martes, 2 de septiembre de 2014

Nintendo no es una ONG, pero tampoco nosotros sus empleados


Normalmente paso bastante de la actualidad del medio porque, para qué negarlo, me parece muy redundante meterme en polémicas estúpidas donde ni pincho ni corto. Ahora bien, cuando veo usuarios defendiendo prácticas de muy dudosa moralidad excudándose en el "Las compañías son empresas", "Su objetivo es ganar dinero" y "No son ONG" me pregunto muy seriamente qué clase de percepción de sí mismos tienen. Porque vale, ellas tienen muy claro que quieren sacar el mayor beneficio al menor coste, ¿pero qué hay de nosotros?

Tal y como supondréis, este texto viene muy motivado con el anuncio de la NEW 3DS, upgrade de la actual 3DS que por tener un poco más de potencia extra segmenta brutalmente el mercado, pues en adelante saldrán títulos exclusivos para esta que los más de 40 millones de compradores actuales de 3DS no podrán jugar a menos que pasen por caja otra vez. Yo puedo entender que una compañía saque un accesorio puntual para X juego que sino sería imposible de realizar como pudo ser el Expansion Pack en su momento, o el WiiMotionPlus, por poner un ejemplo más actual, pero me sorprende sobremanera que los propios usuarios defiendan estas prácticas diciendo que Nintendo está en su derecho porque su objetivo empresarial es ganar más dinero. Es decir, ¿te das cuenta de que Nintendo acaba de sacársela de la manga solo para sablear brutalmente a sus usuarios y aún por encima los defiendes? Guau, el Gran Hermano estaría muy orgulloso de ti. 

"Si no te gusta no lo compres" dirán algunos, pero es que ya no solo se trata de pasar o no por caja, sino que esos mismos usuarios que normalmente se vanaglorian de no estar en la nómina de ninguna compañía aceptan gustosos que se les tome por el pito del sereno a la primera de cambio... ¡Y aún por encima defendiéndolo! De verdad, me da mucha pena todo esto. Cada uno es muy libre de gastar su dinero donde quiera, eso está claro, pero en el momento en que el consumidor deja de lado su espíritu crítico y acepta pagar por absolutamente cualquier cosa que le ponga delante su compañía fetiche está claro que las cosas van realmente mal.

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