miércoles, 31 de enero de 2018

Por qué estoy hablando de sexismo en la comunidad de videojuegos



 
Hace años que los videojuegos dejaron de ser un pasatiempo destinado a los amigotes que se reúnen en su casa del árbol para merendar. El medio está madurando y su público se ha diversificado, los e-sports están en la televisión y los defensores del videojuego artístico ya no son los bichos raros; sin embargo, continuamos arrastrando los mismos clichés. En la entrada a la casa del árbol sigue colgado el cartel de "chicas fuera".

Este pasado año he visto cómo el tema del sexismo en los videojuegos ganaba más fuerza que nunca en mi entorno, he presenciado auténticas campañas de odio por las redes y los foros, usuarios retrógrados que maldecían, insultaban y amenazaban a personas que querían hacer por esta comunidad mucho más de lo que cualquiera de esos cretinos merece. Hoy quiero comentar y, especialmente, dar visibilidad a los casos que más me han marcado.

Pero antes, repasemos algunas cifras básicas sobre el tema. Las últimas estadísticas indican que casi la mitad de los jugadores son mujeres, pero el género femenino sigue ninguneado en este mundillo, tanto por los desarrolladores como por la propia comunidad. Los personajes femeninos relevantes tratados debidamente siguen siendo una minoría, y aunque poco a poco se va perdiendo el miedo a darles protagonismo siguen siendo una pequeña parte en comparación con los masculinos. Fijémonos en los títulos anunciados en las últimas tres ediciones del E3: los juegos con protagonistas femeninas no superan el 10%.

Haced clic en la imagen para ampliarla.
Fuente: Feminist Frequency

A menudo, incluso en los juegos protagonizados por mujeres existe un sexismo flagrante al ser tratadas como personajes de segunda o estar rodeadas únicamente de hombres. Se ha hablado mucho del machismo en los videojuegos y todos conocemos los casos más claros, las actitudes más lamentables y denigrantes... En ocasiones, este machismo está presente de una forma menos llamativa, lo que nos puede engañar para que parezca carente de la misma importancia.

Pero volvamos al tema. A nivel comunidad, el caso más grave seguramente haya sido el Gamergate, un movimiento destructivo y de odio contra el feminismo en los videojuegos; sin embargo, aquí no hablaré de este importantísimo caso, sino que me centraré en las experiencias personales que me han motivado a escribir esta entrada.

Ha habido tres sucesos clave para mí que quiero destacar, algunos más próximos que otros pero todos igualmente significativos a nivel personal. Uno de ellos fue especialmente relevante para la comunidad: la organización de Gaming Ladies.

Gaming Ladies es un evento dedicado a los videojuegos destinado exclusivamente a mujeres. Todas las ponentes, participantes y asistentes son mujeres para lograr así un espacio seguro en el que todo el público pueda sentirse cómodo y sin miedo a ningún tipo de acoso o discriminación. Si alguien tenía dudas de la necesidad de un evento así, el primer intento de organizarlo debió quitarle toda la incertidumbre de golpe: cuando se anunció por primera vez Gaming Ladies y sus intenciones, los insultos, el desprecio y las amenazas inundaron la red, y me refiero a amenazas de muerte y violación. Gente que ni caso le habría hecho al evento si hubiese sido mixto estaba difundiendo una campaña de odio lo más violenta posible hacia jugadoras que solo querían reunirse en paz por una afición en común, incluso planearon formas de boicotearlo. La persecución fue tal que se vieron obligadas a cancelar la primera edición "por no poder garantizar la seguridad de las asistentas", según les comunicó la empresa King (los creadores de Candy Crush Saga), que había estado apoyando la organización del evento.

Por suerte, una segunda edición fue posible y resultó ser todo un éxito, y se realizó una tercera en Madrid centrada en el mundo del retro. Si estáis interesados en las charlas de esta última, podéis encontrarlas en su canal de Youtube.


Girls Make Games es una serie de campamentos de verano,
talleres y gamejams diseñados para inspirar a la siguiente
generación de diseñadoras, creadoras e ingenieras.

El segundo momento que quería comentar, y el más reciente de todos, fue ya en un ámbito más íntimo. Mi pareja y yo formamos parte de una comunidad de Discord que conocimos en Final Fantasy XIV, al que jugamos ocasionalmente, y en un momento dado salió el tema de la violencia en los videojuegos y su influencia en los más pequeños. El tema mutó hasta la presencia del sexismo en ellos y la respuesta fue atroz: que "los social justice warriors se están cargando los videojuegos".

Nos encontramos los dos inundados por un montón de personas enfurecidas porque alguien había puesto en duda sus fantasías, con perlas como que "un personaje femenino fuerte significa ser físicamente poderosa" y ya, incapaces de aceptar cualquier fuente o estudio en contra de su postura, la cual no lograban respaldar de ninguna forma argumentada. Se llegó a aceptar que Sarkeesian recibiera amenazas de muerte porque se había equivocado en algunos ejemplos comentados en sus vídeos Tropes vs. Women, lo cual consideraban equiparable en gravedad. Estos errores existen, pero fueron en ambas direcciones; no desinformación para defender su postura, sino también a la inversa. Con todo, repito: mucha gente ve estos errores de igual gravedad que amenazas contra su integridad física. Fue la ocasión en que más acorralado me sentí en una discusión así y lo que me convenció para intentar ayudar de manera activa a esta causa.

