sábado, 18 de octubre de 2014

¿Es realmente necesario un villano?

Un villano mayúsculo otorga una némesis y sentido rápido a un viaje, aunque a riesgo de restarle encanto, algo más común de lo que a priori nos puede parecer. Todos adoramos dar de palos a un bicho enorme que ha pasado su vida intentando aniquilarnos, pero no todo son Hannibals, Kefkas y Jokers (menuda redundancia) y muchas historias quedan reducidas a malos muy malos que acosan un mundo muy bueno y a unos héroes aún más buenos que van a por los malos muy malos.



Sin embargo, tendemos a crearlos en todas las historias, independientemente de si existen realmente o si solo nos estamos convenciendo de que así es. ¿Quien es el malo de Final Fantasy VII? ¿Acaso es Sefirot, o solo es una víctima más? ¿Y del Final Fantasy X, o incluso el XIII mismo? Es más, me atrevo a decir que en NieR, el juego que más ha estado mi mente últimamente, tampoco existe un villano al uso, sino que nos enfrentamos a una idea, y esa idea es Yonah. No buscamos luchar contra Shadowlord o robots enloquecidos; lo único que ocupa nuestra cabeza es, y siempre será, proteger a Yonah, y todo lo demás es solo otra piedra en el camino. ¿Que unos shades se dirigen hacia el pueblo? Se ensartan y listo. ¿Que unos cubos mágicos han secuestrado a un príncipe? Lo salvamos a ver si nos puede echar una mano. ¿Que Yonah quiere hacer un pastel? Vamos al mercado a comprar harina y arenques. No fijamos a una figura manipuladora detrás de los males del mundo, sencillamente marcamos a aquel que se interpone entre nosotros, Yonah y su bienestar, porque lo que nos preocupa por encima de todo es ella y seríamos capaces de acabar con todos los seres humanos del planeta si fuera necesario.



Así, sí.


Otro buen ejemplo, y bastante conocido además, podría ser la saga Demon's y Dark Souls, que están entre los juegos de culto y los de moda: todos la conocen pero no tantos se atreven con ella. A lo que íbamos. Aquí más que un malo hay un mundo oscuro que explorar a las buenas (por Youtube y sin taquicardias) o a las malas (con un mando para jugar y varios para romper). Y la aventura es eso, una realidad en decadencia, nada más. Por suerte, a nadie se le ocurrió meter un señor oscuro malo maloso que le quitara encanto a la atmósfera, un fallo más común de la que a priori nos puede parecer. Que sí, que una triste rata escondida detrás de una planta te puede matar miserablemente; pero oye, bien a gusto que te mueres, mucho más que contra el rey demonio fanfarrón de turno.



¿Que a qué viene este texto? A nada en concreto y a todo en general. Hace poco vi una lista con los mejores villanos de la industria según los usuarios (¿"El Hombre Ilusorio" de Mass Effect? ¿¡Ares de God of War!? ¿¡De verdad!?) y comprobé, independientemente de la calidad de dicha lista, cómo grandes argumentos e historias se minimizan a una figura enemiga que nos desafía durante el recorrido. No se recuerda el mundo, su gente o sus trasfondos, tan solo persiste el antagonista por encima de todo, incluso cuando lo más malo del malo es su nula profundidad. En Metal Gear Solid 2 pasan más cosas a parte de una pelea contra un Metal Gear Ray y en Majora's Mask sucede algo más que un combate contra una máscara flotante, que no se os olvide.











Acerca de Anti

Su nombre real es Albert, pero como no tenéis ninguna foto
sigue siendo inmune las Death Note. Estudiante de
ingeniería industrial, gamer, amante y gamer otra vez,
tiene la ridícula esperanza de que alguien en alguna parte
se fije en sus textos. Quiere dominar el mundo para poder
destruirlo sin impedimentos.

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