Corea del Norte es, sin lugar a dudas, uno de los lugares más misteriosos del planeta. No tendrá extrañas selvas inexploradas ni grandes monumentos cuya utilidad nadie sabe, pero dudo que ninguno de los presentes sepa a ciencia cierta cómo vive la gente en ese búnker a nivel político. Siendo un lugar tan hermético como es, apuesto a que más de uno aceptaría de buen grado una narración sobre un Canadiense que vivió un año en la capital norcoreana. Señoras y señores, espero haber captado su atención, pues Pyongyang va exactamente de eso.
Quizás el nombre del autor (Guy Delise) te suene. De ser así, probablemente será porque este prolífico autor tiene la costumbre de "comiquear" sus experiencias por los lugares más insospechados, pues entre que trabaja en la animación y que su mujer es miembro de Médicos sin fronteras no resulta raro saber que Birmania, Jerusalén o la nombrada Corea han sido lugares donde residió durante una temporadita. Ahora bien, centrémonos en el viaje actual.
¿Has leído 1984? Vale, pues me creas o no vas a encontrar paralelismos a tutiplén entre la obra de Orwell y el estado norcoreano. ¿Que no lo has leído? Pues tranquilo, Delise no parará de informar de estas macabras similitudes, llegando muchas de las cuales a ponernos la piel de gallina. No es por sonar pesimista, pero es realmente aterrador el nivel de control que tiene el gobierno sobre sus pobres ciudadanos. ¿Quieres ver la tele? Genial, podrás escoger entre la película de nuestra última guerra o de la anterior, para así recordarte lo mucho que sufrió nuestra nación y lo afortunado que eres de vivir aquí. ¿Quieres estar solo? Por supuesto; eso si, que no se te olvide colgar retratos del actual y del anterior dirigente de nuestro gran país en todas las habitaciones de tu casa, para que siempre recuerdes que el gobierno está cuidando de ti. ¿Te apetece salir del país? Sin problemas, solo tienes que tener motivos de trabajo para salir y estar casado y con hijos, dejando a tu familia aquí hasta tu regreso... porque vas a regresar, no querrás dejar a tu familia sola, ¿cierto?
Parece que exagero, pero estas son solo algunas de las muchas situaciones que comenta Delise en su cómic. Y si, obviamente yo no tengo pruebas de todo esto (y Delise solo tiene su palabra para avalar lo que dice), pero por raro que parezca... le creo. Ya no es solo por el detalle de que Delise nunca haga juicios de valor (se limita a mostrar lo que ve, dejando a la interpretación del lector si esto es bueno o malo) sino porque viendo otros documentales las impresiones son realmente parecidas. Y vale, podrían estar todos conpinchados para ofrecer una imagen negativa de Corea, pero personalmente lo dudo.
En definitiva, Pyongyang es un cómic que, sin tener un gran dibujo ni tampoco una trama espectacular (todo se resume en Delise viviendo en Corea y contandonos lo que ve) consigue mantener el interés y realmente merece la pena. No os diré que paguéis los considerables 18 euros que cuesta (tapa blanda, blanco y negro, papel normalito), pero yo por lo menos lo he hecho y no me arrepiento lo más mínimo.
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