Este texto forma parte de la iniciativa SquareXDisney de Zona Delta. Si no la conocéis, pinchad en el enlace y echadle un ojo.
¡También podéis participar vosotros!
Para quien no lo sepa, estoy estudiando formación de profesorado para ser, mira tú por donde, profesor. Entre los temas que tratamos están la adolescencia y la familia. Tocamos desde la búsqueda de independencia del adolescente hasta los hábitos masturbatorios más comunes en los jóvenes. Ahora mismo estoy ojeando estos apuntes buscando una analogía con la que empezar el texto, pero ni para eso sirven.
"Pero Anti, ¿qué tiene esto que ver con Kingdom Hearts?"
¡Oh, absolutamente nada! Pero en la trama de Kingdom Hearts nada tiene que ver con nada y a la gente le flipa, he pensado que les gustaría un análisis que no tuviera ni pies ni cabeza.¡Como la propia saga!
Los Increíbles es una maravilla. Aún recuerdo verla por primera vez de niño en el cine y volarme la cabeza, pero de alguna forma cuando la revisité de mayor me gustó incluso más. No tan solo la considero mi película favorita de Pixar, también es mi película favorita de superheroes junto con Logan, lo cual es decir mucho teniendo en cuenta lo mucho que ha llovido en el género. Es increíble que haya envejecido tan bien siendo una peli animada de 2004, y sólo hace falta verla para darte cuenta de que fue un proyecto con pasión detrás, creada por gente no tan solo con mucho talento sino también fans de comics, y el resultado final está tan bien construido que podría pasarme párrafos y parrafos fangirleando de ello.
Realmente las he pasado muy putas para terminarme el juego esta vez. No, no ha sido porque me resultase un coñazo de juego. No, no ha sido porque me atascase en un enemigo dificilísimo. No, no ha sido porque gracias a la crisis me quedase sin dinero para pagar la luz y tuviera que jugar usando un pikachu para darle corriente a mi consola. Ha sido, por absurdo que parezca, por una serie de catastróficas desdichas.
La rejugada comenzó el día 18 de julio nada más completar la primera parte de la saga. Ésta me había dejado un sabor agridulce, pues como ya dije me parecía un conjunto de buenas ideas mal conjuntadas, por lo que creí que cuanto antes me pusiese con su secuela antes se me quitaría el regusto amargo. Al principio todo bien; jugaba en experto pero la dificultad me parecía mucho menor a la sufrida en el primer Kingdom cuando lo superé en esa dificultad. Entonces, cuando ya llevaba unas trece horas de juego, sucedió el primero de mis problemas: se me jodió el disco. Era un 4 de agosto.
Durante unos 10 días estuve dudando entre tres soluciones: comprar una nueva unidad del juego (descartada al descubrir que está descatalogado), descargarme una copia y usarla aprovechando que tengo la PS2 pirata o pedirle el juego a un colega. Al tener la grabadora estropeada, solo me quedó la última opción, la cual llevé a cabo sin demasiados problemas, pues tras una breve charla mi amigo me cedió una copia de su juego para poder completarlo.
Día 16 de agosto. El Swap magic (disco que utilizo para cargar juegos pirata en mi PS2) comienza a fallar. Aún así, con paciencia siempre terminaba jugando, por lo que continué mi partida. Después se me jodieron los tres mandos que tenía (dos no respondían ante pulsaciones en R1, R2 y Triángulo y el otro tenía tocado el Joystick izquierdo), teniendo que superar los últimos mundos con un Sora cuyo movimiento se veía ralentizado cuando ordenaba un movimiento brusco desde el pad. Por último, el 18 de agosto comenzó a fallarme el lector de la consola, dándome problemas tanto con originales como con piratas. Desesperado, estuve durante varios días sin jugar hasta que finalmente tomé una decisión: la siguiente vez que consiguiera hacer funcionar el juego no pararía hasta terminar. Hoy, día 23 de agosto de 2012 terminé la rejugada más dura que jamás hube sufrido. Aún así, todavía me queda la peor parte: la lucha entre objetividad vs nostalgia. Este será uno de los análisis más difíciles de toda mi vida bloggil.
El opening contiene spoilers de Kingdom hearts y de Kingdom hearts: Chain of memories; aún asi me encanta.