No llegué a mencionarlo en el blog, pero uno de los primeros juegos que me pasé en 2017 fue The Talos Principle, y me pareció una auténtica maravilla. En serio. Es uno de esos juegos que no reseñé porque no sabía muy bien qué decir sobre él sin reventarlo, pero lo tengo por uno de los títulos más redondos de los últimos años, tanto por sus puzzles como por su excelente guión y trama. Entré porque buscaba un juego simple con el que matar el rato y me quedé por sus acertijos y argumento. Recomendadísimo, en serio.
La razón de que esté escribiendo esto es que hace poco pude probar The Witness, la otra gran obra del creador de Braid, y tras un par de horas de juego estoy a minutos de abandonarlo. Da igual lo mucho que intente apartar esta pregunta de mi cabeza, en cuanto intento centrarme en el puzzle de turno vuelve a aparecer con total intensidad: "¿por qué pierdo mi tiempo con esto cuando podría rejugarme Talos?"
Básicamente, esto es The Witness.
¿Lo has visto? Un punto, una línea y un final. Esto es lo único que hacemos en The Witness, mirar más de 500 paneles como este y resolver el laberinto a la salida. Esto es una reducción como decir que Talos va de llevar láseres a interruptores o Portal cruzar portales, pero creedme que para entender de qué The Witness si nunca lo habéis probado os llega. Ahora, ¿por qué me está sacando de quicio?
1) Penalización por error
Existen no pocos puzzles donde si fallas debes moverte hasta el anterior y repetirlo para poder volver a intentarlo (y si has olvidado la respuesta del anterior y te equivocas al introducirla pues te toca repetir TAMBIÉN el anterior del anterior). Puede que lo haga para que el jugador no rompa los acertijos a base de fuerza bruta, pero a) si quiere romperlos los romperá de todos modos, incluso si le lleva el triple de tiempo hacerlo, y b) eso es el puto problema del jugador, no tienes que estar de ciber policía y joder el ritmo del juego para todo aquel que simplemente comete un error.
2) Moverse es un coñazo.
Moverse en The Witness es igual de divertido que desplazarse en Dear Esther: nada. Asimismo, carece de botón de salto, y solo podemos bajar de escalones o cambiar de altura por las escaleras. ¿Recordáis lo de que si te equiovocas en algunos puzzles debes retroceder al anterior y repetirlo? Súmale todo esto y que de serie nos movemos bastante despacio. Divertidísimo de la muerte y para nada molesto.
3) Repetir la misma solución en diversos puzzles
La gracia está en descubrir cómo se resuelve un puzzle, no en repetir el mismo razonamiento 15 veces. Si ya sé que lo que tengo que hacer es repetir un patrón A en B lugar pues ya está, lo sé, lo resuelvo, me siento listo y a otra cosa. Lo que no puedes pretender es que repita 3 veces lo mismo y me parezca divertido o innovador más allá de la primera, y esta sensación de "estar haciendo lo mismo" la tuve bastante a menudo mientras jugaba a The Witness.
Sí, estoy hablando de este puzzle.
4) Pixel Hunting
Si quieres llegar completamente virgen no leas este punto.
Qué más da que descubras la respuesta a un enigma de un golpe de vista y en tu cabeza encaje y te sientas listo porque eh, has encontrado uno de los puzzles ambientales; lo realmente divertido es tirarte 3 minutos forzando la vista y moviéndote a pasitos hasta estar en el punto exacto del mapa para que el puzzle ambiental de turno se resuelva. Oh, y qué más da que con agacharte o subirte a una piedra lograrías el mismo resultado, como el control es tan limitado debes buscar cual es la posición exacta que Jonathan escogió como respuesta. Y hablando de descubrir lo que Jon decidió...
5) El juego va de adivinar lo que Jonathan quiere que hagas
Es cierto que una de las principales cosas buenas de The Witness es su capacidad para introducirte conceptos y mecánicas sin tutoriales ni textos, siendo mediante su diseño cómo sabemos lo que debemos hacer para seguir avanzando.
El problema es que no se trata de "Tienes este problema", sino "Aquí tienes una hoja con un laberinto, resuélvelo". Y lo haces, pero entonces Jonathan te dice "NOPE, ASÍ NO SE RESUELVE, ¿¡¿¡ACASO NO VES QUE HE DIBUJADO UN TRIANGULITO EN EL LATERAL!?!? ¡¡¡ESO CAMBIA LAS REGLAS!!!". Y tú le dices "Vale, ¿cuales son las nuevas reglas?" y él responde "¡Sorpresa! Ahí está la gracia". Y te toca a ti repetir el mismo puzzle intentando saber cual es el significado que el autor le ha dado a ese triángulo, sin saber además si estás en el lugar correcto para aprenderlo o no, porque como es un mundo abierto puedes acabar en un puzzle avanzado sin haber visto el tutorial del mismo antes.
