lunes, 4 de noviembre de 2013

Una cata de next-gen: "Me ha impresionado más Bayonetta 2 que Ryse"

Consolas next-gen salvajes aparecieron


Una vez sonrojado por las palabras que me dedica Suditeh al final de la entrada, me presento como Rakelarre, colaboradora estrella (tampoco hay ninguna otra) de This blog ends with youy estreno mi carrera aquí con unas impresiones de OMG BAYONETTA 2 BAYONETTA 2 TAKE MY MONEY y demás material de vicio. El Salón del Manga de Barcelona, que cerró con preocupantes problemas de organización, brindó al público un respetable espacio dedicado a Nintendo y Microsoft, ambos con la artillería pesada. ¿Nos damos un paseo?





Xbox One



La marca Xbox trajo sobras del almacén donde se guardan los juegos estilo "con lo que me costó podría haber comprado una caja de posavasos", como la primera versión de Street Fighter IV o el Modern Warfare 3, para las 360 expuestas. Sin embargo, estaban presentes los grandes títulos de la One:


Killer Instinct

Demasiadas similitudes al estilo de Capcom, como un híbrido entre Street Fighter y el estilo del X Tekken, aunque sin relevos. Los impactos son fuertemente representados, quizás resulte demasiado para algunos, pero los gráficos en general no dan la sensación de necesitar una nueva generación para nada, más bien parece un as en la manga que se guardaba Microsoft para un lanzamiento peligroso. Veremos como juzgan los entendidos el producto final.


Dead Rising 3

Mata zombies, simplemente mata zombies y diviértete. Lo que más llamaba la atención es el tono marrón y oscuro general, alejado del carácter anterior de la saga. Malas vibraciones, que le dijo el oso al avispero.


Forza Motorsports 5

No jugado por falta de interés, pues nada entiendo de coches ni de juegos de conducción.


Ryse

La estrella del programa para muchos futuros usuarios de Xbox One. ¿Es un QTE constante? No, pero no respiréis tan aliviados todavía. Ryse entra de lleno en la categoría de hack'n'slash con sus combos y técnicas, incluso parece que tendrá alguna especie de magia, pero el combate pasa a ser paupérrimo cuando el control es tosco y lento, como en este caso. La reacción de nuestro personaje es tardía, torpe mejor dicho, como si los recursos se hubieran destinado en su mayor parte a los espectaculares golpes de gracia, con QTEs indicados por auras de colores y primeros planos directos.

Las animaciones son muy fluidas y ayudan a destacar en un conjunto donde fallan las texturas y demás características generales, desmereciendo el resultado final, pero siendo primera hornada debemos ser en parte tolerantes. Apunta a juego de derramar sangre de la forma más superficial posible, pero en cantidad.




Wii U




Vistos éstos ahora toca despachar los buques de Nintendo. Los de 3DS no llegué a tocarlos, así que centrémonos en Wii U, pues es la que más y mejores juegos necesita a día de hoy. Lo cierto es que su futuro promete bastante, por fin van llegando los títulos que el público pide, y algunos estuvieron para dejarse catar:


Donkey Kong Country: Tropical Freeze

Conservador, escasa evolución pero igualmente divertido. Es como comparar el Rayman Legends con el Origins, que no deja de expandir el concepto pero sin alterarlo demasiado.


Mario Kart 8

Estamos en las mismas, solo que esta vez tiene un mensaje grabado en sus circuitos, un mensaje profundo y penetrante que susurra "olvidad F-Zero, dadle pasta al tito Mario". Karts que levitan y multijugador con salsa que arrastran las pobres sensaciones de falta de imaginación ya notorias en la entrega anterior.


Super Mario 3D World

Un Mario tridimensional que potencía el multijugador local. Es Mario, sí, y no es un New Super Mario Bros., pero tampoco es un Super Mario Galaxy, todo apunta a que está pensado para sortear el bache actual de Wii U.


Bayonetta 2

Un cuarto de hora de juego se regala a cada aficionado con el capítulo de muestra, que viene a ser como el del cementerio en el primer Bayonetta, un campo de batalla para comprender el concepto y pegarnos con ángeles hasta cogerle el tranquillo. La pelea en cuestión es la ya conocida lucha contra los centauros encima de un jet, seguida por un ángel demasiado aficionado al auto-consuelo y, por primera vez, una bestia demoníaca, concretamente el dragón tantas veces invocado en el pasado. Los controles se mantienen intactos, así como el sistema de esquivar y los ataques tortura, además del Modo Clímax de libre ejecución a cambio de magia, y se nos permite equipar unas espadas dobles en las manos y unos látigos gemelos en los pies, un frenesí en ambos casos.

Sobre el apartado gráfico, las perfectamente entrelazadas animaciones se mantienen con nota sobresaliente, y por si esto no fuera suficiente me atrevo a decir que la cantidad de elementos en movimiento e incluso la carga poligonal han aumentado ligeramente, mejorando el imponente aspecto de la primera entrega, pero sin que ralentización alguna haya aparecido; es más, en lo que se refiere a lo visual y la fluidez me ha impresionado más Bayonetta 2 que Ryse. Las sensaciones son las que cabría esperar de la saga, no le quitéis el ojo de encima.

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Hasta aquí el viaje al futuro, con juegos muy esperados por los jugadores, cada uno con sus virtudes y sus defectos (no, Bayonetta 2 de ésto no tiene) pero todos ellos interesantes a su modo. Por suerte, no falta mucho para encontrar estos títulos en las estanterías de nuestras tiendas favoritas, y prefiramos unos u otros la espera, parece, valdrá la pena.






Comunicado de Suditeh:
Y bueno, con esto termina la primera entrada de Rakelarre. No hemos hablado mucho al respecto, pero en un principio esta chavala será la primera (y probablemente única) colaboradora del blog. Como ya he dicho, no hemos concretado nada, así que no sé cada cuanto escribirá ni sobre qué lo hará, pero conociéndola dudo que ninguna de sus entradas decepcione.





Su nombre real es Raquel, pero como no tenéis ninguna foto
sigue siendo inmunem las Death Note. Estudiante de
ingeniería industrial, gamer, amante y gamer otra vez,
tiene la ridícula esperanza de que alguien en alguna parte
se fije en sus textos. Quiere dominar el mundo para poder
destruirlo sin impedimentos. 

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