The binding of Isaac. La verdad, aunque ya hace meses que le dediqué una entradilla en forma de relato breve, nunca le hice un análisis al uso. ¿El motivo? Muy sencillo: que seguía jugando. Al principio de manera continua y luego algo más esporádica, cierto, pero siempre dedicándole algunos minutos semanales a una partida rápida. La verdad, a la vista de que lo seguiré haciendo en los próximos meses, creo que ya va siendo hora de que en este tugurio perdido en el culo de internet le dediquemos un análisis al uso a esta pequeña droga virtual. Con todos ustedes, El sacrificio de Isaac.
¿Que no entiendes inglés? Tranqui que en el próximo párrafo te lo resumo.
Isaac y su madre vivían juntos en una casita en las afueras de la ciudad. Un día, mientras la mamá de Isaac veía la tele, esta escuchó la voz de Dios, la cual le ordenó quitar a Isaac su ropa y juguetes, pues el niño era un pecador. Tras hacerlo, la voz volvió a hablarle, indicándole que su hijo seguía siendo impuro, por lo que debía encerrarlo en su habitación para que así estuviera alejado del mal. Una vez cumplida su orden, la voz le llamó por tercera y última vez: quiero que mates a tu hijo. Aterrado al ver cómo su madre se acercaba con un cuchillo en la mano, Isaac tomó la única opción que le quedaba: saltar al sótano, lugar donde encontraría cosas que jamás podrá olvidar... si logra salir con vida.
Como probablemente sabréis, The binding of Isaac es un dungeon crawler donde deberemos bajar multitud de pisos repletos de enemigos para al final encontrarnos con nuestra madre y matarla... o morir en el intento. ¿Nuestras armas? Las lágrimas del infante. ¿Razones por las que te enganchará sin parar? Mazmorras aleatorias, sorpresas constantes y una elevada dificultad; así, todas las partidas serán diferentes, dejándonos en su mayoría (sobre todo las primeras) con cara de asombro por lo que nos encontramos en más de una ocasión. No por nada una de las claves de su éxito fue el boca a boca entre los jugadores más veteranos.
Sin embargo, aunque el juego engancha muchísimo y es un must play de esos (tras estar en varios bundles es casi imposible no conocer a alguien que nos deje probarlo) también tiene errores, los cuales le pasan bastante factura al juego, lastrando por el camino la experiencia. De entre todos ellos, el más sangrante (y tristemente también presente en el reciente Hotline Miami) es la imposibilidad de guardar partidas.
"No digas sandeces, el juego es realmente hardcore gracias a eso, si mueres vuelves a empezar y punto, ya mejorarás en la siguiente partida", o algo similar habrá pensado más de uno. No me refiero a guardar partida en el sentido estricto de "guardo y repito desde aquí cuando muera", pues eso se cargaría el juego (debes pasarlo del tirón, una cagada y se acabó) sino más bien por el tiempo de juego. Las primeras partidas no tenía problema porque con apenas 10-15 minutos ya acababa muerto, pero si hay un juego donde el jugador nota su mejoría es en este, llegando algunas partidas a la hora y más si queremos "llegar al fondo".
El problema es que no todo el mundo tiene ese tiempo. Durante la universidad, muchas veces cogía el juego diciendo "venga, una partidita rápida, 20 minutitos y apago" y porque estaba jugando muy bien o porque me tocaron unos pisos enormes veía pasar muchísimo tiempo y no podía ni suspenderlo ni nada porque perdería todo mi avance. No pido poder guardar partida permanentemente, sino algo al estilo Final fantasy VI de la GBA: la suspendes, te hace una partida temporal y cuando cargas la partida una vez dejas de poder hacerlo.
El resto de problemas, pese a ser mucho menores que esto, creo que también merecen mención. Por ejemplo, si lo juegas en PC no puedes utilizar mando (has de configurarlo tú por desde fuera), los diferentes personajes que podemos llevar están desniveladísimos (encontrar un Arcade con Caín es instant win) y en ocasiones la aleatoriedad del juego es una putada.
Pongamos un ejemplo. No lo sabes pero hoy estás al 100%, y en condiciones normales te pasarías el juego sin demasiadas dificultades, pues hoy cojas el juego que cojas triunfarías. Empiezas tu partida en Isaac y te cae una maldición, la sala del tesoro te da un objeto inútil y te sale un jefe dopadísimo. Ganas tras sufrir horrores (ya dijimos que hoy estás al 100%, además de que no deja de ser el primer piso) y nada más descender te coinciden 8 salas seguidas de enemigos de los más difíciles de vencer, los cuales no sueltan ni un solo corazón, solo dinero. Sigues avanzando, ves en el mapa una sala con el signo de tienda, entras y te aparece un jefe aleatorio.
