Chicos, hoy toca ejercicio mental. A ver, cerrad los ojos e intentar imaginar lo que os voy a ir diciendo. Superman encerrado en el asilo Arkham para dementes por haber matado a Lex Luthor. Bizarro héroe nacional. Llueven tartas del cielo. Lois Lane calva. Flash obeso. Jóker Dios del universo. ¿Ya? Pues en eso consiste este crossover que salió a la luz en el año 2006. ¿Queréis saber algo más de esta miniserie en dos partes? Pues dadle a leer más.
Como acabo de decir, este crossover se divide en dos partes: Superman Arkham (5 episodios) y Emperados Jóker (otros 5). Ambas historias tienen como nexo de unión el último capítulo de Superman Arkha, siendo éste a su vez el primero de Emperador Joker. Así, tenemos un especial de 9 capítulos que nos entretendrá durante una o dos horas... a partir de Emperador Jóker, pues Superman Arkham es una porquería. Lo único interesante de los cuatro primeros episodios son las constantes fugas de Superman de Arkham, momento en el que se encuentra con personajes como Supergilr o Superboy, los cuales han visto sus vidas modificadas.
Cada vez que veía aparecer a este hombre me saltaba sus diálogos, qué tortura por Dios.
El principal problema de esta parte de la serie no es que sea difícil de leer ni nada por el estilo; es que simplemente es demasiado absurda. Conversaciones sin sentido (cuando aparece Bizarro ya directamente me saltaba los diálogos), situaciones inverosímiles, personajes rarísimos... cierto es que todo esto tiene una base argumental, pero se hace un coñazo estar durante casi 150 páginas leyendo cosas irrelevantes. Creo que con la mitad de números habrían conseguido el mismo resultado.
Afortunadamente, a partir del último número de Superman Arkham la cosa empieza a remontar, alcanzando unos picos de interés muy elevados en el último capítulo de Emperador Jóker, llegando el Joker por momentos a recordarnos a Kefka. Eso sí, la conclusión final puede no ser del agrado de todos, avisados estáis.
El dibujo y la composición de viñetas está bastante bien, aunque en algunos momentos del final se vuelve caótico.
En definitiva, estamos ante un crossover curioso que, pese a no presentarnos una idea original (en 1981 Joker ya había recibido poderes divinos para hacer lo que le apeteciera con el universo) sí que nos entretendrá durante la hora-hora y media que nos puede durar.
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