sábado, 19 de enero de 2013

Kiki de Montparnasse


Bueno, recientemente me apunté al club del cómic de la biblioteca de Santiago, siendo mi nueva actividad extraescolar (¿se sigue diciendo extraescolar cuando estás en la universidad?) leer un cómic cada dos semanas y quedar una horita los lunes por la tarde para comentarlo. A cambio, descubro y cato títulos que de otro modo no captarían mi atención y además la biblioteca nos consigue ejemplares para todos de cómics que, de otra forma, no podría leer (mentira, me los piratearía en 5 minutos, pero hay que disimular y dárselas de legal). Como supondréis por la cabecera de esta entrada, el primer cómic que me tocó leer ha sido Kiki de Montrarnasse (no pienso escribrilo de vuelta, a partir de ahora Kiki a secas).

La historia de este cómic es que me salté la primera reunión porque me llegó el aviso una hora antes de la reunión y no había empezado el cómic, así que me lo leí al día siguiente de la misma... ah, que lo que os interesa es el argumento, haberlo dicho antes... dicho finamente, es la biografía de una "huérfana" de principios de siglo pasado que se va a París, se convierte en prostituta, modelo nudista de cuadros y fotos, bailarina, cantante, actriz, cocainómana, presidiaria y muchas, muchas cosas más, así que como supondréis no es un cómic para todos los públicos ni por su ritmo ni por la temática del mismo, pues la vida de Alice Prin (más conocida por su nombre artístico, Kiki) no fue precisamente un modelo de conducta.

Sobre el cómic en sí... está bien pero ni fu ni fa. Sus 336 páginas se leen rápido y entretienen lo suyo, sí, pero por momentos se me hizo caótico, como si hubiera un montón de escenas sueltas y en lugar de unirlas el autor las pusiera seguidas. Por un lado es comprensible, pues para la redacción de este cómic tuvo que basarse en las memorias sacadas por Alice hace más de 50 años y es un poco imposible preguntarle a Kiki por los vacíos entre capítulos sin emplear medios sobrenaturales, mas una cosa no quita lo forzados que quedan en ocasiones ni el daño que le hace a la continuidad de la narración (por ejemplo, en un momento pasamos de acabar de empezar a salir con Henri a su desaparición en solo dos páginas, lo cual queda muy cogido por los pelos). Otra cosa que tampoco me convenció son los personajes que desaparecen sin dejar rastro



En definitiva, los que busquéis el nuevo Maus no lo vais a encontrar aquí: Kiki lo pasa mal, si, pero a diferencia del Vladek ella sufre por sus decisiones (la coca, su codicia y temperamento...), así que no esperéis alcanzar el mismo grado de identificación con ella que con el otro. Está bien pero nada más, y los 20€ que piden por él se me antojan caros, recomendando una "lectura provisional" antes de invertir dinero en él. A los que busquéis algo lleno de intrigas, acción y movimiento alejáos y mucho del mismo.

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