lunes, 12 de septiembre de 2016

Resident Evil 7: Beginning Hour




No sé muy bien qué debo decir sobre la demo de Resident Evil 7. No, esperad, permitid que me corrija: no sé cómo debo comentar lo que he probado. Sé lo que he visto, sé lo que he jugado, pero... Nunca he terminado ningún Resident Evil, ni siquiera le he dado seriamente a ninguna entrega de la saga. ¿Sabéis en cual de ellos invertí más horas? En el shooter de raíles ese de Wii, y solo me lo dejaron por una tarde. He tocado el de Nintendo DS, he catado la demo del Revelations y... y ya. Ya está, no hay más. Mi situación, pues, es tan simple como que he visto y notado la degeneración absurda de la saga a lo largo de la última generación, pero no tengo una base sobre la que comparar Resident Evil 7 ni valorar si es merecedor o no de su nombre; no puedo ratificar sus bondades en una comparación con los clásicos, pero sí valorarlo como un producto independiente con unos conceptos más o menos tradicionales.


Pero basta de cháchara, centrémonos un poco en lo importante y hablemos ya de la demo. Capcom ha dejado claro que no tiene nada que ver con el juego final más allá de ser una declaración de intenciones, y si son fieles a su palabra creo que los amantes del terror clásico pueden estar más que contentos. Con esto no quiero decir que haya muchos sustos y demás, que los hay, sino que se mezclan exploración, rompecabezas y tensión. Algo me dice que lo visto no es demasiado cercano a los cimientos de la saga durante la época de PSX, pero me ha dado la sensación de ser un buen planteamiento de la vieja escuela adaptado a los gustos modernos.





El teaser/demo/prólogo nos encierra en una tétrica casa de la que debemos escapar. Las puertas chirrían, las cazuelas tienen cucarachas y las sombras son más aterradoras que cualquier encapuchado con un garfio real. ¿Se nota la tensión? Oh, sí, la tensión y la claustrofobia, y de qué forma. Soy fácil de sobresaltar, pero esos veinte minutos de juego los pasé agarrotado al sofá, casi angustiado al pasar por los rincones más oscuros. Lo admito, me meto demasiado en el papel y por ello no he podido terminar casi ningún juego de terror, acabo sufriendo demasiado, pero logré mantenerme en ese punto entre el no querer avanzar por miedo a lo que te puedas encontrar y proseguir cautelosamente porque necesitas salir de ahí. Bien por la ambientación, bien por la puesta en escena.


Claro que sí, campeón.
¿Y qué se hace durante esta introducción? Se explor-NO SE DISPARA, que quede claro de buen principio. Se acabaron los juegos de tiros que pervertían una saga clásica, esta vez toca explorar y sufrir el entorno en tus carnes. No había zombies que matar ni rocas que romper a puñetazos, sino puertas y armarios cerrados y cajas de fusibles que requerían encontrar la pieza adecuada. Si al final se le añade alguna pistola con cuatro balas a racionar para todo el juego no me quejaré, pero GRACIAS por olvidar los tiros y centrarte de una vez en el terror, Capcom, que por algo Resident Evil es (era) una saga insignia del género.


Resident Evil 7 nos pilló un poco por sorpresa cuando se desveló, y creo que lo mostrado generó bastantes dudas y escepticismo, tanto por la compañía detrás del juego como por no tener claro hacia donde acabará virando el proyecto. Puede que sea un buen Resident Evil, o no, o puede que encienda aún más la ira de los nostálgicos, o yo que sé, sigo siendo profano en la saga y en el género, pero tengo claro que le voy a seguir la pista, y vosotros también deberíais.




  


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Esta entrada participa en la iniciativa
Racoon City: Ciudad de vacaciones
del blog Checkpoint de Rokuso3.
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Acerca de Anti

Su nombre real es Albert, pero como no tenéis ninguna foto
sigue siendo inmune las Death Note. Estudiante de
ingeniería industrial, gamer, amante y gamer otra vez,
tiene la ridícula esperanza de que alguien en alguna parte
se fije en sus textos. Quiere dominar el mundo para poder
destruirlo sin impedimentos.

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