miércoles, 1 de junio de 2016

Dark Souls


Desde la primera vez que instalé Dark Souls en mi ordenador he empezado 5 partidas distintas, y todavía no he completado ninguna. Las dos primeras fueron sujetos de pruebas que no llegaron a la primera hora a causa de los chorricientos problemas a nivel gráfico y de estabilidad que me dio esta aberración que los de From Software se atreven a llamar "port a PC". La tercera, sin duda la más larga y satisfactoria, marca ahora casi 70 horas y estoy a 15 metros del jefe final, al cual todavía no he matado porque quiero terminar el DLC antes de llegar a los créditos. La cuarta, empezada cuando ya estaba cerca del final de mi partida en solitario, es con diferencia con la que más me he reído, pues haciendo cooperativo con Anti y Rokuso hemos roto el juego a niveles absurdos, llegando al punto de que en aproximadamente 15 horas hemos llegado casi al mismo lugar donde estoy en mi periplo solitario. Y lo hemos hecho 3 veces, una en la partida de cada uno. Y dedicado horas a correr desnudos por el bosque.

La quinta la empecé hace dos horas, todavía no he desbloqueado el online y ya me he metido por las zonas más peligrosas para chetarme absurdamente para, nada más abrir el online, violar a cuanto novato de nivel 5 tenga la desgracia de meterse en mi camino.

La sexta (¿o quizás séptima?) está programada para dentro de un par de meses, momento en que cierto lector del blog se termine el juego por sí mismo y le enseñemos entonces hasta qué punto se puede romper este título.

¿Qué coño pasa con este juego que me tiene tan enganchado?


96 horas. Se dice rápido, pero en los últimos 4 meses le he metido más horas solo a Dark Souls que a cualquier otro título de mi biblioteca de Steam desde hace 6 años, y todavía no lo he terminado. Y sigo jugándolo, diariamente y en sesiones largas de a lo mejor 2 o 3 horas, tanto solo o acompañado. Da igual cuantas vueltas le dé, todo lo que me vienen a la mente son simples conjeturas sin que ninguna responda directamente la pregunta del millón: 

¿Qué hace a Dark Souls especial?

¿Es su perfecta curva dificultad?

No. Dark Souls no es difícil, simplemente requiere prestar atención y no correr como un pollo sin cabeza, mostrando en todo momento una curva de dificultad perfecta. Realmente agradezco que el juego sea retante y que me obligue a estar despierto en todo momento para no acabar despachurrado en el suelo, pero incluso cuando vuelvo a empezar una partida y prácticamente arraso con la mirada todo lo que me rodea sigo disfrutando como un enano.

¿Es su ambientación?

No. Dark Souls hace un grandísimo esfuerzo para meterte en su mundo mediante sus sonidos, la ausencia de música excepto en momentos puntuales y con los pequeños detalles como que cada armadura haga un ruido diferente al moverse, pero son pequeños detalles que por si solos no me llegarían. Asimismo, y aunque me gustan mucho lugares como Anor Londo o el Burgo, en general sentí que había demasiadas zonas oscuras y acabé cansado de según qué parajes, así que esto tampoco debe ser.

¿Es porque no haya ni una pantalla de carga en todo el juego?

No. Me gusta poder moverme por todo el juego sin cargas más que cuando muero, eso es cierto, y prefiero que los títulos hagan como Dark Souls y camuflen esas cargas mediante pasillos largos o escaleras que nosotros debemos recorrer para mantener la inmersión, pero no termino de verlo como el auténtico factor decisivo.

¿Es por su historia?

¿Dark Souls tiene historia? 

¿Es por su narrativa? 

Tardé en verla MUCHO, pero... quizás sea una de las narrativas más únicas que he visto en un videojuego, influyendo nuestras acciones como jugadores en el devenir de los NPC y siendo nosotros testigos de cientos de años de civilización a través de los restos que han quedado de ella (y de las descripciones de los objetos). Absolutamente TODO en Dark Souls contribuye a su lore, y si algo demuestran series como Prepare To Cry es que si algo tiene Dark Souls es un pasado VIVO. No creo que esto sea lo que me ha enamorado de Dark Souls, pero que me costará olvidarlo es cierto.

