros cada uno leches, por mucha tapa dura que tengan al final termina saliendo casi tan cara como los 10 que componen Sandman.