domingo, 3 de marzo de 2013

El almanaque de mi padre


Venga, hoy toca entrada a la carta. Aquí viene la versión para vagos:


El almanaque de mi padre = Maus - Nazis - Interés - Estilo visual llamativo y hasta cierto punto experimantal + Protagonista odioso 

Y ahora, para los que le entren a la entrada, la versión semitocho de esta misma ecuación.

En resumidas cuentas, El almanaque de mi padre se resume en esto: el padre del protagonista muere, a él le da bastante igual, su mujer le obliga a ir al pueblo para el velatorio y allí amigos de su padre y familiares le cuentan cómo fue realmente la vida de su padre, pues donde él veía un hombre seco y obsesionado con su trabajo en realidad había un padre que lo sacrificaba todo por sus hijos, lo cual cambia su manera de ver a su progenitor  Bonico, ¿eh? Pues quedáos con esto, que este manga no es más que la versión coñazo y alargada de este párrafo.

De entrada, la vida de este hombre tiene un interés casi nulo: [ojo que destripo toda la vida de este tío y por ende el cómic en este párrafo, sáltatelo si quieres tener la sorpresa] se casó, tuvo dos hijos, hubo un incendio y empezó a trabajar como un loco para sacar su familia adelante, su mujer le puso los cuernos y se fue, su hijo no le hacía ni puto caso, se casó de vuelta y su hijo fue a la universidad para solo volver a casa dos veces en 15 años. FIN. Sí, de por medio hay mucho sentimentalismo y decir esto es como decir "Maus es la historia de un judío que escapa de los nazis y de su hijo dibujante de cómics que narra la historia", pero si algo he aprendido con el tiempo es que, aunque una historia pueda parecer simple, el como contarla influye y mucho. Bastion es un videojuego con una historia de lo más normalucha, mas su narrativa lo vuelve algo especial; lo mismo se le puede aplicar a juegos como Braid o a To the moon: historias hasta cierto punto normales que el cómo la cuentan lo cambia todo. Desafortunadamente, El almanaque no solo tiene una historia normalucha sino que además la cuenta de una forma totalmente lineal y predecible.

OLA SOI EL PROTA I ME PASO MEDIO CÓMIC CON ESTA CARA 

Además, si por lo menos los personajes fueran carismáticos se salvaría algo de la quema, pero es que ni eso. Entre el padre que habla 2 o 3 veces en toda la historia y el protagonista que es la cosa más hostiable del mundo ("HO BALLA YEBO 15 AÑOS SIN BER A MI PADRE Y AORA ESTA MUERTO PERO ME DA IGUAL A KE EN REALIDAD MI PADRE ME KERIA KE MAL IJO SOI BUA BUA") la tenemos parda. Joder, ¡si le dicen que su padre a muerto y es su mujer quien le obliga a ir al funeral! Y una vez llega ahí lo único que hace es pensar en que su padre no le hacía caso de pequeño y en mirar al vacío mientras sale un globo de pensamiento vacío (marca registrada de este autor como mínimo, porque prácticamente sale en 1 de cada 4 páginas).

¿Lo único salvable? La edición de planeta, muy buena. Tapa dura, orden de lectura occidental, buen tamaño, papel decente... y todo ello a un precio muy competente (12€), aunque... ¿de qué sirve una maquetación genial si el contenido no da la talla?

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