Bueno, aquí estamos otra vez con un cómic de Batman escrito por Frank Miller. A estas alturas, leer este blog ya debería ser sinónimo de conocer la historia de Miller con el personaje, pero como es una excusa perfecta para spamear a cascoporro repetiré la introducción de siempre. Años 80, Miller publica El regreso del caballero oscuro, los fans mojan las bragas, poco después escribe Batman: Año uno y el éxito se repite, casi veinte años después decide hacer una secuela de El regreso titulada El contraataque del caballero oscuro y le caen palos por todos lados...
Bien, y entonces le encargaron (junto a Jim Lee) escribir un nuevo inicio de la relación entre Batman y Robin. Más o menos, cualquier fan del personaje conoce la historia: Dick Grayson es un crío que trabaja con sus padres en un circo (trapecistas los tres) y un día sus progenitores son asesinados ante sus ojos y los de Bruce Wayen. Al millonario se le rompe el corazón, decide adoptar al chico y forman el nuevo dúo dinámico... o así era hace más de treinta años, pues parece que a Miller ese inicio no le terminaba de convencer.
Sí, la base "papis muertos-Batsi se lo lleva" sigue ahí, pero el resto cambia bastante. Veréis, no sé si lo recordáis, pero en El contraataque Miller mostró un Batman poco menos que loco, el cual hacía cualquier cosa por "su guerra" y se comportaba para con el resto del universo poco menos que como un grandísimo hijo de puta. Eso no le hizo ninguna gracia a los fans (a mi tampoco me apasionó, para qué negarlo) pero a Miller le dio bastante igual y decidió usar a ese Batman sádico para este cómic. ¿El resultado? En mi opinión, realmente satisfactorio.