-Ey chicos, ¡me he comprado la vieja edición Absolute de The Authority publicada por norma y tras releerla me han entrado ganas de reseñar la serie!
-¡Bieeeeeeeeeeeeeeeeeen!
-Pero al final he decidido reseñar solo lo contenido en este tomo (el llamado Volumen 1 en USA, etapas de Ellis y Millar) y sudar de del resto de guionistas.
-¡Maaaaaaaaaaaaaaal!
-¿¡¿¡Qué queréis que haga!?!? The Authority está descatalogado en España y comprar los tomos me sería una pastaza, y para ponerme a leer en la tablet o en el PC casi prefiero meterme con cosas nuevas como Fables o Los invisibles antes que releerme de nuevo el resto de la serie. Que ojo, no la recuerdo mala, pero simplemente no me apetece, y como llevo desde 2012 posponiendo el reseñarla...
En fin, que hoy vamos a hablar del que quizás sea el cómic más rompedor en el mercado mainestream de los últimos 20 años, pues aunque serían The Ultimates los que popularizarían esto al máximo es obvio que sin The Authority nunca habrían existido. ¿Que por qué digo esto? Hombre, no sé... ¿quizás porque son prácticamente lo mismo y el guionista de Ultimates (Mark Millar) estuvo guionizando Authority tras la marcha del autor original (Warren Ellis) hasta apenas un mes antes de empezar a publicarse los Ultimates?
Pero bueno, llevamos media entrada y todavía no he dicho qué es The Authority. Dicho rápido y sin tapujos, vendría a ser Los Vengadores pero para adultos. O más bien la Liga de la Justicia, yo que qué sé. Ojo, para imaginar el panorama de aquella época no penséis en la peli de hace un par años cuya secuela sale a final de mes, sino en los viejos viejos viejos Vengadores, esos que eran un adalid de virtudes y cuyas tramas casi siempre se reducían a partirle la cara al malo de turno sin dilemas morales de por medio. Fue en este contexto donde Warren Ellis dijo "¡A la mierda!" y se marcó una reinvención del concepto de supergrupo donde las amenazas fueran un auténtico riesgo para la seguridad mundial y las soluciones... en fin. Digamos que el sistema que usan para derrotar al primer antagonista de este cómic es ni más ni menos que provocando un genocidio, así que nada. El mal menor, dicen.
Los primeros 12 números (guionizados por Ellis y dibujados por Bryan Hitch) vendrían a ser los más superheróicos de todos, pues siguen el patrón clásico de 4 números para cada enemigo y os puedo asegurar que dentro del cómic de molarse es de lo mejorcito que os podéis echar a la cara. De hecho, la escalada de la epicidad de un arco a otro es perfecta, pasando del típico "Hubo muchas bajas por ser nuestro primer trabajo en equipo, la próxima vez lo haremos mejor" a "¡¡¡¡¡¡¡HOSTIA PUTA PERO CÓMO COÑO QUIERES QUE VENZAMOS A ESA COSA!!!!!!!"
Terminado el número 12 Ellis abandonó la colección para centrarse en unas mierdas que ni Dios conoce que se llaman Planetary y Transmetropolitan (los cuales son tan malos y desconocidos que no voy a dedicar más tiempo en volver a hablar de ellos) y un por entonces desconocido Mark Millar se encargó de relevarle... y de qué forma lo hizo. Es cierto que el cómic perdió en molonidad y que rebaja bastante las relaciones entre personajes, pero el concepto de Authority gana enteros desde el momento en que decide meterles en política. Tal y como dice uno de los personajes al principio de esta segunda etapa...
Yeap, en la segunda etapa de la serie Authority decide que no solo los supervillanos deben ser detenidos sino también los gobiernos que se dedican a pisotear impunemente a los ciudadanos. Es cierto que tampoco se mete a fuego en este tema y que sigue habiendo una buena ración de hostias, pero el cambio de enfoque le sienta de puta madre y añade una nueva perspectiva a la serie, la cual además acaba desembocando en un arco final grandioso. Pena que durante gran parte de los números de Millar tengamos que tragar el horrendo dibujo de Quitely, pero qué se le va a hacer.
Como ya dije al principio, hoy en día The Authority está descatalogadísimo en España, así que hacerse con esta Absolute está bastante complicado. Aún así, si por algún casual os la encontráis y no está a un precio demasiado elevado (de salida costaba 50 euros y a mi me salió de liquidación por 30 en la Norma Cómics de Barcelona, telefonearles si os interesa que envían a toda España por 6 euros más) yo creo que puede ser una adición realente interesante a vuestra comiteca, ya no tanto por lo importante que fue en su momento sino porque realmente se trata de un cómic divertidísimo y que logra siempre cumplir su objetivo de molar.
Los primeros 12 números (guionizados por Ellis y dibujados por Bryan Hitch) vendrían a ser los más superheróicos de todos, pues siguen el patrón clásico de 4 números para cada enemigo y os puedo asegurar que dentro del cómic de molarse es de lo mejorcito que os podéis echar a la cara. De hecho, la escalada de la epicidad de un arco a otro es perfecta, pasando del típico "Hubo muchas bajas por ser nuestro primer trabajo en equipo, la próxima vez lo haremos mejor" a "¡¡¡¡¡¡¡HOSTIA PUTA PERO CÓMO COÑO QUIERES QUE VENZAMOS A ESA COSA!!!!!!!"
Terminado el número 12 Ellis abandonó la colección para centrarse en unas mierdas que ni Dios conoce que se llaman Planetary y Transmetropolitan (los cuales son tan malos y desconocidos que no voy a dedicar más tiempo en volver a hablar de ellos) y un por entonces desconocido Mark Millar se encargó de relevarle... y de qué forma lo hizo. Es cierto que el cómic perdió en molonidad y que rebaja bastante las relaciones entre personajes, pero el concepto de Authority gana enteros desde el momento en que decide meterles en política. Tal y como dice uno de los personajes al principio de esta segunda etapa...
Intentar no fijaros en el horrendo dibujo de Frank Quitely y centraros en el diálogo.
Yeap, en la segunda etapa de la serie Authority decide que no solo los supervillanos deben ser detenidos sino también los gobiernos que se dedican a pisotear impunemente a los ciudadanos. Es cierto que tampoco se mete a fuego en este tema y que sigue habiendo una buena ración de hostias, pero el cambio de enfoque le sienta de puta madre y añade una nueva perspectiva a la serie, la cual además acaba desembocando en un arco final grandioso. Pena que durante gran parte de los números de Millar tengamos que tragar el horrendo dibujo de Quitely, pero qué se le va a hacer.
Como ya dije al principio, hoy en día The Authority está descatalogadísimo en España, así que hacerse con esta Absolute está bastante complicado. Aún así, si por algún casual os la encontráis y no está a un precio demasiado elevado (de salida costaba 50 euros y a mi me salió de liquidación por 30 en la Norma Cómics de Barcelona, telefonearles si os interesa que envían a toda España por 6 euros más) yo creo que puede ser una adición realente interesante a vuestra comiteca, ya no tanto por lo importante que fue en su momento sino porque realmente se trata de un cómic divertidísimo y que logra siempre cumplir su objetivo de molar.
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