miércoles, 14 de diciembre de 2016

Hatoful Boyfriend (Gamer Invisible)

Señoras. Caballeros. A las horas que escribo este texto justo acabo de recibir un email informándome de que ya están listos los resultados de la selección de El Gamer Invisible. (Ya sabéis, esa iniciativa de Zona Delta en la que una persona aleatoria de la comunidad decide a cual juego jugarás de entre tu lista de títulos pendientes.) Os voy a confesar algo: yo personalmente esperaba con muchas ganas este momento, puesto que escogí muy meticulosamente los juegos que iba a listar: obras artísticas universalmente aclamadas, obscuros juegos arcade de Sega Saturn, hipnotizantes experimentos psicodélicos, épicas aventuras con mucho mimo detrás… ¡Cuántas buenas opciones!


Y todo para que al final mi barbudo amigo, el Señor Sergio Sr Rubio, escogiera Hatoful Boyfriend






A no ser que hayas vivido bajo una roca, es muy probable que hayas oído a hablar de Hatoful Boyfriend, la famosa visual novel en la que eres la única alumna humana en un instituto para pájaros. Sí, esa es la premisa del juego, es tan absurdo como suena y pongo a dios por testigo que durante mi primera media hora de juego fui INCAPAZ de dejar de sonreír por el surreal planteamiento de esta VN… y siguiendo mis primeras impresiones, esperaba encontrarme con una historia llena de chistes sobre aves y chorradas por el estilo…

Pero no podría haber estado más equivocado.                          

Veréis, es cierto que Hatoful frecuentemente lanza bromas aprovechando su premisa, pero el juego no tan solo tira de un humor fácil, sino que trabaja sus situaciones comédicas, algunas tan sutiles y refinadas como un simple choque entre las personalidades de varios alumnos y otras tan LOCAS como las rutas de Okosan y Anghel.

-Espera un momento Chato… ¿Has dicho personalidades? ¿Acaso hay un desarrollo de personajes en esta cosa?

Sí. Parece mentida, pero uno de los puntos fuertes de Hatoful Boyfriend es sorprendentemente sus personajes, con los cuales me he reído y emocionado. Y es que, dejando aparte su surreal presentación, Hatoful Boyfriend no deja de ser una visual novel de instituto a la vieja usanza donde el peso argumental reside en las relaciones entre personajes, y creo que ahí es donde reside la brillantez de su ejecución: es una historia súper loca, pero a la vez familiar; tiene una premisa surreal con situaciones que en cualquier otra obra pondrían a prueba tu suspensión de incredulidad, pero contra todo pronóstico hace que te importen la trama y las personas en ella.


Así pues, la historia es interesante, ¿pero cómo está estructurado el juego?

Tu primera partida a Hatoful Boyfriend durará aproximadamente una hora y media, dos si te paras a leer cada línea de diálogo con calma, y en ella seguirás una ruta cualquiera con su correspondiente final… Pero si creéis que ahí acaba la experiencia con esta VN, he de anunciaros que apenas habéis arañado la superficie de lo que el juego ofrece.

Como ya os podéis imaginar, hay un buen número de rutas a seguir y finales que conseguir, y cada uno ofrece algo diferente a nivel de trama y tono, por lo que Hatoful se convierte, al igual que muchas VN, en una aventura para conseguir todos los diferentes finales y descubrir los secretos que guarda el mundo de Hatoful Boyfriend.


-Pero Chato, ¿tan necesario se hace conseguir todos los finales? ¿No puedo acabar una ruta y quedarme con el final que el juego me dé?

De poder puedes, pero créeme, te estarás perdiendo la mayor gracia de la historia. No tan solo porque cada ruta y final representa una pieza del entramado que es la historia, sino porque además, tras conseguir unos determinados finales, desbloquearás el final verdadero de Hatoful Boyfriend, una grandísima, GRANDÍSIMA conclusión que da varios giros de tuerca a la trama además de dar explicación a muchos cabos sueltos. No voy a decir mucho más excepto que es un desenlace brillante y si tenéis el juego, no lo dudéis, ¡id a por él!

Así pues, sí, deberías conseguir todos los finales posibles… lo cual, por desgracia, convierte a Hatoful Boyfriend en ese tipo de juego que a medio plazo debes jugar con guía para ver todo lo que ofrece. Sí, es verdad que puedes conseguir un puñado de finales sin ningún tipo de ayuda, pero si lo que quieres es conseguirlos todos, tarde o temprano tendrás que tirar de una guía para saber exactamente lo que tienes que hacer para ir a un final u otro. No es algo realmente agravante, puesto que encontré muy fácilmente una guía completa del juego sin ningún spoiler (¡gracias internet!), pero creo que es algo que debía comentar.


De hecho, el mayor error de Hatoful Boyfriend (para mí) no es que tengas que tirar de una guía, sino el hecho que el juego está planificado de tal forma que con cada ruta te tienes que comerte muchos diálogos que ya has visto desde tu primer run, lo cual hace que conseguir todo lo que el juego te ofrece se convierta en una tarea repetitiva. Por suerte, en todo momento tenemos la opción de saltarnos diálogos haciendo clic al botón de avanzar, lo cual mitiga la repetición.

Pero aún y ser un poco cansino el proceso de llegar al final verdadero, éste es uno de esos juegos cuyas bondades a nivel dramático son tan buenas y su ejecución es tan satisfactoria que le perdonas con mucha facilidad ese pequeño defecto. Entré esperándome una chorrada, pero salí con una gran experiencia digna de ser recordada. Este es, junto a Undertale y Life is Strange, mi juego favorito que he jugado este año, y no puedo dejar de recomendarlo.

Y si mis palabras no os han convencido para probar Hatoful, tal vez lo haga el tráiler que hizo Devolver Digital para su lanzamiento en occidente.


Dios, cómo me gusta este trailer

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¡Gracias por leer esta entrada! Antes de acabar quisiera dar las gracias a Sergio Sr Rubio por hacerme jugar a Hatoful Boyfriend y a NeoJ por montar la iniciativa de El Gamer Invisible. A los demás, ¡espero que os lo hayáis pasado bien y os deseo un muy buen día! ^^

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