domingo, 28 de septiembre de 2014

NieR

Hola, incauto lector, y bienvenido a tus sentimientos.



Creo que este es el quinto texto que escribo para la entrada de hoy. No os miento, los anteriores eran atroces: uno demasiado simple, el otro muy pretencioso, el tercero rozaba lo cursi, el cuarto parecía una broma... Ninguno le hacía justicia a NieR, y con la mente ocupada por lo que voy a decir ahora sé que otra vez fallaré, pero también que no lograré plasmarlo mejor. No es fácil capturar la esencia de algo con tanta fuerza en meras palabras y transmitir a otros lo que uno siente al leerlas, pues ellos no juegan con el recuerdo a su favor para dotar de contundencia la lectura. No es solo saber definir qué es NieR, no basta con descuartizarlo en pellizcos más insustanciales y, por ello, más sencillos. NieR es dolor, es dureza e incluso conmoción. Es pasión, viaje, esperanza y desengaño; es pasado, recuerdo, fugaz y sobrecogedor. Quizás me metiera en esta tarea demasiado a la ligera, o puede que me la esté tomando demasiado a pecho, o sencillamente siga algo abrumado al rememorarlo todo. Apuesto por las tres.

No lo llamemos aventura sino historia. NieR es una de esas historias que requieren ser descubiertas, no contadas; es más, en NieR hay mal, hay oscuridad y hay desolación, pero a lo que nos enfrentamos realmente es a su historia. Es dura y también cautivadora, la razón por la que avanzamos y lo pasamos mal. ¿Por qué? Porque el objetivo de NieR es, por encima de todo, hacernos empatizar como si fuéramos uno más de su mundo, y por ello nos amoldamos a sus condiciones, y sufrimos y nos compunge. Y, aun así, nos atrae, porque también es tierno, fuerte y cautivador... Pero no feliz, de ninguna forma.

Y sus personajes, el auge de NieR yace en sus personajes y las vivencias que los acompañan. NieR asfixia al individuo, maltrata a sus seres, oprime a cada uno de nuestros compañeros, aplasta sus espíritus y exhibe los trozos ante nosotros diciendo "mira como me regocijo, porque esto mismo haré contigo". Nuestros acompañantes son entrañables, ¿sabéis? Cada uno a su manera, pero todos entrañables al fin y al cabo, y son lo que nos insta a continuar cuanto haga falta para que tengan un momento de felicidad más que merecido, porque sabemos que en algún momento llegará. Aquí es cuando NieR suelta una carcajada, el jugador baja la cabeza y saca esperanzas renovadas para continuar un poco más, y tarde o temprano llegará al final, o por lo menos a un final.

Dos meses han pasado desde que cerré su historia, tiempo que he querido dejar correr expresamente para evitar impulsos del momento, y por ello puedo decir lo que entonces hubiera sido precipitado: NieR fue real.






Acerca de Anti

Su nombre real es Albert, pero como no tenéis ninguna foto
sigue siendo inmune las Death Note. Estudiante de
ingeniería industrial, gamer, amante y gamer otra vez,
tiene la ridícula esperanza de que alguien en alguna parte
se fije en sus textos. Quiere dominar el mundo para poder
destruirlo sin impedimentos.

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