Ya hace tiempo que no colgamos ninguna crónica personal aquí al blog. De hecho, creo que personalmente nunca he publicado nada parecido aquí en This Blog Ends, ya que normalmente todas las cosas más personales las cuento por Twitter (inserte aquí enlace a mi perfil), pero hoy creo adecuado hablar de cómo acabé relagando a una amiga un shoot’em up que sólo cuatro personas en todo el continente conocen.
Con el tiempo me he ganado un poco de reputación entre mis amigos más cercanos por a veces hacer regalos un tanto curiosos. No tan solo hay el factor de quedar bien y sorprender, sino que disfruto la anticipación de buscar algo inesperado, ver la reacción de la gente y hacer unas risas (aunque a veces ello implique hacer un regalo troll y alguien acabe con un Knack 2, un Batman & Robin All-Star... o un Cerebus). No siempre es el caso, por limitaciones de tiempo, dinero o simplemente falta de inspiración, pero siempre me gusta regalar algo especial.
(aunque no se puede ser mucho más erótico que Drakengard 3)
En este caso en particular la situación era un poco complicada, porque mi amiga en cuestión ya tiene un trabajo y sueldo y ya se compra todos los juegos que quiere. De hecho, tiene un poco de síndrome de Diógenes comprando VNs raras en Steam aunque no las vaya a leer a ni a medio plazo, algo que me descuadró un poco porque parecía que había encontrado un buen candidato para regalo con The House in Fata Morgana sólo para descubrir que ya hace tiempo que la tiene en su librería. También consideré pillarle un juego de MSX pero… yea, apenas conozco el catálogo y muy probablemente ya tenga los más chulos y no pienso arriesgarme.
Así pues cambié de enfoque y decidí tirar por un shoot’em up. Pensé en alguno de PSX como R-Type Delta, que son de sus favoritos, pero no sabía si ya los tenía, además de que sé muy bien que los juegos de PSX los prefiere jugar en PSP. Y para acabar…
Sí, son carillos y las condiciones no son perfectas. No vale la pena si corre el riesgo de que nunca los saque de la caja y queden en su estantería. Por curiosidad también miré el precio de Pepsiman…
...pero no pienso pagar este tipo de dinero por un meme. Por mucho que lo amemos.
Así pues, dejé de estarme de tonterías y me decanté por algún shoot’em up moderno pero desconocido, algo que encajara en la definición de “gema oculta”, así que fui al proveedor oficial de información sobre shoot’em ups: Sector Omega. Tras echar una buena ojeada, decidí probar suerte con Cambria Sword, el cual el redactor Fran no tan solo alaba en su correspondiente análisis y walkthrough en su canal, sino también lo llamó el mejor shoot’em up de 2017. Yo ya conocía de oreja a Cambria Sword y recordaba a mi amiga mencionarlo, quien esperaba una versión para Steam, así que definitivamente tenía un fuerte candidato.
Problema: el juego, como ya he dicho, no ha salido en Steam de momento, sólo se puede conseguir mediante DLsite, el cual parece una tienda de juegos sin DRM a la GOG. Obviamente regalar un juego mediante un código de una página relativamente nicho no tiene el mismo impacto que verla en tu biblioteca en Steam o regalar físicamente en persona.
Así pues miré de pillarlo en físico peeeeeeeeero resulta que este es uno de esos juegos doujin que se comercializan casi exclusivamente para el Comiket, probablemente la fira de juegos y mangas independientes más importante del país, y algunas otras ferias, así que en teoría sólo los afortunados que visitasen uno de esos eventos podrían haberlo pillado en físico. Es una putada este tipo de lanzamientos limitados, Grief Syndrome, uno de mis juegos y beat’em ups favoritos también tuvo ese problema y por ello no lo pude comprar.
Pero aquí viene el plot twist gordo: una tienda de Akihabara llamada Beep está comercializando copias físicas de Cambria Sword (¡¡¡!!!). Deben haber llegado a algún acuerdo con el autor o algo, y de hecho por lo que pude leer en la web hicieron otra tirada del juego debido a que tenían bastante demanda para el juego.
Así pues, estaba salvado. Podía comprar el juego físicamente, lo cual es genial, especialmente teniendo en cuenta que mi amiga muy probablemente ya estaba familiarizada con el hecho de que la edición física es rara no, lo siguiente, por lo que el factor sorpresa se multiplicaría bastante. ¡Además cada copia viene con un disco con la OST y un par de extras! Definitivamente era un gran regalo.
Así pues empezó mi odisea para comprarlo.
