Bueno, finalmente aquí está. Cuando el año pasado escribí aquel "Mis 10 cómics favoritos (2013 edition)" ya avisaba al empezar, medio en coña medio en serio, que no encontraríais Sandman en esa lista, pues todavía no lo había leído. Por mucho que me moleste decir "Sí, la masa tenía razón" he de admitir dos cosas: Sandman es de los mejores cómics que he tenido el placer de leer y, a menos que suceda un milagro, estará en la primera posición de ese peculiar top durante los próximos años.
Contaros el argumento de Sandman es, aparte de difícil, una putada para el lector, pues cuanto menos sepáis de esta obra más la disfrutaréis. Dejémoslo en que Sandman es a la mitología y literatura lo que Planetary a los cómics, o dicho de otro modo: un homenaje brutal a toda esa materia. Y además resultando entretenido y de altísima calidad, lo que tiene incluso más mérito.
Los capítulos de Sandman siguen dos corrientes: historias autoconclusivas de un solo número y sagas de 8-10 capítulos, y os aseguro que aún ahora soy incapaz de decidirme cuales me gustan más. Bueno, quizás las sagas porque algunas de las historias como Hombres de fortuna piden a gritos una mayor extensión que las típicas 24 páginas del cómic-book americano para desarrollar aún más su premisa y personajes, pero aún así está de maravilla.
¿Os preguntáis a qué viene la imagen superior con tantos estilos diferentes de dibujo? Bueno, resulta que Sandman tuvo muchos cambios de dibujante (aproximadamente uno cada 5 capítulos), lo cual tiene dos consecuencias: mucha variedad (eso es bueno) y no todos tienen la misma calidad (eso es malo). En general la mayoría mantienen un nivel medio-alto, pero hay alguno en concreto (sí Marc Hempel, te miro a ti) que no terminan de dibujar de una forma totalmente adecuada a las necesidades narrativas. Al menos ninguno dura demasiado, así que si no te gusta en nada tendrás a otro a los lápices (excepto el dichoso Marc Hempel, que se encarga de nada más y nada menos que 11 números durante el arco más importante de todos con diferencia). Sobre la polémica de que le cambiaron el color hace ya un par de reediciones no tengo queja, me gusta mucho más el nuevo al viejo.
Independientemente de esto último solamente tengo una queja: el capítulo final. Ojo, recalco el uso del término "capítulo", pues mi queja va referida a este y no el final en sí. Veréis, pese a tener 75 episodios Sandman podría acabar perfectamente en el 72, 73 o 74, y con cualquiera de ellos yo estaría encantado, pues estos tres números cierran a la perfección todo y es eso lo que transmiten, una sensación de conclusión rendonda. Entonces es cuando tú, alma cándida, lees el 75 y tienes la impresión de que Gaiman dijo "Anda mira, un guión sin utilizar, casi que no lo voy a dejar aquí tirado porque sería una pena". En serio, me ha parecido una historia que podría haber estado en cualquier otra parte (y de verdad que creo que habría estado mejor en cualquier otro momento). Es cierto que contiene un par de detalles que conviene no desvelar hasta los compases finales de la serie, pero en mi opinión el conjunto estaría mucho mejor si eso mismo se hubiera publicado al inicio del décimo volumen (Nº 70) o entre el 73 y el 74. Como digo no es un mal capítulo, pero me parece un desliz un tanto triste que ese sea el final de Sandman cuando hay otros que aportan un cierre bastante más robusto y satisfactorio de cara al lector de la obra.
Bueno, hablemos de la edición de ECC. Los que me conozcáis sabéis que les tengo mucha tirria a estos señores, pues es raro el día que diga algo bueno de ellos a causa de sus típicas idas de olla con el tema formato - precio. Sin embargo, Sandman es la excepción que confirma la regla. No se me caen los anillos al decir que, aunque no llegue a lo absurdamente redonda que era la vieja edición de Planeta, esta es una de las mejores opciones que tenéis de haceros con este señor cómic. 10 tomos de grosor variable pero precio fijo (17,95) en tapa dura, con algunos extras curiosos (el guión de cierto capítulo del tomo 3, dibujos promocionales de otros artistas, portadas), imagen en el lateral bien bonica...
Independientemente de esto último solamente tengo una queja: el capítulo final. Ojo, recalco el uso del término "capítulo", pues mi queja va referida a este y no el final en sí. Veréis, pese a tener 75 episodios Sandman podría acabar perfectamente en el 72, 73 o 74, y con cualquiera de ellos yo estaría encantado, pues estos tres números cierran a la perfección todo y es eso lo que transmiten, una sensación de conclusión rendonda. Entonces es cuando tú, alma cándida, lees el 75 y tienes la impresión de que Gaiman dijo "Anda mira, un guión sin utilizar, casi que no lo voy a dejar aquí tirado porque sería una pena". En serio, me ha parecido una historia que podría haber estado en cualquier otra parte (y de verdad que creo que habría estado mejor en cualquier otro momento). Es cierto que contiene un par de detalles que conviene no desvelar hasta los compases finales de la serie, pero en mi opinión el conjunto estaría mucho mejor si eso mismo se hubiera publicado al inicio del décimo volumen (Nº 70) o entre el 73 y el 74. Como digo no es un mal capítulo, pero me parece un desliz un tanto triste que ese sea el final de Sandman cuando hay otros que aportan un cierre bastante más robusto y satisfactorio de cara al lector de la obra.
Bueno, hablemos de la edición de ECC. Los que me conozcáis sabéis que les tengo mucha tirria a estos señores, pues es raro el día que diga algo bueno de ellos a causa de sus típicas idas de olla con el tema formato - precio. Sin embargo, Sandman es la excepción que confirma la regla. No se me caen los anillos al decir que, aunque no llegue a lo absurdamente redonda que era la vieja edición de Planeta, esta es una de las mejores opciones que tenéis de haceros con este señor cómic. 10 tomos de grosor variable pero precio fijo (17,95) en tapa dura, con algunos extras curiosos (el guión de cierto capítulo del tomo 3, dibujos promocionales de otros artistas, portadas), imagen en el lateral bien bonica...
Las portadas. Sí, el portadista de los 75 números fue Dave Mckean, el tío que hizo Arkham Asylum.
Creo que no tengo mucho más que decir sobre Sandman. Qué leches, sí que se me ocurren más cosas que comentar como lo muchísimo que bebe de La cosa del pantano de Alan Moore y demás, pero no voy a haceros perder el tiempo con los spin-offs (Lucifer, The dreaming, Mystery Theatre...) ni tomos especiales (Sandman Infinito, Oberture, Noches Eternas...). Dejémoslo así de claro: The Sandman se ha convertido por méritos propios en mi cómic favorito, y os aseguro que no he leído pocos. Si le perdonáis unos primeros capítulos algo flojos (el primer tomo) tendréis ante vosotros una de las mejores series creadas en este formato. Asimismo, si os gusta no dudéis visitar este blog, que analiza capítulo a capítulo todos los números de la serie y os aseguro que os sorprenderéis con el número de referencias que tiene. Eso sí, esperar a haber terminado la serie para entrar.
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