También me sirvió para comprobar hasta qué punto se puede pasar por alto el machismo en aquello que nos gusta. Con el lanzamiento de Xenoblade Chronicles 2 hubo una cierta polémica por el diseño de sus personajes, especialmente de uno llamado Dahlia.


Dahlia, los polígonos de la discordia.

Salta a la vista lo poco acertadas que son sus proporciones y lo degradantes que resultan, pero algunos fans llegaron a justificarlo esgrimiendo argumentos como que la artista original era una mujer —habría que ver qué directrices recibió para su trabajo— o que en un mundo de fantasía es posible cualquier cosa. Este último punto es el verdadero peligro, la gran cortina de humo tras la que muchos se esconden. Que una obra sea de ficción no significa que puedas estampar cualquier disparate y justificarlo con magia sin ton ni son, no cuando el resultado es denigrante y sin justificación, porque entonces pasa a ser simplemente ofensivo, un mal modelo. Puedes hacer un personaje homófobo o racista, si estos rasgos tienen algún valor en la historia, pero no convertir estas actitudes en un estándar cuando a la obra ni le va ni le viene, porque entonces solo estás normalizando una segregación. Algo similar pasó en la discusión de la que os hablaba, donde la objetificación de las mujeres se defendía por formar parte de una fantasía o bien diciendo que existen muchos personajes masculinos sexualizados, confundiendo sexualización con claras representaciones de fantasías masculinas de poder.

Si los valores en un mundo ficticio son importantes es porque cualquier medio al que nos expongamos afecta a nuestro comportamiento y respuesta. No, no vale decir que sabemos diferenciar entre una situación real y una imaginaria, cualquier modelo de conducta modifica nuestro comportamiento, especialmente en edades más tempranas. Suditeh, que es psicólogo y está familiarizado con el mundo de la sociología, me ha enlazado algunos estudios al respecto donde, además, se comentan temas como la importancia de la identificación con el modelo:


Y nos falta un punto, el último de los sucesos que quería relatar. Hasta hace algún tiempo, yo era un miembro activo de Arcadia Fighters, una comunidad de juegos de lucha española de la que ahora me he distanciado. En su foro y sus torneos conocí a usuarios como Sacred o Sh4rin, así como tantos otros. Uno de estos jugadores fue Nercromina, una muy habilidosa chica aficionada al fighting con abundantes horas de experiencia a sus espaldas. ¿No os suena su nombre? Podéis verla en el siguiente vídeo luchando contra Daigo, uno de los mejores jugadores de fighting del mundo, conocido por muchos por el Evo moment #37. El combate que os muestro es de la DreamHack 2013:




Si habéis visto el vídeo supongo que sus habilidades han quedado más que probadas, con comentaristas que la califican como una de las mejores jugadoras españolas, quizás la mejor de todas. Hace algo más de un año, Nercromina decidió ofrecer clases pagadas a aquellas personas que quisieran iniciarse en los juegos de lucha. Vino al foro de Arcadia Fighters, comentó la idea, su intención de compartir el seguimiento de las clases y pidió consejo sobre qué jugadores profesionales de Street Fighter V seguir, ya que aún conociendo bien el juego no estaba tan puesta en la competición profesional como lo estuvo con Street Fighter IV. Sorpresa sorpresa, no tardaron en aparecer los típicos usuarios desacreditándola por "querer enseñar algo de lo que no tiene ni idea", y aún le echaron la culpa a ella por venir al foro a preguntar. ¿Discutir una idea de forma constructiva? ¿Debatir la mejor forma de enfocar el proyecto? Parece que es mucho pedir para una comunidad supuestamente amistosa. Una semana más tarde comentó las tres primeras clases en otro hilo, donde volvió a salir algún que otro comentario metiéndose con ella.

Si este momento fue importante para mí es porque lo recuerdo como la primera vez que presencié de cerca una discriminación tan gratuita, y a día de hoy lamento mucho no haberme mojado más y haber dado más apoyo cuando sucedió todo esto, no solo un mensaje suelto perdido por ahí. Podría haber hecho más, podría haber ayudado a compensar la balanza, pero no lo hice, y aún hoy me aflige esa cobardía. Nercromina no volvió a escribir en el foro, espero que continuara con las clases y con cualquier otro proyecto que tuviera entre manos.


Y todo esto es lo que me trae hoy aquí.



FemDevs es una asociación sin ánimo de lucro que nace
con el objetivo de promover el interés, la participación y la presencia
de las mujeres en la industria del videojuego.


Vistos estos ejemplos, leídas las muestras de sexismo... ¿Qué podemos hacer para combatirlas? Hemos pedido ayuda a FemDevs para dar respuesta a esta pregunta y nos han proporcionado unos artículos ideales tanto para concienciarse sobre este problema como para saber de qué forma debemos actuar y afrontarlo:


Recordad que la lucha por la igualdad puede y debe reivindicarse en cualquier entorno. No os calléis cuando presenciéis escenas machistas, denunciadlas, dejad claro por qué esta actitud es tóxica; lo importante es no guardar silencio cuando nos encontremos con la discriminación, ya sea en una conversación con los amigos, en el mundo laboral o en una obra de ficción. Dad visibilidad en redes y espacios personales a las organizaciones como Women in Gamesque luchan por el feminismo en los videojuegos y la igualdad en la comunidad, difundid sus eventos para que se den a conocer más fácilmente. Entre todos, podemos marcar la diferencia.








Acerca de Anti

Ingeniero catalán aficionado a calcular por qué
tu juego favorito no cumple las leyes de la física.
En los fightings coge a los que dan abrazos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario