Y llegó la hora de la vuelta, hoy se acaba mi misión de infiltración en Catalandia. Inicialmente creí que moriría de calor, pero afortunadamente hizo lo que los Catalanes llaman "mal tiempo" (en Galicia eso es "DÍA DE PLAYA JODER, Y RÁPIDO ANTES DE QUE VUELVA LA LLUVIA") y solo perdí tres Kg en sudor. Un día divertido, pero mi sorpresa fue mayúscula al descubrir que la aventura no había hecho nada más que comenzar... en el momento en que subí al autobús para ir al aeropuerto.
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¡Y aún hay más! Mi avión se retrasó una hora y media, estuve desde las 7 y media hasta las 9 en la terminal esperando para embarcar. Al menos le di uso a mis compras impulsivas de cómics y a mis dotes de "Hola, me llamo tal y estoy aburrido, ¿marujeamos un rato?" :__D
Por cierto, el día que domine el mundo pienso prohibir a bebés y perros volar con el resto de seres humanos, qué escándalo por el amor de Dios.
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