lunes, 1 de agosto de 2016

La Gran Semana Gallega (2015) - 6


- Rokuso3 en color rojo.
- Anti en color amor.
- Chato en color fuck you.

DÍA 6

¡A Santiago de Compostela todo el mundo! A mí, que me gusta el turismo cultural y la arquitectura religiosa y todo eso, me hace especial ilusión. Mientras, Suditeh nos repite mil veces lo coñazo que es ir allí y que solo le interesa pasarse por la Norma. Yo, ya inmune a su hate, resisto y conservo las ganas de visitar la catedral.
¡Hoy vamos a Santiagooooo! Llegamos al tren muy justos por culpa del barco y mi precaria forma física me deja en evidencia. Os odio por hacerme correr.
Javi y yo intentamos hacer sprint hacia la estación pero Vic y Albert casi acaban en el suelo en el intento. Nota de Vic: Albert solo quería ligar conmigo y por eso me esperó. ¡Vamos chicos! ¡Que soy el que se está muriendo por culpa de la medicación! (Que Chato se dopa, vamos.)

Hemos visto la catedral de Santiago, muy bonita y barroca, con tanto oro que podríamos hacernos todos collares y pulseras del dólar y nadie notaría su ausencia en la catedral. Ha valido la pena y es realmente bella, de verdad.
Realmente impresionante. Esos relieves, las columnas imponentes, la riqueza del detalle… ¡Y hemos enganchado el botafumeiro! El botafumeiro es una especie de péndulo enorme que va soltando incienso al oscilar por la nave de la catedral. ¡Soy un turista feliz!
Anti y yo no hemos malgastado el tiempo en actividades tan superficiales como apreciar la arquitectura románica-barroca y nos hemos puesto a contar cuantas tías guapas había en la iglesia.
En verdad, aunque parezca que lo que hacíamos era una lacra para la religiosidad de un sitio tan sagrado, pensadlo bien: si durante siglos la iglesia se toma tantas molestias en crear lugares de culto súper bonitos para adorar a un Dios que prácticamente está en todas partes, ¿por qué apreciar la belleza de nuestros hermanos creyentes ha de ser menos religioso?
Recordemos ese momento en que Anti le entró a una guiri preguntándole cómo se dice “Te voy a matar” en alemán. Cosas que solo te pueden pasar con Anti.
He aprendido que “te voy a matar” en alemán se dice “this is my boyfriend”.
Nah, simplemente nos aburríamos y había demasiadas guiris guapas como para no advertirlas. Dios, eres un buen tío por ser tan enrollado y dejarnos hacer el indio en tu iglesia. Mis respetos nigga.

Hemos aceptado todas las tartas que nos han ofrecido por la calle en plan guiri catalán y decidimos hablar en nuestra lengua para que, sobretodo, se dieran cuenta de que somos turistas. Qué bueno está todo aquí hostia.
Además, hemos aprovechado el paseo para visitar la universidad de Suditeh y algún parque de la zona. ¿Y sabéis qué? ¡Chato me ha regalado un libro! “Cordero”, de Christopher Moore, que viene a ser algo así como Cristo torturando lagartijas de pequeño y resucitándolas para poderlas hacer sufrir más. Lo he empezado y prometo ponerme de una vez con él, que me estaba dando muchas risas.
Christopher Moore bitches, de mis autores favoritos. Leeros “Un trabajo muy sucio” o “El ángel más tonto del mundo”. Es muy bueno.
Luego hemos ido a un restaurante carísimo según estándares gallegos pero normal para los catalanes, y nos hemos ahorrado los 15-16€ del postre porque se han olvidado de ponerlos en la factura. ¡¡¡¡YAYYYY!!! Hemos huido felices y sintiéndonos malotes, pero Chato se deja la chaqueta y vuelve a recogerla. Por suerte, nadie reclama nada y nos ahorramos un dinerito.
Pheeww, ¡casi me dejo la chaqueta!
Todo hay que decirlo, y es que menos mal que no se dieron cuenta del error en la cuenta, porque no estaba yo para correr mucho después del atracón. Bueno, ni para correr, ni para andar, ni siquiera para hacer la croqueta, así que hemos ido a reposar un poco en el piso que tiene Suditeh (otro piso, sí) en Santiago.
Cotilleamos la casa de Suditeh en Santiago mientras esperamos a que abran las tiendas y ¡vamos a la famosa tienda de cómics! Muy chula aunque me gustó más la de Vigo. Tienen cosas raras nivel Artbook de Front Mission en una estantería que nadie mira, y volvemos a casa felices y un poco más pobres por el dinero gastado en la tienda.
El saber no ocupa espacio, pero mis nuevos libros no caben en la maleta.


Día 7.

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