domingo, 24 de mayo de 2015

Drakengard 3 (texto A)




Sudit - Anti, no puedes adjuntar un vídeo y publicarlo así por las buenas, que esto no es el Facebook.

Anti - ¿Qué quieres decir?

S - En primer lugar, que esto es un blog, y en los blogs se escriben entradas, como artículos, reportajes, análisis... Contenido con sustancia, vamos.

A - Con sustancia.

S - Eso es.

A - Dame un momento...





A - ¿Así mejor?

S - Creo... Creo que no me entiendes.

A - Quieres sustancia.

S - Sí.

A - Esencia.

S - Ajá.

A - Sentimiento.

S - Siempre ayuda.

A - Y no lo ves.

S - No lo veo.






A - No lo entiendes.

S - No veo nada que entender.

A - Estoy hablando de Drakengard 3.

S - No, solo estás enlazando temas de su banda sonA - Te digo que estoy hablando de Drakengard 3.

S - ...

A - ¿Que sería según tú hablar de Drakengard 3? ¿Como lo harías? 

S - Empezaría diciendo que es un juego de acción queA - Empezarías mal.

S - Deja de interrumpirme.

A - No te interrumpo, te corrijo.

S - Drakengard 3 es un juego de acción.

A - ¿Y ya está? ¿No dirías nada más?

S - Comentaría su gameplay superficial, sus misiones repetitivas, su grindeo absurdo...

A - El odio que le tienes.

S - No lo estoy odiando, lo estoy criticando.

A - Lo estás analizando.

S - Por supuesto.

A - ¿Sabes qué estoy haciendo yo?

S - ¿?

A - Escuchar "This silence is mine".

S - La banda sonora se salva.

A - Y ahora me dirás que el doblaje y los diálogos también.

S - Es lo único bueno del juego.

A - Entonces, para ti es un mal juego.

S - Sin duda.

A - Como NieR.

S - NieR es distinto.

A - ¿Por qué es distinto?

S - Oh, venga, ya lo sabes...

A - ¿Por la repetición de zonas? ¿Por el limitado sistema de combate? ¿Por sus gráficos atrasados? ¿O quizás lo dices por su banda sonora? ¿O por sus personajes? ¿O quizás por su doblaje?

S - Sé a donde quieres llevar esto y no, Drakengard 3 no es NieR, sobre todo porque NieR vale la pena jugarlo y Drakengard 3 sería mejor verlo cual serie de animación.

A - No, no quería llegar a esa comparación, sobre todo porque Drakengard 3 no pretende ser NieR. Como mucho lo podemos relacionar diciendo que Drakengard 3 es un NieR de risas y absurdo.

S - Entonces, ¿qué intentas decir?

A - Que Drakengard 3, al igual que NieR, tiene dolencias y defectos, pero también aspectos maravillosos, y por ello defiendo que Drakengard 3 también merece ser jugado. Tiene una gran personalidad, tiene sus momentos sentimentales, tiene un humor constante de lo más divertido y tiene unos personajes que deben ser destacados. Es carismático y resulta llevadero incluso para el jugador inexperto. No tener un gran argumento o jugadas maestras con giros de guión revolucionarios no implica convertirse en chusma del montón, al igual que una jugabilidad plana y con poca profundidad no significa marginarse a la sombra de los grandes de cada género. Somos muy maximalistas cuando hablamos de los juegos, nosotros y todos, y caemos siempre en la misma tónica, para bien y para mal, y a veces nos olvidamos del valor de la subjetividad, de los aspectos notables dentro de la obra media. Hay quien disfruta enormemente con ellos del mismo modo que el mejor de los desenlaces puede parecer simplemente pretencioso para algunos. Sabes qué imagen me gustaría poner para cerrar la entrada, ¿verdad? Aquella que no puedo poner.

S - La conozco.

A - Esa imagen es mi defensa final hacia la grandeza de la subjetividad.

S - No la pongas, es mejor que cada uno la descubra en su momento.

A - No la pongo, pero haré justicia a ella. Drakengard 3 merece un escrito en el que volcarme de verdad, un texto alternativo en el que no hable de como es sino de como se siente, y se lo voy a dar. Pronto.





NOTA: Sudit no ha participado en la confección de esta entrada. La conversación ha sido simulada por Anti, así que no le deben ser atribuidas a Sudit las frases, afirmaciones ni demás sentencias publicadas aquí.






Acerca de Anti

Su nombre real es Albert, pero como no tenéis ninguna foto
sigue siendo inmune las Death Note. Estudiante de
ingeniería industrial, gamer, amante y gamer otra vez,
tiene la ridícula esperanza de que alguien en alguna parte
se fije en sus textos. Quiere dominar el mundo para poder
destruirlo sin impedimentos.

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