Imagen random sin nada que ver. |
El que viene al blog a rajar siempre de todo es Suditeh, pero es verano y le tocan unas vacaciones, así que hoy quien viene a repartir odio soy yo. ¿La víctima? Nuestros """""queridísimos""""" servicios online de consola.
A principios de año nos vino un arrebato necrofílico consumista y nos compramos ambos una PS Vita. En realidad, parece ser que quien le motivó para comprársela fui yo, y bien contento que parece con ella... ¡Y aún así no quiere hacerme caso cuando le digo que se compre una Wii U! En fin, al tema, que esto no viene a cuento (por ahora...). El caso es que decidimos hacernos plus y comprar varios juegos digitales de oferta, hasta aquí todo normal para unas víctimas del síndrome de Diógenes como nosotros; el problema vino cuando Suditeh puso un código de prepago de 20€, pues le obligaban a añadir igualmente una tarjeta de crédito para poder hacerse del Plus. ¿El motivo? Clavarte meses extra de suscripción si se te olvidaba desactivar la renovación automática. A mí me molestó que te obliguen a poner mínimo 5€ en la cartera de la tienda para poder comprar, pero reconozco que lo suyo fue una jugada bastante más sucia.
Luego tenemos nuestras andaduras por la anticuada y obsoleta infraestructura de Nintendo. Hubo un tiempo en el que jugaba en línea con mi Wii, pero hasta que no compré la Xbox 360 no me di cuenta de lo horripilante que era su servicio: lag por todos lados, cargas de menús constantes, dificultad y lentitud para encontrar gente... No había ni una sola partida de Smash Bros. que empezara con conexión decente, teníamos que esperar a que estabilizara. Y la guinda fue cuando se me estropeó la consola. Todo lo que había comprado en la Tienda Virtual desapareció, todo: Lost Winds, Cubello, Majora's Mask, Super Metroid, Mario Kart 64... No hubo forma de salvarlo, fue dinero volatilizado, ni enviando la Wii al SAT pudieron rescatar el contenido. El enojo todavía perdura. Ah, y luego tenemos el reciente cierre de servidores, pero no voy a entrar en este tema ahora.
Con las ganas que tenía de clavarle mi espada... |
Y llegamos finalmente a la tercera, a la que tiene el online sagrado, aquella cuyo juego en línea tiene religión propia: Xbox. Hace nada nos tocó a los dos unos códigos de 14 días de suscripción Gold, así que nos digiomos "¡Venga, vamos a darle al Halo 3 en Legendaria!", yo incluso me preparé huevos de Pascua y bugs para enseñarle al novato. Actualizaciones, actualizaciones, más actualizaciones... Estuvimos tanto tiempo actualizando que ni nos molestamos en configurar los puertos para tener mejor conexión. Por fin entramos al juego, Suditeh acompañado de su hermano (Halo permite que varios usuarios puedan jugar en línea juntos aunque solo uno sea Gold) y... Nos sale un mensaje de error. Pensamos que su hermano debe necesitar también suscripción de pago, así que le conseguimos un código y se lo canjeamos. Mágicamente, salió el mensaje de "código aceptado" y todo eso, pero el chaval seguía siendo virgen Silver; pero no importaba, ya habíamos encontrado el problema: para jugar al cooperativo en línea de Halo se necesita un disco duro, y la Xbox de Suditeh es una Slim con 4gb de memoria flash. Probamos a darle solo él y yo, pero salía el mismo aviso. Y yo, humilde usuario con dos dedos de frente, pregunto: ¿por qué se necesita un disco duro para jugar al cooperativo? Si es para descargar algo, ¿no se puede usar la memoria interna de la consola? No amigo, tienes que comprarle un pendrive tocho a tito Gates o joderte e irte a fapearte como todas las noches. Suditeh se fue al Persona, que viene a ser lo mismo.
Conclusión: uníos a la master race, dejaos los ahorros en Steam e instalad el League of Legends.
Acerca de Anti
sigue siendo inmune a las Death Note. Estudiante de
ingeniería industrial, gamer, amante y gamer otra vez,
tiene la ridícula esperanza de que alguien en alguna parte
se fije en sus textos. Quiere dominar el mundo para poder
destruirlo sin impedimentos.
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