¿Es porque es un homenaje constante a Berserk?

No. Que ojo, cada vez que veo un guiño a Berserk (que los hay y muchísimos) mi fangirl interior moja las bragas y empiezo a llorar de felicidad al ver que Dark Souls un sucesor más digno del flashback de Berserk que los últimos 25 tomos del manga, pero si solo fuera por esto no seguiría jugándolo tanto. Como nota curiosa, decir que todos mis personajes hasta ahora han sido bautizados en honor a protas del manga.


A ver quién adivina cómo se llama mi personaje en esta partida.

¿Es por sus jefes finales?

No. He disfrutado MUCHÍSIMO algunas de sus peleas, pero algo en mi interior me dice que no es eso (o, al menos, no es eso por sí solo).

¿Es por el autosave y el sistema de almas?

Nah. Que el juego guarde constantemente todo lo que hacemos y que al morir perdamos la experiencia y tengamos que ir a recogerlas de nuestro cadáver me parecen ideas cojonudas, pero son una pequeña guinda más de este gran pastel.

¿Es por su diseño de niveles?

Hum... pues puede ser, o que al menos tenga mucho que ver. El diseño de niveles de Dark Souls es BRILLANTE, todo está creado al milímetro para que en tu primera partida sufras pero que siempre haya una opción B, siendo cosa tuya el encontrarla o no. No voy a profundizar en esto porque youtube está LLENO de vídeos que explican paso a paso el cómo Dark Souls enseña a sus jugadores y por qué es una joya del diseño, así que os dejaré por aquí uno de los vídeos que considero más completos y que él se encargue de explicarlo. Detalles como poder matar al segundo jefe del juego de 5 formas diferentes y que el juego te las haya explicado todas sin un solo tutorial aparte, la cantidad de interconexiones entre escenarios me dejaron con la boca abierta, y detalles como pasear por la Tumba de los Gigantes y ver en la lejanía el Lago de Ceniza... llamadme sentimental, pero esas cosas me la ponen como cemento armado.

¿Es por su sistema de combate?

Quizás no del todo, pero está claro que tiene que ver. Es profundo de narices, cada arma es un mundo, cambiar de enfoque (Milagros, Melee, Inteligencia, Piromancia...) modifica RADICALMENTE tu forma de jugar, y aún ahora sigo encontrándome nuevas formas de usar las herramientas que el juego pone a nuestra disposición para salir airoso de las batallas donde yo me meto.

¿Es por unir la experiencia monojugador con su modo online?

No, pero menudos momentos tan divertidos me ha brindado la tontería. Algunos tienen un buthurt que no puede con él, pero dejando a esos individuos a parte la mayoría se centra en dos grupos: los que se dedican a desintegrar a pobres novatos y los noobs que como no pueden hacerlo hacen coop para farmear almas.

Bueno, y luego estaría Albert, pero eso ya puntúa como enfermedad y en PC son la excepción.  

¿Es por todo lo anterior y más?

Sí.


Dark Souls NO es perfecto. Ni de coña. El port a PC apesta hasta niveles absurdos, encontrándonos cosas como que subiendo la cantidad de efectos y la resolución mejora el rendimiento (???); de vez en cuando siguen saliéndonos bugs, algunos más leves como perder objetos dropeados por los enemigos y otros dramáticos con desinstalaciones de por medio para arreglarlos. Asimismo, según fuentes de mi confianza en consolas el framerrate es una puta lotería, y durante los primeros años los bugs eran incluso más salvajes. Asimismo, tiene 2 jefes que son EL HORROR, uno por estar mal programado (el puto Demonio de Aries no es una cuestión de habilidad, en esa zona la cámara se vuelve loca a niveles Revengeance, atascándose a menudo en los árboles y columnas) y otro que... en fin. El otro simplemente es una puta basura y lo odio tanto que no voy a perder más tiempo diciendo por qué es CÁNCER y debería estar postrado en su lecho por los siglos de los siglos sin levantar jamás la cabeza por la vergüenza de existir.

