viernes, 18 de abril de 2014

The Wonderful End of the World


Siempre creí que, más allá de la originalidad intrínseca a su idea, la saga Katamari no tenía demasiado mérito. Ojo, me parecen titulazos y demás (me encanta We love Katamari) pero jugablemente son siempre lo mismo, llevar nuestra pelota de un lado a otro del escenario creciendo a base de absorber cositas más pequeñas que nosotros. Dicho de otro modo, creía que cualqueira con un editor de niveles decente podría hacer un Katamari bien digno. Visto este "juego", está claro que me equivoqué.

La idea es curiosa. El fin del mundo está al caer y no hay nada que podamos hacer, así que utilizaremos a... a... ¿qué coño es el muñeco que controlamos? Bueno, lo que sea, por algún tipo de magia chunga lo que toque se adhiere a él y se salvará milagrosamente del Armagedon, así que nuestra misión será pegar la mayor cantidad de objetos como sea posible antes de que se termine el tiempo. Los problemas empiezan nada más terminar este primer (y único) vídeo y ponernos a jugar.

Lo primerísimo que notaréis es la música. La falta de música durante las primeras fases. En serio, ¿qué diablos? No se trata de que tenga una mala OST (que también) sino que directamente de las 12 fases que lo componen durante las 3 o 4 primeras o es inapreciable o no tiene. A esto súmale la repetición constante de los mismos 8 o 9 FX al absorber objetos y tienes uno de los apartados sonoros más cutres que recuerdo en mucho tiempo. 

No, no he sacado capturas de la versión de PSX, es así.

Pero eh, ¡que aquí somos unos peceros sin dinero! ¡Que lo importante es la jugabilidad y lo demás da igual! Bueno, pues también la cagan aquí. Todas las fases son exactamente lo mismo: llegas y tienes 3 minutos para pegar la mayor cantidad posibles de cosas a nuestro avatar. Y ya. ¿Recuerdas cuando en Katamari te pedían engordar a un niño para ganar un combate de sumo, ganar una carrera contra un montón de bólidos de élite o atrapar a la vaca más gorda posible para que el resto de su especie se reúna con nosotros? Pues olvídate, aquí todas las misiones son atrapar cuanto objeto puedas antes de que termine el tiempo límite.

Lo admito, suelo ser más permisivo con los indies por no tener una gran empresa detrás, pero este juego me parece un despropósito que, además, se puede terminar en 50 minutos. Pero eh, ¿queréis escuchar un último chiste? Que este juego cuesta 10 pavos en Steam. De verdad os digo que porque fue un regalo y venía un pack con AaaaaAAaaaAAAaaAAAAaAAAAA!!! – A Reckless Disregard for Gravity, que sino me estaría cagando en la estampa de sus creadores muy fuerte.

NOTA: 2

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