Puede parecer exagerado (quizás lo es, esto en el nivel dos no suele pasar) pero me tienen sucedido casos similares a partir del sótano 3, echando por tierra una partida buena por simple mala suerte. En cambio, otros días que andaba tonto perdido logré terminar el juego sin problemas nada más que por suerte (que en la primera sala del tesoro te toque algo genial, pisos muy pequeños, jefes finales fáciles...).
En resumidas cuentas, The binding of Isaac es un juego que no gustará a todo el mundo. Es divertido y retante, además de que el mal rollo que transmite con la mayoría de sus objetos no es algo fácil de olvidar, pero a su vez puede frustrar por culpa de su azar y su (en ocasiones) elevada dificultad. Si tenéis la oportunidad de jugarlo no dudéis en echarle una o dos partiditas... y si lo veis de oferta en Steam no seáis cutres y compradlo, que lo he visto por 2 euros e incluso menos.
NOTA: 8
Sin embargo, aunque el juego engancha muchísimo y es un must play de esos (tras estar en varios bundles es casi imposible no conocer a alguien que nos deje probarlo) también tiene errores, los cuales le pasan bastante factura al juego, lastrando por el camino la experiencia. De entre todos ellos, el más sangrante (y tristemente también presente en el reciente Hotline Miami) es la imposibilidad de guardar partidas.
¿Palillos en los ojos? Si eso fuera lo único que le pasase al pobre Isaac en este juego...
"No digas sandeces, el juego es realmente hardcore gracias a eso, si mueres vuelves a empezar y punto, ya mejorarás en la siguiente partida", o algo similar habrá pensado más de uno. No me refiero a guardar partida en el sentido estricto de "guardo y repito desde aquí cuando muera", pues eso se cargaría el juego (debes pasarlo del tirón, una cagada y se acabó) sino más bien por el tiempo de juego. Las primeras partidas no tenía problema porque con apenas 10-15 minutos ya acababa muerto, pero si hay un juego donde el jugador nota su mejoría es en este, llegando algunas partidas a la hora y más si queremos "llegar al fondo".
El problema es que no todo el mundo tiene ese tiempo. Durante la universidad, muchas veces cogía el juego diciendo "venga, una partidita rápida, 20 minutitos y apago" y porque estaba jugando muy bien o porque me tocaron unos pisos enormes veía pasar muchísimo tiempo y no podía ni suspenderlo ni nada porque perdería todo mi avance. No pido poder guardar partida permanentemente, sino algo al estilo Final fantasy VI de la GBA: la suspendes, te hace una partida temporal y cuando cargas la partida una vez dejas de poder hacerlo.
El resto de problemas, pese a ser mucho menores que esto, creo que también merecen mención. Por ejemplo, si lo juegas en PC no puedes utilizar mando (has de configurarlo tú por desde fuera), los diferentes personajes que podemos llevar están desniveladísimos (encontrar un Arcade con Caín es instant win) y en ocasiones la aleatoriedad del juego es una putada.
Por si no lo sabías, el creador de esta indigencia, Edmun McMillen, es el mismo que hizo Super Meat Boy o The basement collection.
Puede parecer exagerado (quizás lo es, esto en el nivel dos no suele pasar) pero me tienen sucedido casos similares a partir del sótano 3, echando por tierra una partida buena por simple mala suerte. En cambio, otros días que andaba tonto perdido logré terminar el juego sin problemas nada más que por suerte (que en la primera sala del tesoro te toque algo genial, pisos muy pequeños, jefes finales fáciles...).
En resumidas cuentas, The binding of Isaac es un juego que no gustará a todo el mundo. Es divertido y retante, además de que el mal rollo que transmite con la mayoría de sus objetos no es algo fácil de olvidar, pero a su vez puede frustrar por culpa de su azar y su (en ocasiones) elevada dificultad. Si tenéis la oportunidad de jugarlo no dudéis en echarle una o dos partiditas... y si lo veis de oferta en Steam no seáis cutres y compradlo, que lo he visto por 2 euros e incluso menos.
NOTA: 8
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