Aquí hay un chaval cuyo mundo se ha torcido, y le ha dejado abandonado en una roca en el cielo.
Se levanta.
Se pone rumbo al Bastión. Donde todo el mundo acordó ir en caso de que surgieran problemas.
El suelo se forma bajo sus pies, como si le marcara el camino. No se detiene a preguntarse por qué.
Encuentra a su amigo de la infancia tirado en la carretera. Un reencuentro muy emotivo.
Ve lo que queda de la Muralla Agitada.
Años de trabajo destrozados en un instante. En el Gran Desastre.