domingo, 30 de septiembre de 2012

Puto asco de fanservice

Lo odio. Lo detesto. Me repugna. Me saca de mis casillas. Si pudiera lo prohibiría.

Quizás alguno piense que exagero. Otros se estarán preguntando qué es eso del fanservice. Bien, según la wikipedia es "aquellos elementos superfluos a la historia principal pero usados para divertir o atraer a la audiencia". Ahora que ya lo sabéis, diréis que qué tiene de malo el fanservice, pues muchas veces son cameos, chistes internos o apariciones de personajes en el momento justo que nos ponen a los fanes los dientes largos. La verdad, con estos (siempre y cuando no se usen en exceso) no tengo el menor inconveniente. Es más, en muchas ocasiones soy el primero en disfrutarlos. Ahora bien, el problema es "el otro" fanservie. Permitidme un par de ejemplos gráficos tirando de google (enlazo en lugar de copiar las imágenes para evitarme problemas con los dueños del dominio):






Tendrá su público, vale, pero a mi me parece simple y llanamente vergonzoso querer meter tetas y culos cada cinco páginas para que los chavales que acaban de descubrir las pajas puedan tocarse a gusto durante la lectura del manga. Señores mangakas, si quisiera hacerme una paja mirando un dibujo tiraría de google y encontraría mil y una fotos para escoger, pero cuando me compro un manga lo que busco es una historia entretenida independientemente de su número de tetas por metro cuadrado. Que si, las series pueden tener fanservice en un momento dado (por ejemplo, el anime de Soul eater tiene sus puntitos de fanservice en forma de la fémina que encabeza esta entrada y no pasa nada, es un gag cómico más) pero lo que hacéis algunos es de escándalo.

Por ejemplo, para seguir en la tónica de Soul eater, hace poco mi hermano, fan declarado del anime, se hizo con el primer tomo del manga nada más verlo en una tienda. Ni decir tiene la cara de subnormal que se le quedó al ver esto:


Una vez para hacer la coña vale. Dos también. Mínimo 3 por capítulo me parece excesivo no, lo siguiente. Luego nos quejaremos de que nos tratan como productos de segunda. Normal, parece que estén dirigidos a pajilleros de 13 años, no me joder. Realmente me repugna ver cómo por un lado tenemos series como Monster (recomendadísima tanto en manga como en anime, tengo que dedicarle una entrada algún día), que se le da al sexo un tratamiento totalmente natural y adulto que ya querrían para sí más de dos o tres series españolas y en el lado contrario cosas como este manga de Soul eater o el de Corpse party, el cual directamente dejé de leer por la vergüenza ajena que me producía.

Y ojo, que me centre en el manganime por ser donde más fama tiene no quiere decir que sea terreno exclusivo. Como ya sugerí en el párrafo anterior, solo hace falta ver cualquier anuncio, trailer o serie de la televisión pública para toparnos con escenas de sexo, desnudos, tetas o demás familia en cuestión de segundos. Y luego aún tenemos los cojones de quejarnos de los videojuegos violentos.

P.D. Esta entrada nació durante la creación de la de El señor de las moscas. Mientras la redactaba descubrí que hay un manga inspirado en la historia. Ya os imagináis mi sorpresa al buscar imágenes en google de la misma y toparme con esto...

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