Nos encanta lo retro, ¿verdad? Esos juegos, esa sencillez, la artesanía y la magia... ¡Vamos a revivir esos tiempos pasados! Con esta guía os voy a enseñar como podéis montar vuestro propio centro de emulación de los dioses, una consola retro sólida, pequeñita y con 32GB de nostalgia.
Antes de empezar con las instrucciones, arrojemos algo de luz sobre todo este tema. Lo que obtendremos una vez terminemos la instalación y el montaje de todo es una consola que nos permitirá jugar a casi cualquier sistema de la generación PSX hacia atrás, desde NeoGeo hasta Sega CD o MAME. No penséis que la interfaz será similar a ejecutar un emulador en un ordenador con Windows, aquí simplemente será conectar, elegir consola y elegir juego, todo desde el mando que usaremos para jugar, sin teclado ni nada. ¡Lo dicho, una consola de toda la vida, de esas ya extintas de encender y jugar!
Para llevar a cabo esto nos valdremos de una Raspberry Pi, que es nada
menos que un ordenador en miniatura, económico y de fácil configuración,
y el software RetroPie, una imagen destinada a la emulación que
instalaremos en una tarjeta SD, como si de un sistema operativo se
tratase.
¡Pero basta de cháchara, entremos en la materia!