martes, 13 de noviembre de 2018

Por qué "Pokémon: Let's Go!" es necesario



Espero Pokémon: Let's Go como agua de mayo. Me gusta Kanto, me gusta Eevee y me apetece una aventura desenfadada y relajada. Sin embargo, desde su anuncio no he hecho más que leer mensajes de crítica hacia el juego aún sabiendo que el año próximo recibiremos la entrega tradicional que abrirá la octava generación. La gente se queja de que es un título innecesario, que es una involución, que está simplificado... Y así es, Pokémon: Let's Go es una entrega de la saga simplificada, y precisamente esa es su mayor gracia y virtud.


A cada nuevo título de la saga nos quejamos de que hacen lo mismo de siempre, de cuán estancada está la franquicia. Es cierto, siempre recorremos los mismos pasos: joven se va de casa para completar la Pokédex, vencer al Alto Mando y desbaratar los planes del grupo terrorista de turno. De mientras, muchas otras facetas sí han cambiado con los años, han evolucionado muchísimo hasta el punto que las dinámicas de las primeras entregas son casi irreconocibles en las actuales. Pokémon se ha complicado mucho, y por eso Let's Go es un acercamiento tan importante y necesario... Pero primero, hablemos de los jugadores.





Nintendo busca nuevo público para la saga, eso está más que claro. Las ventas de Pokémon están estancadas desde Perla y Diamante y no parece haber forma de que levanten el vuelo, aunque lo están intentando. Sol y Luna enfocaron la aventura de una forma relativamente parecida a un Yokai Watch, los juegos infantiles de moda, y Pokémon Go ha sido un éxito del que todavía pueden sacar una buena tajada. Con Let's Go están siendo muy inteligentes, todo apunta a que podrían lograr este rebufo que tanto ansían.


Por una parte, utilizar el sistema de captura de Pokémon Go y la conectividad con el mismo permitirá que los jugadores de móvil se atrevan a dar el paso y probar una aventura más tradicional, porque seguirán en su zona de confort. No se trata de copiar esa mecánica porque Go haya tenido éxito, sino hacer que el jugador sienta familiaridad con lo que se le muestra y lo vea como un paso natural, un nexo para introducirlo al resto de la propuesta.


Por otro lado, el factor nostalgia se sale de las gráficas. Los que en su momento se subieron a la fiebre Pokémon son ya adultos que se han ido apartando de la saga, y Nintendo está haciendo la misma jugada que Star Wars VII: apelar a esos antiguos fans para que vuelvan a la franquicia y, sobre todo, metan a los más pequeños en ella. Están preparando un efecto bola de nieve en toda regla, y si les sale bien podríamos ver un renacer de Pokémon en un par de años.






Ahora bien, imaginemos al entrenador que no toca un Pokémon desde Cristal, al niño primerizo en la saca y al jugador nómada Pokémon Go enfrentándose a una entrega moderna. Demos una Nintendo 3DS con Pokémon X a todos ellos. El ex-jugador se perderá entre un número abrumador de mecánicas y criaturas que no le suenan de nada, el pequeñajo entenderá lo básico pero se desanimará ante habilidades, características y demás que no entenderá y el cazador de Go se las verá con un sistema de combate radicalmente distinto a lo que está acostumbrado. Además, para muchos los combates aleatorios son una auténtica molestia. ¿Resultado? Ninguno de ellos le dará otra oportunidad a la saga.


"Pero si Pokémon es un juego súper simple, estás siendo un exagerado."


No, no lo creo. Pokémon es simple para nosotros, que llevamos años experimentando todo tipo de juegos y somos capaces de comprender cualquier sistema de combate básico en segundos, pero para alguien no acostumbrado a un juego de rol por turnos es un montón de información incomprensible. Las entregas de Pokémon están pensadas para un público leal que se mantiene generación tras generación, por eso sus ventas llevan moviéndose alrededor de los 24 millones desde el inicio de Nintendo DS. Cuando entras en una nueva aventura, se da por supuesto que estás familiarizado con las anteriores o que más o menos te mantienes al día.






Una persona que descubra Pokémon en la séptima generación con, pongamos, Pokémon Luna, se encontrará con 806 criaturas, 18 tipos con combinaciones dobles, 728 ataques, 233 habilidades, efectos del clima, mega-evoluciones, naturalezas, movimientos Z, formas Alola y un montón de cosas más. Ah, y no, los ataques hoy en día no son solo iteraciones de "Lanzallamas" en varios tipos, con un daño base y una probabilidad de quemar, paralizar, dormir y demás, sino que actualmente tienen efectos como "utiliza las estadísticas del rival para calcular tu ataque", información que el jugador no tiene a no ser que él mismo logre capturar y entrenar a un Pokémon que aprenda dicha técnica. Las aventuras Pokémon no son difíciles, ni mucho menos, pero intentan abrumar con tantas opciones y mecánicas de golpe que suponen una barrera real para muchos.


Pokémon: Let's Go es un delicioso y oportuno punto medio. Tendrá la captura de Pokémon Go con Pokémon salvajes visibles, combates tradicionales con mecánicas simplificadas —por ejemplo, los Pokémon no pueden llevar objetos equipados ni tienen habilidades—, lista de criaturas reducida a 153 y una lista de variables, en general, mucho más reducida. El núcleo de la saga está ahí, pero desnudo y al alcance de todos. Cualquier jugador nuevo podrá familiarizarse en seguida con lo que ofrece y crear una zona de confort. 




 
Pero... ¿Por qué necesitamos ese nuevo público? No es solo una cuestión de ventas e ingresos, sino algo que beneficiará a todos los seguidores de la saga. La comunidad Pokémon necesita una urgente renovación, sangre nueva, jugadores de corte casual. No necesitamos más maestros Pokémon conocedores de cada nimio detalle del competitivo ni jugadores pro que intimiden a los noveles por la enorme diferencia de experiencia y conocimiento; no necesitamos un online plagado de la estrategia exageradamente fuerte del momento ni gente pidiendo Pokémon con IVs perfectos para cualquier intercambio; necesitamos dar al jugador desenfadado de encontrar su espacio. Los hay, por supuesto que los hay, pero no se les permite tener su merecido protagonismo. Ha llovido ya mucho desde esa época en la que se etiquetaba a todo el mundo de casual o hardcore como si de una guerra racial se tratara, y el tiempo nos ha demostrado que lo mejor es tener compañeros de juego variados que enriquezcan la comunidad de la forma más heterogénea posible.






Yo soy de los entrenadores veteranos y estoy harto del elitismo de la comunidad y los números absurdamente elevados que mueve la saga en criaturas, movimientos y demás. Solo quiero una aventura en la que pasarlo bien sin preocuparme de un online que requiera pasar horas y horas cruzando bichos para conseguir el huevo ideal, quiero una entrega que me permita tener una idea general de mis posibilidades y del panorama esperable sin necesidad de empollarme tablas, cálculos y demás estudios dignos de tesis doctoral. Quiero Pokémon: Let's Go, y estoy ansioso para que llegue este viernes.
 






Acerca de Anti

Ingeniero catalán aficionado a calcular por qué
tu juego favorito no cumple las leyes de la física.
En los fightings coge a los que dan abrazos.



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