lunes, 18 de junio de 2018

Se acabaron las medianías


Hará un par de semanas leí el primer tomo de Paper Girls, cómic guionizado por Brian K. Vaughan (Saga) y dibujado por Cliff Chiang (Wonder Woman). El tomo me dejó un gran sabor de boca y casi seguro que compraré el resto de números (y que os daré el coñazo con ellos por twitter y en el blog), pero hubo una parte en concreto que me chocó con más fuerza de la que esperaba, y es la escena que podéis ver sobre estas líneas. Sin entrar en spoilers, en un momento puntual una de las protagonistas ve pasar su vida ante sus ojos, y se da cuenta que la única constante durante 12 años fue jugar a Arkanoid día tras día, hiciera frío o calor, fuese Navidad o verano. Con todo, lo que me sorprendió no fue eso, sino la conclusión a la que llega tras la lluvia de recuerdos:



He malgastado mi vida.


A menudo consumimos media que simplemente cumple con lo básico para entretenernos. No nos ofende, no nos insulta y apenas requiere el nivel mínimo de atención para no suponer una carga a la vez que nos permite quemar todas las horas que deseamos. En un principio no pasa nada por dedicar nuestros esfuerzos a obras menores, pues no todo lo que leamos ha de ser Hamlet ni lo que juguemos Breath of the Wild. El problema aquí radica en el término quemar. Ya no se trata de matar unos minutos muertos antes de coger el bus o de entretenerse una tarde lluviosa, sino de entrar en una dinámica donde una parte muy importante de nuestro tiempo se ve repleta de "No me aporta nada pero no tampoco me obliga a pensar". Cine, literatura y videojuegos nos demuestran día tras día que pueden hacer mucho más que simplemente cumplir, y nuestro tiempo en la tierra es lo suficientemente limitado como para darle el valor que se corresponde. ¿De qué me sirve vivir 90 años si cada vez que dejo de trabajar me pongo a grindear como un gilipollas en el JRPG de moda o a leer el cómic genérico de Batman número 8490?

Antes de ponerme con Mass Effect empecé 2 juegos de manera más o menos paralela: Chibi Robo y Super Mario RPG. Ambos títulos poseen una cierta fama y tenía bastantes ganas de probarlos, pero con los 2 tuve el mismo problema: las cosas que me gustan de ellos malamente alcanzan el 50% de su contenido total. El combate de Super Mario RPG me parece una versión beta de los Paper Mario y Mario & Luigi, lo que viene a significar que me aburro como una ostra en sus (muchos) combates y solo me entretengo cuando llego a poblados y hablo con la gente (y tampoco es que su guión sea la locura máxima....). Chibi Robo por su parte tiene pequeñas interacciones chachis, pero su gameplay no me resulta especialmente satisfactorio y el sistema de baterías me obliga a cortar el flow de la partida cada dos por tres para recargarme. Entre ambos juegos llevo ya cerca de 10 horas, de las cuales habré disfrutado unas 4 o 5. Durante las otras 5 podría haberme pasado entero Transitor, rejugado Undertale o visto alguna de las 90 series y películas que tengo en mi lista de pendientes desde antes de empezar la universidad. Sin embargo, invertí todas esas horas en títulos que sí, cumplían más o menos con el mínimo necesario para entretenerme pero que si les daba mientras estaba en skype tampoco pasaba nada. 

Cosa que hice. Varias veces. Total, tampoco es como si me entretuvieran demasiado, así qué... ¿por qué no jugarlos en segundo plano mientras me entretengo con otra cosa? 


Aquí es donde realmente radica el problema. ¿Y qué tal si en lugar de compaginarlos con otra cosa... simplemente lo dejo? ¿Para qué seguir invirtiendo mi tiempo y energía en algo que claramente no me satisface? ¿Por qué no parar de jugarlos? Si lo que quiero es disfrutar de sus partes narrativas y es el gameplay lo que me aburre, ¿qué problema hay en ver lo que me interesa por youtube y liberar un montón de tiempo que emplear en otras cosas? Eso mismo fue lo que hice con Persona 2, pero por algún motivo sigo sintiéndome mal cada vez que lo hago. Sí, los videojuegos son un medio que debemos experimentar por nosotros mismos por su factor interactivo, ¿pero para qué castigarme cuando ese factor interactivo no me interesa y solo busco su guión y arte? 

Hoy es el día en que digo basta. Super Smash Bros Brawl me enseñó a repudiar el completismo, Reads a saltarme partes de los cómics y Paper Girls será quien me ayude a hacer lo mismo con los videojuegos. Basta ya de jugar cosas porque "Es un título de culto y debería darle una oportunidad en algún momento". Si no me divierte durante al menos un 80% del tiempo, se acabó lo que se daba. La vida es demasiado corta para malgastarla consumiendo cosas simplemente aceptables, y del mismo modo que no estoy todo el día rejugando Undertale o BotW para poder jugar a cosas nuevas no pienso dedicar mi tiempo a títulos que no me llenan.

Basicamente porque para eso me pongo a rejugar Undertale o BotW, que al menos me encantan. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario