Tras este título tan rarito supongo que más de uno se estará preguntando de qué trata la entrada de hoy, así que sin más preámbulos os presento este cómic (me niego a llamarlo novela gráfica) realizado entre Jorge Zentner y David Sala. Seguramente no os sonarán esos autores, pero no os preocupéis: a mí y a google tampoco. Mira que siempre tengo la costumbre de buscar información por la red sobre los autores de las obras aquí reseñadas antes de escribir las entradas, pero esta vez no tuve suerte. Del primero la información no me parecía demasiado fiable (en la wikipedia no hay una sola mención a esta obra) y de David Salas me sale su página web con imágenes de algunas de sus obras y nada más.
¿Que qué haré ahora? Nada. Aquí juzgo productos, no autores; que normalmente me guste comparar una obra con el resto de su producción literaria no quiere decir que si desconozco a los autores no pueda dar mi opinión sobre la misma. Así que... ¿estáis listos para conocer la triple historia del inquisidor Nicolás Eymerich, un tío en el presente cuya participación se resume a dos páginas y a un pseudomarine espacial del futuro?
Ante todo, un aviso: si alguien se espera encontrar una historia realista que se coja Maus que aquí no la va a encontrar, pues "Nicolás..." es un cómic de fantasía histórica. ¿Es esto malo? En absoluto, pero a la vista de la portada y de la mayor parte de la trama (por mucho que sean tres los protagonistas está claro que el que más peso sostiene sobre sus hombros es el inquisidor) alguno se podía pensar que lo que vería podría ser cogido como algo hasta cierto punto realista, así que ya sabéis lo que hay, luego no quiero sorpresas.
La historia nos pone en tres... bueno, dos frentes y medio... qué coño, dos momentos temporales concretos, que la trama del presente no llega a las dos páginas: el siglo XIV y el XXII. En el primero (el que más tiempo dura y que más alegrías nos dará) asistiremos al nombramiento de Nicolás Eymerich como nuevo Inquisidor General del reino de Aragón, cargo desde el cual deberá enfrentarse a una buena tanda de fenómenos sobrenaturales en forma de visiones, monstruos y apariciones fantasmagóricas, poderes ante los cuales solo su fé y astucia podrán ayudarle. La otra trama... bueno, podríamos decir que, al igual que Ralph Wiggum, es especial.
Siglo XXII. Al parecer hemos encontrado un nuevo método para viajar, el cual consiste en crear en otro momento temporal una imagen mental de nosotros mismos y controlarla como si fuésemos nosotros. Así, si morimos allí también palmaremos en el XXII. Esta rama de la historia nos introduce en la piel de una especie de marine espacial cuya función es la de limpiar las calderas en una nave con destino al año 36 D.C. Desafortunadamente, algo sale mal durante el viaje y acaban en la misma época que Nicolás.
"Vaya, así que entonces los tíos del futuro y Nicolás se van a cruzar, ¿eh?" Erm... pues no. La verdad, aquí veo el mayor error de este cómic: cuenta dos historias y solo una interesa. Es decir, no solo se mantienen separadas sin problemas entre ellas en prácticamente todo momento, sino que además cuando lo hacen es de una forma muy predecible y poco satisfactoria. A la vista de los resultados, creo firmemente que, pese a ser una buena idea lo de las dos historias y demás parafernalia, el autor no debió haber hecho la trama del futuro. No la aprovecha, pues la mayor parte del tiempo es bastante sosa y justo cuando parece que va a mejorar la caga sobremanera. Me ha dejado bastante desilusinado, la verdad.
En resumidas cuentas, si lo veis en una biblioteca podéis echarle un vistazo, pues no es tan malo como para ni si quiera mirarlo, pero si tenéis que pagar... la respuesta es no. Son dos volúmenes de 50 páginas cada uno editados por Astiberri al coste de 12€ cada uno, lo que hace un total de 24€ por apenas 100 páginas. Sí, el estilo visual es interesante y la edición está bastante bien, pero aún así me parece caro para lo que ofrece; a ese precio hay alternativas muchísimo mejores como la ya citada Maus o, si te gustan los superhéroes, El regreso del caballero oscuro. Según tengo entendido, el autor está haciendo una saga continuando con las aventuras de Eymerich tras el final de La Diosa (tranquilos, queda todo cerrado al finalizar el segundo volumen) y mantiene el estilo narrativo dividido en "pasado-presente". No sé como le irá esta vez, pero le deseo suerte y espero de corazón que esta vez de con la tecla adecuada, dado que este primer acercamiento nos demuestra que la historia tiene potencial pero todavía no sabe cómo aprovecharlo.
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