Puto Alan Moore de los cojones, cómo se le va la olla en el buen y mal sentido.
Puto Alan Moore de los cojones, cómo se le va la olla.
Puto Alan Moore de los cojones.
Puto Alan Moore.
Alan Moore.
¿Y ya está?
¿Ya está qué?
La entrada.
Sí, ¿no?
Pero si llevas dándome el coñazo con Promethea dos semanas, algo más tendrás que decir de ella, ¿no?
Hombre, podría alargarme, pero...
¿Pero?
Es que no sé qué diablos decir, la verdad. Promethea empieza como cualquiera de las otras cinco series que se propuso guionizar Moore de manera simultánea en el 99 cuando montaron la editorial ABC, pero a partir de ahí...
¿Qué pasa?
Al principio parece que será una historia de superhéroes al uso, pero en nada vemos que ya no es tanto un "Historia de superhéroes con un lore detrás" como "Lore con una historia de superhéroes para hilarlo todo"
¿Mande?
Me refiero a que no es que Moore intente contarnos una historia, sino que la historia es la excusa de Moore para soltarnos durante más de un tercio de la obra simple exposición metafilosófica, la cual se sustenta tanto en teorías "reales" (el mito de la caverna, los estudios de Crowley sobre las cartas del tarot, la cábala...) como en las aportaciones de Moore al material (la Inmateria, los capítulos finales, el papel de Promethea...). Sin embargo, esto no sería ni de lejos lo mismo si no lo dibujara el señor J H Williams III:
Vale, entonces en cuanto me termine de leer Planetary (o mejor dicho, lo empiece) y finiquite The Maxx (el cual tampoco he empezado) y me haya visto Tengen Toppa Gurren-Lagann (que voy en el capítulo 2) me la compro.
Esto... eso tampoco es así. En plan, Promethea es de lo mejor de Alan Moore y se nota que es justo lo que él quería escribir, pero es densísimo de narices, una ida de olla brutal y está descatalogado, siendo la última edición disponible la de Norma en 5 tomos tapa dura. Realmente os diría que si os gusta el barbas le deis una oportunidad, pero tened bastante cuidado con el cómo la afrontáis porque puede llegar a atragantárseos considerablemente.
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