lunes, 29 de febrero de 2016

Te tengo miedo, Mirror's Edge Catalyst




No pensaba que llegaría a ver un segundo Mirror's Edge, idea que me apenaba profundamente. Adoro el juego original, lo amo de una forma muy íntima y sincera y el jugarlo me sigue transmitiendo unas sensaciones y emociones muy puras. No hablo de momentos sobrecogedores o emotivos, sino de una especie de paz, tranquilidad y, perdonad por la pretenciosidad, equilibrio espiritual. Soy incapaz de describir qué es eso tan especial que me transmite con tanta fuerza porque ni siquiera yo sé qué es. Pueda que sea la música, puede que ese mundo minimalista e inmaculado... Si, seguramente sea el ambiente, la escena. Me siento sosegado a sus brazos, noto como acalla cualquier turbulencia que pueda llevar dentro. Para mí, Mirror's Edge es una obra muy especial, y ahora que se acerca una continuación, ahora que su nombre vuelve a sonar, me siento... Me siento aterrado.


Ya le dediqué en su momento una entrada, así que no me voy a repetir volviendo a contar las bondades del juego. La cuestión es que en 2013 se anunció su secuela (¿precuela?). Lo normal habría sido que me emocionase, que diera saltos de alegría, que llorase ante el retorno de una de mis fantasías gamer más potentes. Pero en ese teaser mostrado no vi parkour ni persecuciones, solo peleas, enfrentamientos directos con la policía y los guardas, un trailer que cerraba con... dubstep. Se me cayó el alma al suelo, no podía dar crédito a aquello. El regreso de una IP supuestamente abandonada suele significar cambios y retoques, no por nada la habían mantenido apartada y silenciosa, pero en un minuto escaso de vídeo vi como quien fuera que estuviese detrás de esa resurrección hacía mal todo lo que, para mí, se podía hacer mal. Es un teaser y es una impresión subjetiva, alarmista, pero que se rediseñase Mirror's Edge como un juego de peleas al ritmo musical de moda era algo para lo que no estaba preparado.






Pasado un tiempo se empezaron a dar más detalles del juego. Pronto se supo que sería un sandbox y no tardaron en decir que la acción quedaría relegada a un segundo plano y que la atención se centraría en correr y en saltar. Me creo, o me quiero creer, que todo esto es verdad, pero no estoy tranquilo. Hace unos meses se mostraron alrededor de cinco minutos de gameplay, y Sigo viendo cámaras lentas donde antes no las había, destrucción policial intentando robar protagonismo. ¿Y por qué Faith y la radio no cierran la maldita boca en toda la misión? ¿¡Y por qué Faith empieza a hiperventilar tan exageradamente al final de la persecución!? ¡Se supone que esto es Mirror's Edge, un juego minimalista! ¡No necesita que haya media conversación cada cuatro pasos ni que a la protagonista le dé por hacer ruiditos de conejo asustado! ¡El primer Mirror's Edge era muy escueto en cuanto a narrativa y personajes, pero dejaba claro que Faith es una chica muy segura que se siente dominante y por encima de la ciudad y su seguridad, no necesito que esté constantemente de cháchara y que la hagáis chillar cuando salte por una ventana! ¿Qué pasa, que intentáis emular a la nueva Lara Croft, intentar que parezca débil e indefensa aun cuando acaba con un ejército de gigantes con un arco de madera? ¡No os atreváis, EA, no os atreváis, DICE! ¡Os vais a cargar la maldita atmósfera como realmente entréis en el rollo de chica desprotegida contra situaciones extremas! ¡Centraos en la distopía, centraos en el control de información, centraos en la privacidad de la ciudad! Mira que es difícil cargarse un personaje que apenas tiene desarrollo, pero lo estáis logrando, y con ello también el resto del ambiente.






Quiero jugar Mirror's Edge Catalyst, me muero por tenerlo y darle la más grande de las oportunidades, pero van más de dos años en vilo por este título y sigo sin tenerlas todas conmigo, más bien al contrario, y lo peor es que aún así me sentiré cada vez más lleno de ilusión a medida que se acerque el día de su estreno. No me gusta mucho de lo que veo, no me siento seguro ni tranquilo con esto, pero... Es Mirror's Edge, ¿sabéis? Es una segunda oportunidad a una de las mejores experiencias que he tenido, es el regreso de un nombre que todavía me sigue haciendo volar... Y, llegado el día, me voy a sentir profundamente decepcionado.


Hazme tragar estas palabras, DICE; te lo ruego...










Acerca de Anti

Su nombre real es Albert, pero como no tenéis ninguna foto
sigue siendo inmune las Death Note. Estudiante de
ingeniería industrial, gamer, amante y gamer otra vez,
tiene la ridícula esperanza de que alguien en alguna parte
se fije en sus textos. Quiere dominar el mundo para poder
destruirlo sin impedimentos.

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