Y finalmente me he terminado este libro. La verdad, he tardado muchísimo más de lo que esperaba al empezarlo, pues sus apenas 500 páginas me han durado bien 3 semanas (libros como Misery o Temblor apenas me duraron un fin de semana y son solo 100 las páginas de diferencia entre estas y Cumbres), pero no ha sido por su calidad. El libro es muy bueno, pero he estado tan ajetreado con los exámenes que solo pude leerlo durante los viajes en tren que hago desde la uni a casa (unas 100 páginas en cada uno, más o menos). Bueno, ya he dicho que el libro es muy bueno, ¿qué tal si le dais a leer más y os cuento de qué va?
Bien, el libro va de odio. Mucho odio. Muy mucho muchísimo odio. En serio, todos los personajes son odiosos por su forma de ser, pero hay uno que mediante sus actos se retrata a lo largo de todo el libro como un personaje cabrón y rencoroso como él solo. En ocasiones tenía la impresión de estar viendo las últimas horas del Titanic desde arriba, sabiendo que algo iba a acabar jodidamente mal y que no podría hacer nada por evitarlo. La diferencia es que mientras que allí fue por un error humano en esta ocasión es por la voluntad de herir de una persona.
Ojo, no estoy diciendo que esto sea malo, pues como personaje XXX (no, no diré el nombre, mejor que os pille de sorpresa) es cojonudo y si la Anne Wilkes de Misery era la locura pura este sujeto es el odio concentrado, solo estoy avisando que no os esperéis un prado de florecillas porque no lo vais a encontrar.
De las películas ni putísima idea.
En el tema narrativa ni una queja. La verdad, me sorprendió muy para bien el modo de Emily de narrar tanto por el planteamiento de la historia como por el estilo usado para combinar descripciones y diálogos, sobre todo a sabiendas de que la creación de este libro fue un "Hermanas, escribamos un libro cada una y a ver qué sale" de las tres Brontë (Emily, Anne y Charlotte). Lo que es incluso más sorprendente es el detalle de que las tres lograran obras consideradas clásicos de la literatura universal (Cumbres, Agnes Grey y Jane Eyre).
Y bueno, poco más me queda por decir. Es un libro que al principio puede chocar por su narrativa y por lo subnormal que es el señor Lockwood, pero en cuanto empieza "la trama en si" la cosa mejora exponencialmente, convirtiéndose por méritos propios en un libro tremendamente recomendable para cualquiera dispuesto a darle una oportunidad a algún clásico del siglo XIX. Por cierto, si alguien me explica por qué en la edición que leí la catalogan de "novela de terror" se lo agradecería, porque ni de lejos lo es.
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