miércoles, 17 de octubre de 2012

Resacón 2: Ahora en Tailandia


Esta será una entrada realmente breve (no tanto como la de Saudade pero si más breve de lo normal). ¿Porqué? Porque con dos párrafos me llega para defenestar esta película. Es burda, simplona, tópica, soez e incluso (y esto es lo peor de todo) aburrida. Puedo soportar personajes odiosos, argumentos predecibles e incluso las barrabasadas de las que se componen series como Padre de familia, pero el "humor" demostrado por Resacón 2 está más cerca del de un niño de preescolar que el del público adulto al que se supone va dirigida la película (aunque en el fondo todos sabemos que son los adolescentes deseosos de parecer mayores los encargados de darle taquilla a bodrios de este tipo).

Hace años salió Resacón en las Vegas, la cual tenía un argumento con posibilidades pero que a la hora de la verdad no explotaba su potencial: un grupo de amigos se pasa de rosca durante la despedida de soltero de uno de ellos y al día siguiente, además de no recordar nada, han perdido al novio, quien debe estar en el altar en menos de 24 horas. Tras la reconstrucción de los hechos y un montón de locuras acaban encontrando al novio y todo sale bien.

La verdad, la peli podía haber sido mucho mejor pero se dejaba ver, así que decidí darle una oportunidad a su secuela pensando que corregirían los errores de la primera y harían un film potable. ¿Qué sucedió? El efecto telecinco: más y peor.

¿Que en la primera hacemos la coña de un secuestrado por la mafia? Pues ahora la repetimos pero a lo bestia. ¿Que la otra vez me rompí un diente? Pues ahora me tatúo la cara. ¿Que en Las Vegas hizo gracia el personaje del gordo? Pues ahora lo hacemos más insoportable y le damos protagonismo durante casi la mitad de la película.

En serio, hacía tiempo que no me aburría tanto con una película. Si le tenéis cariño a vuestro cerebro, no le hagáis pasar por esto.

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