Cada punto significa algo, y el color modifica esa significación, y este no es de los peores precisamente. ¡Diviértete!
6) Este punto conlleva destruir la experiencia completa. No leer a menos que ya lo hayas superado por completo y/o te la sude del todo The Witness.
The Witness es la mayor trolleada que han visto los videojuegos desde MGS 2. Básicamente, tras 2 horas y casi 100 puzzles (aproximadamente un sexto del total) abandoné el juego y me puse a mirar vídeos en Internet para entender el amor que le profesaba tanta gente dentro y fuera de la prensa de videojuegos. Por un lado vi que no soy el único al que enerva el juego; por el otro, encontré esto. Estos 40 minutos spoilean TODO The Witness, analizan en profundidad sus mecánicas y errores de diseño y... cómo constituye el mayor ""Que os jodan"" que Jonathan Blow logró convertir en videojuego.
Versión resumida: Braid fue uno de los mayores éxitos del videojuego independiente de la historia, y fue aclamado por crítica y público a lo bestia. El detalle es que Braid es una obra sobre la obsesión, y durante meses nadie descubrió eso, lo que le dolió bastante a Blow. ¿Qué decidió? Probar hasta qué punto podría hacer lo que le saliera del rabo y hacernos perder el tiempo sin que nadie le dijese nada. Si queréis ejemplos concretos el vídeo de antes los cubre mejor de lo que yo lo haré, pero dejémoslo que en la página de Steam del juego alega que "Trata al jugador con inteligencia y valora sobre todo su tiempo" y una de las últimas pruebas implican estar 35 minutos quietos sin hacer nada.
¿Solo yo creo que cierto desarrollador se está cachondeando de su fanbase?
Visualmente me pasa algo raro. En fotos me gusta mucho, pero ingame me parece uno de los mundos más fríos y artificiales que he visto nunca.
Lo mejor de todo es que Antichamber hizo lo mismo que The Witness años antes, muchísimo mejor y no se habló NADA de él. Donde ese juego era aprender las reglas de un mundo entero aquí es simplemente "Aprende cual es el significado que Jonathan le ha dado a cada mierda", y al menos a mi no me resulta interesante (y menos viniendo del Zelda, uno de los mejores juegos que he probado nunca y cuya máxima era "Pensamiento lateral, todas las soluciones valen", mientras que aquí tenemos que descubrir exactamente cual es la solución que Jonathan ha decidido es la única válida).
Volviendo al título de la entrada, ¿por qué The Talos Principle es mejor? Para empezar, el movimiento en él es comodísimo, tanto en primera como en tercera persona. El poder saltar y movernos rápido son suficientes para cambiar por completo la sensación de juego, y eso que en Talos hay puntos que algunos considerarían backtraking y vamos, en nada de tiempo estamos en todas partes. En segundo lugar, los puzzles son mucho más variados y te ponen siempre las mismas herramientas, siendo cosa nuestra el darle una nueva aplicación usando el pensamiento lateral. En tercer lugar...
...la trama de Talos Principle es cojonuda. Y por más que algunos se hagan pajas buscando significados y simbolismos al color de la hierba la """""""""""""""trama""""""""""" de The Witness es una chorrada que el 99% de los jugadores no verán, y en las 2 horas que le dediqué no me encontré nada ni remotamente llamativo en lo narrativo, y a juzgar por los spoilers que me he tragado en la redacción de esta entrada parece la cosa va a mantenerse así. En el momento que escribo estas líneas llevo unos 120 puzzles resueltos, he enviado el juego a mi carpeta de Descartados de Steam y tras spoilearme el punto 6 estoy completamente seguro de haber tomado la decisión correcta. No digo que The Witness sea la mayor mierda que os podáis encontrar en el mundillo (diablos, algunos de sus puzzles son muy interesantes), pero habiendo tantas opciones en el mercado que le superan... No le hagáis caso a los pretenciosos que os venden los simbolismos de The Witness ni sus "increíbles y rompedores puzzles que os volarán la mente durante horas" (no). En su lugar disfrutad del excelentísimo juego de Croteam. O de Antichamber.
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