Otro asunto que me saca de quicio con Dark Souls es el tema de los puntos de respawn de cara a los jefes finales. Me parece fantástico que las hogueras (lugares donde resucitamos al morir) estén lejos entre ellas, pues eso hace que haya una tensión adicional y nos duela de verdad la derrota; lo que es de traca es que al morir en un boss tenga que pasarme 2 minutos simplemente corriendo para llegar de nuevo al combate. He discutido muchas veces esto con Albert y él opina que exagero, pues solo son un par de minutos y que en nada llegas allí, y que el juego se encarga de darte atajos para llegar antes a la zona del combate. Eso es cierto, y en vez de a lo mejor echarme 10 o 15 minutos matando masillas puedo llegar en 2. Lo que me parece absurdo es que siga teniendo que comerme dos minutos de mi personaje corriendo por un pasillo vacío para llegar a la zona de turno porque no hay ninguna hoguera cerca. Es decir, ¿para qué? Ya te he demostrado que puedo hacer esta zona sin morir porque he llegado al jefe varias veces (y desbloqueado el camino secreto con solo 1 o 2 enemigos de mierda), ¿por qué me haces perder mi tiempo recorriendo ese pasillo? Cuando moría en, por ejemplo, No More Heroes, en aproximadamente 15 segundos estaba de nuevo en el jefe, y esto era genial porque mantenía el ritmo de la acción y me permitía centrarme todavía más en el combate. 

¿Quieres marcar un alto en el camino para que el jugador se serene y asimile que su muerte realmente ha significado algo? Pues vale, mándame a una hoguera; simplemente te pido que esta esté CERCA. Jefes como el Demino de Aries, cuando abres el atajo, te hacen primero matar a enemigos de mierda que a esas alturas derrites con los pelos del sobaco pero que si no matas te incordian para pasar por una zona tan estrecha y luego recorrer un enooooorme pasillo sin nada para camuflar que en ese momento está cargando la siguiente zona. ¿Tanto costaba, por ejemplo, poner una hoguera DESPUÉS de ese pasillo? Es casi imposible que ningún jugador experimentado muera en esa zona, y sin embargo cada derrota frente a ese jefe supone 2-3 minutos de paseo que no aportan NADA a la experiencia. Y como este, casi cualquier jefe final del juego. Preferiré mil veces antes una repetir una zona de 5 minutos con enemigos que que obliguen a estar atento antes de llegar al jefe como al final del DLC que un paseo vacío de 2 minutos que a efectos prácticos son casi lo mismo que una carga donde tengo que estar en todo momento frente a la pantalla.

Dios mío, pero qué asco me das...

Y ya. Eso es todo lo malo que puedo decir de Dark Souls. Son tres cosas que os aseguro ODIO de este juego, pero la lista de cosas que hace bien no se acaba. Temas como el de Ornstein, el del Dragón Boquiabierto o el de las gárgolas son brutales, su sistema de combate es profundísimo, su lore está perfectamente integrado, el online (cuando funciona) es la hostia, algunos jefes finales son de los más satisfactorios de vencer que me he topado en años, hay chorricientas armas distintas, puedes jugar como te salga de las narices, todo el título ha sido diseñado para que el jugador pueda romperlo a voluntad, los diseños de personajes y armas molan...

No lo sé. No sé exactamente por qué me ha gustado tanto Dark Souls. Solo sé que son las 4 y media de la mañana y estoy escribiendo esta mierda cuando podría estar empezando mi octava partida donde sería un tío cuya única ropa es un saco en la cabeza y mi arma un garrote gigante. Me cuesta reconocerlo, pero si me pidieran escribir una lista objetiva con los 5 mejores juegos de la pasada generación Dark Souls estaría en ella, y no precisamente de quinto.

NOTA: 9. 9,5. 10. Yo qué coño sé.

PD. En el momento de publicarse esto llevo ya 140 horas y una quinta partida a la mitad del juego. Si no son el doble de horas es gracias a que Bandai Namco se cargó el online de DS en PC durante semanas y cuando volvió iba como el culo, así que harto de tanto mamoneo me puse a jugar a Persona 4. 

Pero volveré. Vaya si volveré... 

Texto extra: Dark Souls y el descenso a lo desconocido.

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