Hasta tres o cuatro meses, lo único que sabía de Warren Ellis es que había escrito Planetary, obra de la que todo el mundo hablaba genial pero que en ninguna biblioteca podía encontrar. Poco después empecé el curso y, en uno de esos días de aburrimiento supino, me dio por hacer limpieza en mi portátil. Fue entonces cuando encontré Transmetropolitan, la cual me había descargado tiempo atrás y nunca había empezado. La palabra "encantado" se quedó corto para describir mi estado tras su lectura.