Primero de todo comprobé eBay, Amazon, Play-Asia y otras tiendas online para estar seguro que el juego era realmente exclusivo de la tienda, ya que ahí están más acostumbrados a distribuir internacionalmente y quieras o no ello te da más confianza a la hora de comprar… pero no, parece que es exclusivo de la tienda Beep en particular (la cual aconsejo que le deis un vistazo si os gusta lo retro y similares, ¡tienen hasta cosas del Sharp X68K en portada!).
(Notas)
Así pues empezó la siguiente parte del plan: navegar por la página de compra en japonés. Dos palabras: Google Translate. Cogí cada línea de texto y las traducí manualmente. La interfaz por suerte es visualmente limpia y simple, como cualquier página de compra actual, así que no es difícil perderse, simplemente tienes que tener un poco de paciencia. Además para hacer las cosas más fáciles, la primera cosa que te sale a la hora de pagar es la opción de usar tarjeta de crédito/débito, por lo que no tiene pérdida…
(Más notas, esta vez en físico)
Pero como descubrí muy rápido, resultó que la página en el momento no cogía tarjetas de crédito fuera de Japón. Auch.
Al hacer compras de este tipo fuera de los sitios habituales como Amazon, siempre tienes el riesgo de encontrarte algún problema de este tipo. Es bastante normal. Así pues tuve que mirar las otras formas de pago y... ahora no lo puedo enseñar, pero os aseguro que había algunas cosas que no había visto en mi vida, entre ellas una especie de servicio de Yahoo (había olvidado que eso existía) e incluso... ¿Un Seven Eleven? ¿Me estás diciendo que puedo comprar ordenadores retro mediante un Seven Eleven...? ¿Qué diablos...?
¿¿¿???
Como os habréis dado cuenta, en este punto pensaba que mi plan se había ido al garete, pero había una esperanza: una de las opciones de pago era realizar una transferencia bancaria. Como es normal, sé como funcionan e incluso he hecho algunas yo mismo, pero nunca a un país extranjero y encima uno como Japón que está literalmente a la otra punta del mundo y con la barrera idiomática, complicando las cosas si había un hipotético problema con el pago o el envío.
Además, y esta era la parte más fea, las transacciones internacionales pueden salirte por un ojo de la cara, en este caso casi tanto como el producto en sí, y en el caso de que se tuviera que hacer otra transacción por cualquier cosa, ello puede inflar el gasto substancialmente y hacer que el regalo no valiese la pena. Para rematar, descubrí que mi banco no podía hacer envíos al banco destinatario por alguna extraña razón (gracias, muchas gracias, en serio), así que las cosas se estaban poniendo feas.
Mientras todo esto pasaba también tuve que enviar un e-mail a la tienda preguntando por el código SWIFT de su banco y el nombre y número de su rama bancaria ("beneficiary trading branch") correspondiente ya que la información que me había dado el bot de la página era insuficiente para transacciones internacionales... todo esto con el miedo de que no pudieran contestarme siendo un e-mail en inglés. Definitivamente este era el momento más estresante del proceso, y temía que no pudiera realizar la compra.
Afortunadamente al día siguiente pasaron un par de milagros: recibí un e-mail de uno de los responsables de la tienda en inglés dándome la información que necesitaba y encima de una forma muy educada. Es muy común encontrarte este tipo de educación viniendo de un entorno vendedor-consumidor de Japón, lo sé, pero en el momento fue toda una salvación.
Luego a la tarde hice investigación de si había otra forma de realizar el pago, ya que parecía que tendría que pasar un rato peleándome con el banco para acabar cobrándome un pastizal, y… ¡sí! Existe una página llamada TransferWise que no tan solo te permite hacer el mismo proceso más rápido, sino que encima te cobran mucho menos. Para que os hagáis una idea, para mi transferencia de 2.460 yen (algo menos de 20 euros) me cobraron 2,83 euros, bastante menos que los 10-15 que suelen cobrar muchos bancos.
Así pues, el dinero estaba en su camino.
Tuve que esperar unos días a recibir noticias de la tienda ya que para transferencias internacionales es bastante común que el pago tarde un poco en ser procesado. Por suerte TransferWise te avisa en que punto de la transferencia está el proceso y el día aproximado de la recepción, así que siempre tienes una idea de que las cosas están avanzando si estás un poco impaciente.
