Hacía ya un tiempo que varia gente a la que sigo hablaban de Senki Zesshou Symphogear con bastante fervor y entusiasmo, hasta el punto que no era extraño levantarme y encontrar fanart en mi timeline casi cada día. A pesar de ello, nunca dí el paso para verla debido a que tenía sólo un 7.07 de nota en MyAnimeList, lo cual no suena mal pero para los estándares de la página es una nota flojita… pero al final me atreví a dar el salto y echarle un ojo, así que hablemos de Symphogear.
[Antes de empezar, quisiera advertir que si tenéis intención de ver la serie, mi consejo es evitar leer esta entrada si queréis disfrutar al máximo de los primeros capítulos]
En un futuro alternativo, una amenaza sobrenatural conocida como Noise aterroriza al mundo, y la única forma de combatirla es con los Symphogears, unos trajes/armas con poderes sobrehumanos que sólo pueden activar chicas adolescentes con el poder de la canción. Es una premisa muy estándar y se reduce a ser otra serie de chicas mágicas mahou shojo pero con canciones JPOP tomando protagonismo durante las secuencias de acción. Obviamente, esto al principio el espectador no lo sabe, por lo que el primer capítulo me dejó fascinado pensando que este sería un show muy extravagante y over-the-top, pero una vez la trama se asienta en el segundo episodio y empiezas a ver por dónde van los tiros, uno ve que es en realidad un anime bastante convencional: tienes la entidad mágica Noise, que uno nunca sabe dónde aparecerá; una protagonista que tiene que compaginar su vida de instituto con el deber de proteger la ciudad; arcos argumentales de encontrar tu propio lugar en el mundo… el guión no explora nuevos horizontes ni nada parecido, así que por poco que hayas visto alguna de las miles de obras con la misma fórmula, Symphogear no te pillará por sorpresa.
A pesar de ello, he de decir que Symphogear parece ser muy consciente del tipo de serie que es y es que no apunta para ser nada rompedor y se dedica a ser un anime de acción ligero bien ejecutado. No tiene mucha chicha en lo que respecta a historia y personajes, pero a la misma vez no se alarga demasiado en interacción de personajes y exposición, por lo que el ritmo de la serie no se resiente, y como resultado tenemos una serie que entra muy fácil.
También ayuda el hecho de que a pesar que hay mil animes parecidos ahí fuera, se nota que los creadores han puesto bastante mimo en el producto final: tiene buena animación, estética, diseños y fondos interesantes y una banda sonora JPOP muy upbeat y molona, por lo que el resultado final es muy agradable de ver…
...hasta que entramos en el último arco de la serie.
Hasta el capítulo 8 o 9 estaba muy satisfecho por cómo se estaba desarrollando la serie, pero una vez que entramos en lo que vendría a ser la recta final, lo que antes era un anime simple pero sólido ahora se vuelve un tanto flojo. En primer lugar, el ritmo empieza a desacelerar, obviamente para centrarse en el conflicto que toda la trama ha ido construyendo. En otras obras esto es una buena herramienta para pausar y dar un vistazo más detallado de la historia y motivaciones del enemigo final, pero como aquí el antagonista no es un personaje especialmente complejo ni nada que uno no haya visto en otras obras, lo que ocurre es que los capítulos finales no sean tan interesantes, a pesar de que la situación de riesgo es considerablemente más grande y se suponga que deberíamos estar al borde de nuestros asientos.
Y para rematar, la serie decide que es un buen momento para introducir elementos argumentales abruptamente sin ningún tipo de build-up anterior, lo cual incluye un backstory religioso que choca con el tono futurista-mágico de la serie y un par de habilidades de las protagonistas que ponen a prueba nuestra suspensión de incredulidad. Dicho esto, no tengo mucho problema con estos elementos en sí, sino el hecho de que están metidos con calzador sin noticia previa. Perfectamente los hubiera aceptado más fácilmente de existir un par de escenas en capítulos anteriores que apuntasen a ello, pero no es el caso y ello hace que la serie pierda fuelle y consistencia en su último acto, además de acabar en una nota... un tanto infantil, si os soy sincero.
Y es una pena que la serie no acabe del todo bien, porque realmente me estaba diviertiendo con Symphogear. No es nada excepcional, pero como serie ligera creo que cumple bastante bien. Me gusta cómo se ve, la banda sonora puede llegar a ser muy top si te gusta el JPOP comercial, las escenas de acción están bien orquestadas, tiene buen ritmo… flaquea a la hora de tener una historia o personajes con chicha, pero por lo demás está bien ejecutada y me ha dejado el suficiente buen sabor de boca como para animarme a ver sus continuaciones en un futuro, a ver si consiguen mejorar sus defectos. Si os atrae lo que veis, no perdéis nada en echarle un vistazo, son sólo 13 capítulos, pero sed conscientes de sus pretensiones como obra ligera.
Le doy a Senki Zesshou Symphogear tres Hibikis sobre cinco.
¡Gracias por leer este texto y que paséis un buen día!
-Chato Maltés
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