Redline MOLA. Mucho. Muchísimo. Salvajemente. Pero no tanto como podría ni todo el tiempo que debería. Sus primeros 13 minutos pueden estar fácilmente en cualquier top 5 momentos más puto geniales de la historia del anime (nótense los tacos para dar énfasis a mi afirmación). En serio, la música, lo medidos de los tiempos, el cómo conjunta las escenas pausadas con la acción, el último instante… solo por ver eso ya merece la pena que exista Redline y que dediques tu tiempo a verla, ya sea pirata o comprada en UK. El problema es que Redline no dura 13 minutos sino 100, y ni de lejos aprovecha el material que nos presenta. ¿Qué a qué me refiero? Seguid leyendo y lo sabréis. O no, que siempre podeis pasar del tema y verla directamente, que os prometo que si os va la acción o las flipadas motorizadas os encantará. Qué coño, con que os guste el MOLAR ya tenéis que ver esos 13 minutazos iniciales.
