lunes, 17 de septiembre de 2012

Crisis en tierras infinitas


Hay algunas obras que, te gusten o no sus protagonistas o temáticas, si controlas del mundillo las conoces. Poca gente hay fan de los videojuegos y que no sepa de la existencia de la saga Final fantasy; apenas hay lectores incapaces de nombrar como mínimo dos o tres obras de William Shakespeare; pocos comiqueros, por mucho asco que le tengan a Batman, no relacionán a ese personaje con El regreso del caballero oscuro de Miller. 

Algo así me pasaba con Crisis en las tierras infinitas. Durante años supe de su existencia pero jamás le presté atención. Sabía que en su momento cambió por completo el universo DC y que se convirtió en poco menos que un clásico al instante de su salida; aún así, seguía sin tener ganas de leerla. Fue hace poco, cuando vi una unidad del mismo en la biblioteca Anxel Casal en Santiago, cuando me decidí a darle una oportunidad. La verdad, de haber sabido lo que me iba a encontrar no habría perdido mi tiempo leyéndolo.

Sí, sé que parece malo pero no lo es.

Pongámonos en situación. La editorial DC tenía "un pequeño problema": a lo largo de los años, había ido añadiendo universos paralelos al de sus series habituales. Así, teníamos "Tierra-1", lugar donde los héroes contemporáneos vivían; "Tierra-2", hogar de los personajes de los años 40; "Tierra-X", planeta donde la II Guerra mundial había tomado un curso distinto... vamos, que tenían un buen pifoscio allí montado entre universos alternativos y demás mierdas por el estilo.

¿Solución? Inventarse a un villano con el poder de destruir universos y que ya solo le queden unos pocos al comienzo de la historia. Es entonces cuando algunos héroes son reclutados por El Monitor para dar la cara por todos y enfrentarse al villano de turno. Hasta aquí me seguís, ¿no? Pues con saber esto ya podríais saltaros prácticamente los tomos del 3 al 6 de los 12 que la constituyen.

En serio, menuda tortura. He visto series que empiezan lento (20 century boys, por ejemplo) pero esto me pareció excesivo. Los dos primeros tomos nos ponen en situación (cosa que podría haberse hecho en uno, pero bueno...) y luego vienen tomos y tomos donde no pasa nada interesante. Increíble, se enfrentan a unas sombras. Vaya, ahora están protegiendo un artefacto místico. Guau, ahora están tomando el sol en la playa mientras escorpiones voladores de color rosa lanzan manzanas por los ojos.

Es decir, hacen cosas, sí, pero a la hora de la verdad no tienen peso ninguno en la trama de fondo: son relleno puro y duro. La verdad, empiezo a pensar que DC quería que la tontería del crossover le durase todo el año y, en lugar de currarse la trama, simplemente añadió personajes y situaciones por hacer bulto. Admito que el hecho de no conocer a la mayoría de los personajes me dejó un poco chof, pero aún así por momentos el relleno es excesivo.

El dibujo es el típico de la época. La verdad, prefiero el actual, pero a la vista de las macrobatallas que aquí se forman llenas de héroes y villanos dándolo todo he de admitir que no está nada mal.

En resumidas cuentas, comprendo que, en su momento, Crisis supusiera lo que supuso, pues era el primer Crossover "a lo grande" de la historia de los cómics y redefinió las reglas del universo DC, pero hoy en día su lectura no es precisamente muy recomendable tanto por el mal envejecimiento de la misma como por la existencia de muchísimos crossover realmente superiores a este y con muchísimo menos relleno haciendo bulto. Ahora si queréis leéroslo es cosa vuestra, pero yo ya os he dicho lo que opino del mismo.

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