Bien.
¿Para quién trabajas?
¿Quién te ha enviado a atacar mi hogar?
¿En serio creías que tenías posibilidades de derrotarnos?
¿Rechazas el diálogo?
Muy bien, eres muy libre de hacerlo. Si crees que tus líderes pueden causarte mayor mal que yo es tu decisión pensarlo, pero te recuerdo una cosa.
…en fin, supongo que se me puede olvidar ponerte agua o comida uno o dos días.
Piensa bien sobre lo que me contarás mañana. He oído que el pato a la naranja está delicioso...
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