No llegué a mencionarlo en el blog, pero uno de los primeros juegos que me pasé en 2017 fue The Talos Principle, y me pareció una auténtica maravilla. En serio. Es uno de esos juegos que no reseñé porque no sabía muy bien qué decir sobre él sin reventarlo, pero lo tengo por uno de los títulos más redondos de los últimos años, tanto por sus puzzles como por su excelente guión y trama. Entré porque buscaba un juego simple con el que matar el rato y me quedé por sus acertijos y argumento. Recomendadísimo, en serio.
La razón de que esté escribiendo esto es que hace poco pude probar The Witness, la otra gran obra del creador de Braid, y tras un par de horas de juego estoy a minutos de abandonarlo. Da igual lo mucho que intente apartar esta pregunta de mi cabeza, en cuanto intento centrarme en el puzzle de turno vuelve a aparecer con total intensidad: "¿por qué pierdo mi tiempo con esto cuando podría rejugarme Talos?"