jueves, 2 de enero de 2014

Death proof


Tarantino es un director que me gusta mucho, eso para empezar. Pulp fiction me parece brutal, Kill Bill tiene escenas de acción impresionantes y Django coge lo mejor de las dos anteriores para convertirse en uno de mis films favoritos. Ahora bien, no soy ningún ciego. Del mismo modo que cuando Nolan estrenó la tercera parte de Batman me quejé de sus errores, no se me caerán los anillos al decir que esta es una de las peores películas que he visto en toda mi vida.


Pongámonos en situación. Hace algunos años, Robert Rodriguez y Tarantino realizaron el "proyecto Grindhouse", el cual sería un homenaje a las pelis de terror de serie Z, por lo que incluyeron cosas como "negativos con efecto quemado" y demás detalles. Cada uno hizo una peli (Rober Planet Terror y Tarantino esta) y se estrenaron juntas. No sé cómo será Planet, pero puedo asegurar dos cosas. 1) Esto tiene menos de cine de terror que la nefasta Arañas asesinas o Km 666: desvío al infierno. 2) Es un inmenso coñazo.

La trama es la siguiente. Un especialista de Hollywood que posee un "coche de seguridad" (preparado para sufrir accidentes en películas y que al conductor no le pase nada) se aprovecha de esto para causar horribles accidentes de tráfico donde mueran las personas del otro coche. ¿Mola la idea? Pues jódete, de las 2 horas que dura esto solo ocupa apenas 20-30 minutos, siendo la primera hora al completo 4 tías hablando en un bar de tonterías y diciendo tacos cada dos por tres. "Que no, que es para darles profundidas a los personajes y..." No. Créeme que no. Lo único para lo que sirve esa hora es para que empieces a rogarle al asesino que se las cargue de una vez para dejar de escuchar sus estupideces.

Créeme: desearás verlas morir.

Entonces, tras una hora de nada, finalmente viene lo bueno: el asesino aparece y en una escena genial se las carga. ¿Y qué pasa entonces? Pues que avanzamos 6 meses, nos pone ante otras nuevas 4 víctimas y tenemos que aguantar otros 40 minutos de como las nuevas unineuronas hablan de pollas. No, no estoy exagerando, es como si de repente dijeran "Eh, hablemos de todos los hombres con los que nos hemos acostado y los que nos faltan, además de reirnos de que Aby nunca se la ha meneado al tío al que le gusta". Puedo entender una escena así dentro del estilo de Tarantino, e incluso podría llegar a quedar bien, pero no puedes pretender darme casi una hora de mierda, un caramelito en forma de dos escenas y esperar que me trague otra media hora de estupideces. 

Pero eso no es todo. Cuando al fin nuestro villano decide actuar la cosa se vuelve simplemente absurda. Tendría que spoilearos los últimos 10 minutos para que me entendiérais, pero creedme: el final es incluso peor y más patético que todo lo anterior junto. Es como si Tarantino hubiera dicho "¿Sabes qué? A la mierda, seguro que nadie ha hecho algo así de estúpido nunca", solo que si lo han hecho y fue Scary Movie, así que ya os imagináis. 

Poco me queda por decir de esta película. Es demasiado larga, aburrida y absurda. Y es una pena, porque la idea de un hombre que se aprovecha de su coche de seguridad para matar gente fingiendo accidentes de tráfico mola muchísimo, pero tal y como la ha llevado Tarantino no merece la pena verla ni por los cuerpazos de algunas actrices.

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