lunes, 12 de agosto de 2013

Los juegos del hambre


ES UN PUTO PLAGIO DE BATTLE ROYALE. Y me da igual que digan que Battle royale coja cosas de La larga marcha o de El señor de las moscas, porque no es lo mismo coger uno o dos elementos aislados (reality mortal, jóvenes matándose entre ellos...) que COPIAR TODO EL PUTO LIBRO. En serio, me jode la hostia, no hay nada que me reviente más que el plagio, y sobre todo en casos como este, donde la obra original es tan desconocida por la gente de a pie y esta se pasa el día elogiando el plagio. Además, si la autora tuviera un poco de vergüenza y lo admitiera aún bueno, pero desde el momento en que dice que jamás había oído hablar de él cuando es un calco de este pasa a darme asco. Mucha. Joder, ¡si hasta copia la puta escena de las dos hogueras y el reclamo para pájaros! Bien, aclarado este punto, vamos a hacer una cosa: en lo que queda de entrada, a fin de ser un poquito imparcial, voy a fingir que Battle royale no existe. O por lo menos lo intentaré.

En esta primera parte de una trilogía (que en mayor o menor medida puede leerse de forma aislada) Suzanne Collins nos lleva a un mundo donde, una vez al año, 24 niños de entre 12 y 18 años son escogidos para participar en un terrorífico reallity show: una batalla campal donde solo uno saldrá con vida. Es en uno de estos sorteos cuando la hermana pequeña de Katniss (protagonista y narradora en primera persona) es seleccionada como tributo para los próximos juegos, presentándose ella voluntaria para ocupar su puesto en la próxima competición.

Bien, empecemos con las pegas: al principio va demasiado rápido. Los juegos del hambre nos presentan el mundo en que vive Katniss, sí, pero casi no lo aprovecha, yendo a toda prisa de un lado a otro como si la autora tuviera miedo de que el lector se aburriera y pasase a otra cosa. Y es una lástima, porque el mundo que plantea es interesante, el sistema de teselas me pareció una buena idea, el entrenamiento en la torre está bien... pero casi ni lo aprovecha, pasa sobre todo ello de corrido para llegar lo antes posible a los juegos en sí. Al final del libro tendremos tan poca idea real de la vida en el Capitolio como al principio.

Creo que voy a pasar de la película. Según me han dicho, es la versión simplificada del libro... y no me quiero imaginar cómo es la versión simplificada de la versión holliwoodiense, softgore y mascadita de Battle royale.

Tras la primera en la frente, vamos con la segunda a la rodilla: la narración en primera persona. Alto, dejad explicarme. Me parece tan válida como cualquier otra, pero siempre tiene un inconveniente: no sabemos más de lo que sabe el protagonista. Pese a que en algunos momentos venga bien (misma sensación de desconocimiento que Katniss) a la hora de la lucha con los otros tributos es un horror. Nuestra protagonista no tiene ni puta idea de la mayoría de ellos, así que nosotros tampoco, viniéndonos al pairo lo que les pase. ¿De qué me sirve una matanza de niños si no nos importa que vivan o mueran? (Anda, mira, como en el peñazo de Another...).

Y antes de que nadie me salte con un "criticar es muy fácil" ahí van un par de ideas sobre cómo aportar un pasado a estos antagonistas. 1) Durante su entrenamiento Katniss recibe unas fichas con información de los otros tributos pero el lector no sabe lo que ponen, así que llegado el momento de los enfrentamientos directos solo tiene que "recordar" lo que ponía y listo, ya le hemos creado un pasado a un personaje plano. 2) Katniss está escondida y pasan cerca tributos que se hayan aliado, los cuales conversan sobre su vida antes de entrar en los juegos. 3) Katniss tiene mucha imaginación y en base a su conocimiento de los distritos de donde proceden sus rivales se imagina su vida, lo que haría si ganase y demás familia.

Basicamente, si somos un poco realistas, podremos resumir todo esto en una sola frase: se trata de literatura adolescente. Así, tiene tanto sus ventajas (ritmo muy ágil, pocos parones en la trama) como sus pegas (personajes poco trabajados, simpleza, pocas sorpresas...). Y ojo, como ya dije Los juegos del hambre plantea ideas interesantes (el gran valor que le dan a la caza, lo de los patrocinadores, el sistema de desfiles y puntajes...) pero no las aprovecha, quedándose simple y llanamente en literatura de consumo.

Esta es la clase de cosa que me hacen gritar a mi pantalla cosas como "¡No hostia no!", "Me cago en la puta, ¡que es un plagio joder!" o "Puto retraso". Aquí otro ejemplo.

Y ahora, lo importante. ¿Merece la pena leerlo? Depende. Si buscas una historia profunda, con dilemas morales, personajes trabajados y quieres realmente sentir a los personajes tanto La larga marcha como Battle royale le dan mil vueltas a Los juegos del hambre. Por otro lado, si no te importa que sea un plagio descarado y simplemente busques un libro entretenido que te mantenga enganchado durante un par de días... sí, puede merecerte la pena que lo leas. No pasará a la historia, y al igual que Crepúsculo el fenómeno fan remitirá con el tiempo, pero no es un libro aberrante. Es más, tengo la certeza de que si no fuera un plagio lo recomendaría sin dudas a gente que no esté acostumbrada a leer cosas densas pero quiera iniciarse en la lectura; desafortunadamente, Suzanne decidió tirar por el camino fácil.

Ah, por cierto, ES UN PUTO PLAGIO DESCARADO DE BATTLE ROYALE. Zatch Bell coge también la idea base de Battle royale, cierto, pero le añade tal cantidad de elementos y situaciones propias que sería absurdo tildarlo de plagio, pero esto es completamente exagerado. Planteamineto, escenas sueltas... Dios, me siento de verdad asqueado con esto.

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