miércoles, 2 de abril de 2014

Antichamber


Antichamber = Portal + M. C. Escher + WTF


Dicho esto, ahora mismo tenéis cuatro opciones: 

1) Comprar Antichamber en Steam (19 euros es algo carillo, pero si esperáis a las próximas ofertas lo tendréis por un precio fetén) y jugarlo sin saber nada de él; después venís y leéis este texto (opción recomendada).

2) Leer la no tan vieja entrada de Anti sobre él para poneros los dientes largos y luego comprar Antichamber (ver punto 1).

3) Leer esta entrada y luego comprar/robar/jugar Antichamber.

4) Leer ambas entradas y luego jugar Antichamber.

Nótese que la opción "No jugar Antichamber" no existe.


Si has llegado a este párrafo es que has escogido las opciones 3 o 4 (o que ya te hayas pasado Antichamber), así que entremos en materia. Hace dos meses más o menos comentaba que Antichamber me estaba pareciendo un juegazo, siendo su primera media hora infinitamente mejor que las más de 20 que llevaba jugadas al Final fantasy XIII. Tal y como imaginásteis al leer la ecuación superior, Antichamber es ni más ni menos que mi GOTY indiscutible del 2013. Vale que también influya que de ese año solo jugué Bioshock Infinite y Tomb raider, pero creedme: Antichamber hace muchas cosas bien, pero la más importante es la de que no olvida en ningún momento que es un videojuego y aprovecha prácticamente todas las posibilidades que ello le brinda. 

Pongámonos en situación: una vez ejecutemos Antichamber, lo más parecido a un menú que veremos será la habitación donde empezamos. Tras unos primeros segundos de extrañeza, deduciremos que debemos clickar en cierto elemento de una de las paredes y seremos teletransportados a lo que sería Antichamber en si. Desde ese momento y hasta que pulsemos la tecla Escape estaremos totalmente a merced del juego. 

En Antichamber todo es posible y nada de lo que hayamos visto en otros videojuegos nos servirá, pues este título nos obligará a aprender su lenguaje antes de poder avanzar. No me refiero a algo como el alfabeto oculto de Fez, sino que cada una de las salas sigue su propia lógica intrínseca, siendo nuestra ceguera lo único que nos impide resolver el puzle de turno, y creedme cuando os digo que pese a poderse superar Antichamber en apenas 10 minutos cuando lo entiendes a la perfección ninguno de vosotros lo finalizará en menos de 3 horas (a menos que seáis tan gilipollas de usar una guía y joderos a vosotros una de las mejores experiencias de los últimos años, claro).

Asimismo, incluso si lo termináis en ese tiempo os estaréis dejando muchas cosas en el tintero, pues si algo posee Antichamber es bifurcaciones posibles. ¿Te asfixian los juegos lineales? Toma, aquí desde el primer minuto de juego puedes ir en cualquier dirección (plano vertical inclusive), a ver cuanto tardas en echar de menos una ayudita. 

Desafortunadamente, he tenido varios problemas a la hora de jugar Antichamber, resumiéndose casi todos en cuelgues (dos de los cuales me obligaron a desenchufar el ordenador), que el juego siguiera ejecutándose una vez cerrado y tener que cerrar Steam desde el administrador de tareas para volver a ponerlo en marcha y... varias de sus mecánicas requiren de un ratón que tenga botón en la rueda central, cosa que el mío no posee. Dado que no permite mapear botones, el jugador puede escoger entre "comprar un ratón nuevo" o "bajar algún programa que marque teclas", algo que se podría haber resuelto con algo tan sencillo como una opción más en la sala inicial.

Aún así, os recomiendo jugar Antichamber lo antes posible. Es raro, lioso, ambiguo y su dificultad depende enteramente de nosotros, pero... un momento, repite: "es raro, lioso, ambiguo y su dificultad depende enteramente de nosotros". Joder, es perfecto, ¿qué haces aquí que no lo estás jugando todavía? Para una vez que hacen un juego cuya interactividad y planteamientos lo hacen imposible en otras artes, ¿acaso piensas perdértelo? 

NOTA: 8

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