Señoras. Caballeros. A las horas
que escribo este texto justo acabo de recibir un email informándome de que ya
están listos los resultados de la selección de El Gamer Invisible. (Ya sabéis,
esa iniciativa de Zona Delta en la que una persona aleatoria de la comunidad
decide a cual juego jugarás de entre tu lista de títulos pendientes.) Os voy a
confesar algo: yo personalmente esperaba con muchas ganas este momento, puesto
que escogí muy meticulosamente los juegos que iba a listar: obras artísticas
universalmente aclamadas, obscuros juegos arcade de Sega Saturn, hipnotizantes
experimentos psicodélicos, épicas aventuras con mucho mimo detrás… ¡Cuántas
buenas opciones!
Y todo para que al final mi
barbudo amigo, el Señor Sergio Sr Rubio, escogiera Hatoful Boyfriend…
A no ser que hayas vivido
bajo una roca, es muy probable que hayas oído a hablar de Hatoful Boyfriend, la
famosa visual novel en la que eres la única alumna humana en un instituto para
pájaros. Sí, esa es la premisa del juego, es tan absurdo como suena y pongo a
dios por testigo que durante mi primera media hora de juego fui INCAPAZ de
dejar de sonreír por el surreal planteamiento de esta VN… y siguiendo mis
primeras impresiones, esperaba encontrarme con una historia llena de chistes
sobre aves y chorradas por el estilo…
Pero no podría haber
estado más equivocado.
Veréis, es cierto que
Hatoful frecuentemente lanza bromas aprovechando su premisa, pero el juego no
tan solo tira de un humor fácil, sino que trabaja sus situaciones comédicas,
algunas tan sutiles y refinadas como un simple choque entre las personalidades
de varios alumnos y otras tan LOCAS como las rutas de Okosan y Anghel.
-Espera un momento Chato…
¿Has dicho personalidades? ¿Acaso hay un desarrollo de personajes en esta cosa?
Sí. Parece mentida, pero uno de los
puntos fuertes de Hatoful Boyfriend es sorprendentemente sus personajes, con
los cuales me he reído y emocionado. Y es que, dejando aparte su surreal presentación,
Hatoful Boyfriend no deja de ser una visual novel de instituto a la vieja
usanza donde el peso argumental reside en las relaciones entre personajes, y
creo que ahí es donde reside la brillantez de su ejecución: es una historia súper
loca, pero a la vez familiar; tiene una premisa surreal con situaciones que en
cualquier otra obra pondrían a prueba tu suspensión de incredulidad, pero
contra todo pronóstico hace que te importen la trama y las personas en ella.
Así pues, la historia es
interesante, ¿pero cómo está estructurado el juego?
Tu primera partida a
Hatoful Boyfriend durará aproximadamente una hora y media, dos si te paras a
leer cada línea de diálogo con calma, y en ella seguirás una ruta cualquiera
con su correspondiente final… Pero si creéis que ahí acaba la experiencia con esta
VN, he de anunciaros que apenas habéis arañado la superficie de lo que el juego
ofrece.
Como ya os podéis imaginar, hay un
buen número de rutas a seguir y finales que conseguir, y cada uno ofrece algo diferente
a nivel de trama y tono, por lo que Hatoful se convierte, al igual que muchas
VN, en una aventura para conseguir todos los diferentes finales y descubrir los
secretos que guarda el mundo de Hatoful Boyfriend.
-Pero Chato, ¿tan necesario se hace
conseguir todos los finales? ¿No puedo acabar una ruta y quedarme con el final
que el juego me dé?
De poder puedes, pero
créeme, te estarás perdiendo la mayor gracia de la historia. No tan solo porque
cada ruta y final representa una pieza del entramado que es la historia, sino
porque además, tras conseguir unos determinados finales, desbloquearás el final
verdadero de Hatoful Boyfriend, una grandísima, GRANDÍSIMA conclusión que da
varios giros de tuerca a la trama además de dar explicación a muchos cabos sueltos. No voy a decir mucho más excepto que es un desenlace brillante y si tenéis el juego, no lo dudéis, ¡id a por él!
Así pues, sí, deberías
conseguir todos los finales posibles… lo cual, por desgracia, convierte a
Hatoful Boyfriend en ese tipo de juego que a medio plazo debes jugar con guía
para ver todo lo que ofrece. Sí, es verdad que puedes conseguir un puñado de
finales sin ningún tipo de ayuda, pero si lo que quieres es conseguirlos todos,
tarde o temprano tendrás que tirar de una guía para saber exactamente lo que
tienes que hacer para ir a un final u otro. No es algo realmente agravante,
puesto que encontré muy fácilmente una guía completa del juego sin ningún
spoiler (¡gracias internet!), pero creo que es algo que debía comentar.
De hecho, el mayor error de
Hatoful Boyfriend (para mí) no es que tengas que tirar de una guía, sino el
hecho que el juego está planificado de tal forma que con cada ruta te tienes
que comerte muchos diálogos que ya has visto desde tu primer run, lo cual hace
que conseguir todo lo que el juego te ofrece se convierta en una tarea repetitiva.
Por suerte, en todo momento tenemos la opción de saltarnos diálogos haciendo
clic al botón de avanzar, lo cual mitiga la repetición.
Pero aún y ser un poco
cansino el proceso de llegar al final verdadero, éste es uno de esos juegos
cuyas bondades a nivel dramático son tan buenas y su ejecución es tan
satisfactoria que le perdonas con mucha facilidad ese pequeño defecto. Entré
esperándome una chorrada, pero salí con una gran experiencia digna de ser
recordada. Este es, junto a Undertale y Life is Strange, mi juego favorito que
he jugado este año, y no puedo dejar de recomendarlo.
Y si mis palabras
no os han convencido para probar Hatoful, tal vez lo haga el tráiler que hizo
Devolver Digital para su lanzamiento en occidente.
Dios, cómo me gusta este trailer
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¡Gracias por leer esta entrada! Antes de acabar quisiera dar las gracias a Sergio Sr Rubio por hacerme jugar a Hatoful Boyfriend y a NeoJ por montar la iniciativa de El Gamer Invisible. A los demás, ¡espero que os lo hayáis pasado bien y os deseo un muy buen día! ^^
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