Luego pasó el temido problema con la compra: me contactaron desde la tienda de que tendría que enviarles 320 yenes más, ya que se encontraron que para el envío a España necesitarían un poco más de dinero. No les culpo la verdad, es bastante raro que un tío random en España vaya a comprar a una tienda local de Akihabara sólo en japonés, y el dinero extra no era algo desorbitado (dos euros y medio aproximadamente). Lo que me molestó un poco es el hecho de que ahora tendría que hacer otra transferencia y me cobrarían prácticamente lo mismo que en la primera, pero no es un drama ni nada parecido. Además TransferWise guarda los datos de tus anteriores transferencias, por lo que si tienes que repetir por cualquier razón, el proceso es súper rápido.
Tuve que esperar unos días más. Por alguna razón el banco receptor tardó esta segunda vez más de lo previsto, por lo que tuve que esperar dos semanas a que enviaran el paquete. En situaciones normales no me hubiera importado demasiado la espera, pero tenía en la cabeza el factor de que el envío tardaría unas semanas más y temía que no llegase a tiempo para el cumpleaños. Tengo una figura de Kyoko de Madoka Magica (súper chula, por cierto) que me tardó un par de semanas en llegar desde Japón a pesar de ser enviada con Amazon, quien tiene una estructura de envíos muy bien organizada, así que temía que una tienda local tardaría bastante más. Por suerte me dieron un número de seguimiento para la página de JapanPost, por lo que podía seguir el envío de la misma forma que con Amazon y otras páginas.
(Still best girl)
¿Así pues cuánto tardó el envío? Diez días. Diez días tardó el paquete en llegar desde Japón a Barcelona. Poco más de una semana. Han habido paquetes enviados desde dentro de España que me han tardado más en llegar. Flipa. De hecho no esperaba que llegase tan rápido, así que cuando llegó justamente yo estaba fuera de la ciudad (porque por supuesto tenía que pasar).
Así pues, a la mañana siguiente fui a Correos, cogí el paquete y cuando llegué a casa lo abrí.
Ay Diós, ¡pero qué chulada!
<3
Estaba hablando con Anti durante gran parte del proceso y ambos esperábamos el juego con anticipación, pero no esperábamos que el paquete se viera tan bien y encima viniera con esa tarjetita con el protagonista trilobite y su novia. No dice nada excepto que lleva un segundo disco y sus extras, ¡pero el dibujo es monísimo! Envié un e-mail final a la tienda dándoles las gracias por el juego y el trato durante todo el envío.
Y aquí llega la parte más loca de todo. El mismo día que lo recibí volví a mirar la página de compra… ¡y el juego se había agotado!
(Nota: esta captura es de la versión antigua de la web, de justo cuando me di cuenta de que las copias se habían esfumado. Casi nos coge un ataque cardíaco)
A las horas que escribo esto el juego ha vuelto a estar a la venta... pero la cosa se ha complicado aún más. No tan solo tienes que pasar por el tema de hacer el pedido en una web japonesa, las transacciones bancarias, la espera y el envío, sino que ahora la tienda ya no hace envíos a fuera de Japón... así que tienes que hacer una cuenta en Tenso.com, un servicio que te deja comprar en Japón, que envíen el paquete a los almacenes de Tenso, y luego desde ahí que te lo envíen a tu dirección... a cambio de pagar el envío y una comisión por el servicio, pero además también tienes que corroborar tu identidad antes de usar el servicio, una verificación que tienes que hacer con algún documento, factura o carnet que tengas. O sea... aún más lío. Señor Vagues Okada, por favor, ponlo a la venta en Amazon o algo, que queremos darte nuestro dinero.
¡Y esta es la historia de cómo conseguí comprar Cambria Sword! Todo el proceso duró algo más de un mes. Ahora si vuelvo a hacer algún pedido por el estilo espero no tardar tanto, ahora que ya sé que encontrarme. La verdad es que fue un reto, y a pesar de los quebraderos de cabeza me siento satisfecho de haber conseguido llevar una rareza así al continente.
Este sería un buen momento para escribir algo del plan "mi amiga está contentísima con el juego y lo está disfrutando mucho"... PERO HASTA DONDE YO SE NI LO HA TOCADO, ¿EH? *mirada maliciosa*
Aunque también yo no soy quien para hablar, que me regaló una DS hace meses para clara y exclusivamente jugar a The World Ends With You y lo dejé en la fase de los putos fusibles...
Y encima es doble pecado porque estoy en un blog que se llama This Blog Ends With You...
...
Jesús, soy una mierda de amigo.
¡Gracias por leer este texto y que paséis un buen día!
-Chato Maltés
Si queréis saber cuando publico más textos como éste y seguirme en general, ¡estoy en Twitter!
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