Hoy pensaba hablar de Dragon Ball GT. Que si, que si, del GT, esa infame secuela, y no precisamente con fines destructivos. No me malinterpretéis, esa saga hace muchas cosas mal, muy mal, pero siempre me ha transmitido buenas intenciones, solo que con una evolución deplorable. ¿Os parece si esperamos un ratito para encender las antorchas?
Dragon Ball GT empieza con una idea [sarcasmo] original, rompedora y nunca vista... [/sarcasmo] ¡Buscar las bolas de dragón! Pero no por lo largo y ancho de la Tierra, no, sino por el universo entero. ¡Y no solo eso, sino que devuelven a Goku a su cuerpo de niño! Mentalmente nunca ha superado esa etapa, así que ya cuadra y tal... En cualquier caso, estamos hablando de una saga entera que se marcó como objetivo recuperar el espíritu de la primerísima aventura de la serie, con un bonito guiño a Pilaf y todo. A mi me dices "eh, que Dragon Ball resucita, y en lugar de seguir la estela de Z vamos a volver a las aventuras por el campo" y estoy dando saltos de alegría hasta que el suelo tenga un agujero de dos metros de profundidad. Problema: no hay nada memorable en sus episodios. Planeta de pobres oprimidos por el heteropatriarcado un Rajoy, planeta de pez con bigotes que predice terremotos, planeta de Cthulhu obeso... ¡El enemigo más carismático de toda esta parte es un látigo! ¡Un látigo! El conejo que convertía a la gente en zanahorias era un enemigo más digno que esto.
Y hablando de enemigos, luego viene la parte de Baby. Aquí tenemos otra idea que, a mi parecer, es bastante interesante: volver al mono gigante como transformación primordial. Nada de alargar más el pelo, esta vez desde la verdadera base de los superguerreros. Luego pasa que le ponen pelaje rojo, pantalones mágicos y lo llaman Super Sayan de nivel 4, lo ideal. Ah, si, y luego Baby le copia la idea y se dopa vía rayos gamma para sacar músculo; todo muy Hulk.
Y luego está la última saga, la de los dragones. ¿Qué puede salir mal de una saga de despedida centrada en las propias bolas de dragón y el mismísimo Shenron? No sé, mejor preguntemos a ESE SHENRON OSCURO FUMADOR DE PUROS CUBANOS Y SUS SIETE HIJITOS. Intentan ser monstruos originales capaces de diferenciarse de los demás, pero se quedan entre malos de relleno y villanos sin rumbo ni objetivo. Veía tanto potencial en Dragon Ball GT, era tan fácil hacerlo bien...
Y en medio de todo este estropicio está la parte de Súper C-17, que... Que... Ahora ya podéis sacar las antorchas.
Acerca de Anti
sigue siendo inmune a las Death Note. Estudiante de
ingeniería industrial, gamer, amante y gamer otra vez,
tiene la ridícula esperanza de que alguien en alguna parte
se fije en sus textos. Quiere dominar el mundo para poder
destruirlo sin impedimentos.
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